Leire Castillo, donante de médula,junto a Xabier Sistiaga, que ha sido trasplantado tras ser diagnosticado de una leucemia. LOBO ALTUNA
Trasplantado de médula ósea

«Personas como Leire me han salvado la vida con el solo hecho de donar»

El donostiarra Xabier fue diagnosticado de leucemia en 2021 y en 2022 fue trasplantado de médula ósea; el último año Hospital Donostia hizo 113 operaciones de este tipo

Viernes, 9 de agosto 2024, 02:00

Xabier Sistiaga siempre ha sido un enamorado del deporte. Jugaba a balonmano y ha corrido la Behobia-San Sebastián varios años consecutivos. Pero su vida se paró en seco cuando en 2021 le diagnosticaron una leucemia aguda. Solía ir a trabajar en bicicleta y, ... en primavera de ese año, se notó «mucho más cansado de lo habitual». En junio fue al médico, y el mismo día que le hicieron la analítica le llamaron para que fuera al Hospital Donostia. Era el día 22. Se acuerda perfectamente. A partir de entonces se sometió a varias quimioterapias, en diferentes momentos, así como a un trasplante autólogo, esto es, de sus propias células. Pero no salió como se esperaba.

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«Fue un proceso muy duro», asegura este donostiarra, que ahora tiene 38 años y lleva desde 2022 «bien», a la espera de que se confirme su recuperación cuando se cumplan cinco años de la remisión de la enfermedad, tal y como recogen los diferentes estudios médicos. De momento, sin embargo, celebra el trasplante de médula ósea al que se sometió en octubre de ese mismo año, «con éxito» gracias a uno de los donantes voluntarios y anónimos inscritos en el registro estatal, «porque era más compatible conmigo que mi hermano, mi primera opción», admite mientras comparte una mirada cómplice con Leire Castillo, una joven de 22 años de Getaria que este pasado mes de junio ha donado médula por primera vez. «Personas como Leire me han salvado la vida con el solo hecho de donar», reconoce «muy agradecido» Xabier.

El último año, los profesionales del Hospital Donostia realizaron nueve trasplantes de médula ósea cada mes, esto es, 113 de enero a diciembre, según datos del departamento vasco de Salud. El centro de referencia en los alotrasplantes, aquellos que se hacen de persona a persona, es el Hospital Donostia. En 2023 se llevaron a cabo 62 trasplantes de este tipo, de los que 45 fueron de donantes no emparentados y 17, de familiares. Los 51 restantes fueron autólogos, es decir, de células provenientes del propio pacientes. Estos últimos, además de en Donostia, se hacen también en Cruces y Galdakao.

Desde el tratamiento, Xabier se siente «estable». Es más, el año pasado volvió a correr la Behobia-San Sebastián, después de un parón de dos años. «La gente no sabe todo lo que puede ayudar con el simple hecho de donar. A mí me han salvado la vida y me encantaría agradecer a esa persona por su labor. Tengo pendiente escribir una carta y que desde el registro se la hagan llegar, ya que no puedo saber quién es», explica. «Al principio pasé mucho miedo. La noticia de la leucemia llegó pisando fuerte. Lo pasas muy mal. Pero cuando ves que el cuerpo reacciona bien, te sientes aliviado».

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A través de una amiga

Leire le mira mientras habla. Aunque no es su médula la que ha recibido Xabier, es consciente de que una persona como él ha sido trasplantado gracias a su labor. Ella es enfermera en el Hospital Donostia, por lo que conoce a la perfección cómo funcionan estos procesos. Y además es donante de sangre «desde siempre», esto es, desde que tenía 18 años. «Hablando con una amiga el verano pasado, salió el tema de la médula. Ella lo había hecho y me puso al corriente de ello. Enseguida me inscribí. Me hicieron una analítica y me dijeron que algún día, en caso de que me necesitarán, me llamaría», explica. Ese momento llegó este pasado junio. «Podía ser compatible» con un paciente. Había tres personas en ese situación. Les hicieron más pruebas a todos y finalmente salió que la médula de Leire era la que mejor encajaba con la del enfermo. Hecho y hecho. El 19 fue el día elegido para donar.

Ella lo hizo por la vía periférica, esto es, por sangre. «Es un proceso de cuatro horas. Te sacan sangre por el brazo, en una máquina se separan los glóbulos blancos y los blancos y de ahí se sacan las llamadas células madres. Después, te vuelven a introducir la sangre por el otro brazo», aclara Leire, que asegura que «enseguida te recuperas de la extracción». Y anima a la gente a inscribirse en el registro de donantes de médula. «No cuesta nada y puede salvar la vida de una persona. Hay gente que necesita células madres de otros para poder vivir. Y no tiene efectos secundarios. Mi vida ha seguido normal desde la donación».

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«Donar médula ósea no cuesta nada y puede salvar la vida de una persona. Además, no tiene ningún efecto secundario»

Leire Castillo

Donante de médula ósea

Cuando un paciente necesita un trasplante de médula de otra persona, primero se busca algún familiar compatible, como hizo Xabier. Pero la probabilidad es «en torno al 25%». Si no hay ningún familiar que encaje, se inicia la búsqueda de donante no emparentado. «Una vez encontrado, los registros de médula ósea se ponen en contacto y se programa la donación en función de la necesidad del paciente», aclaran Aitziber Alkorta, hematóloga de Osakidetza en el Hospital Donostia; Haizea Olasagasti y Cristina Oria, coordinadoras territoriales de Trasplantes-Gipuzkoa en Osakidetza. En la mayoría de los casos, se encuentra un donante compatible y se programa la donación «en el momento más adecuado».

Sustituir células enfermas

¿Pero qué es exactamente la donación de médula ósea? Consiste, según explica Osakidetza en su programa para donantes en su página web, «en sustituir las células enfermas de una persona con enfermedades de la sangre por células sanas de una persona donante. Estas células, llamadas células madre o progenitores hematopoyéticos, se encuentran en el interior de algunos huesos como las crestas ilíacas (hueso de la cadera), a lo que se denomina médula ósea».

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La tasa de donantes de médula ósea por millón de habitantes es de 256,5 en Euskadi. Gracias a estos voluntarios como Leire y a los avances de la medicina se consiguen cada vez mejores resultados en este tipo de trasplantes de sangre, que sobre todo van dirigidos a personas que tienen leucemia.

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