Piden 25 años de prisión para el acusado de matar a puñaladas a un hombre en Gros

El crimen estuvo motivado por los celos. Según recoge el escrito de acusación del fiscal, la noche del 13 de marzo de 2020, viernes, Luis salió a cenar con unos amigos y después, sobre las cuatro de la mañana, acudió solo al pub Caledonian, situado en Gros. Allí, tras consumir varias bebidas y «bailar con varias chicas», subió al reservado del club, donde se encontraban dos chicas con las que comenzó a charlar. En un momento dado apareció el acusado, un varón cubano de 25 años, pareja de una de ellas.

La víctima «incitó a bailar» a la pareja del acusado en su presencia y se produjo entre ambos «un cruce de palabras» en el que el inculpado recriminó a Luis su actitud, «diciéndole que se separara porque era su novia», sostiene el fiscal. En un momento en el que el acusado se fue al baño, Luis volvió a hablar con la mujer, lo que provocó de nuevo el enfado de su novio, que se hallaba «en un estado alterado y agresivo». Finalmente la pareja se marchó del lugar pasadas las 5.30 de la madrugada.

Ambos se dirigieron al domicilio de él, ubicado cerca del pub. Una vez allí, el acusado se cambió de ropa y se vistió con prendas de color negro, cubriéndose con una capucha y, con «un cuchillo de grandes dimensiones», se dirigió de nuevo al bar, donde regresó apenas nueve minutos después. Allí seguía la víctima, con la que mantuvo un minuto de conversación para después indicarle que saliera fuera del establecimiento.

Luis accedió, y el acusado le «agarró de la cazadora empujándole hacia la salida». Una vez fuera ambos se dirigieron andando hacia la plaza Cataluña, en cuyo parque infantil, minutos antes de las 6.00, se produjo la agresión mortal. El fiscal señala que la víctima le dijo al acusado «vale, perdona, perdona», tras lo cual este, «valiéndose de la merma de las facultades de la víctima por la intoxicación etílica que sufría esa noche y de su nula capacidad de defensa», y con «un evidente ánimo de matar», cogió su cuchillo y le asestó hasta 41 cuchilladas, lo que desencadenó su muerte «sobre las 06.50», casi una hora después.

Tal y como recoge el Ministerio Público, el acusado «ejecutó un plan que había ideado» desde que salió de su casa en busca de Luis García. La mayoría de las puñaladas que recibió el donostiarra, que se encontraba tendido en el suelo, fueron en la espalda (un total de 28), y el resto fueron en el tórax, la cabeza, hombro, manos y antebrazos, ya que este trató de repeler el ataque cubriéndose. Para la Fiscalía los hechos fueron «fruto de un metódico y frío proceder por parte del acusado», causando además a la víctima «un sufrimiento adicional, ensañándose con él mediante las interminables cuchilladas que le asestó».

El acusado regresó a su casa «con una navaja manchada de sangre en sus manos, se desnudó completamente» y metió todo «en varias bolsas de plástico», todo ello delante de su pareja, guipuzcoana de 28 años que no declaró estos hechos cuando fue detenida, por lo que se le imputa un delito de encubrimiento.

Horas después de la agresión la Ertzaintza detuvo a un hombre de 31 años cerca del lugar que presentaba sangre en sus ropas. Este llegó a ingresar en Martutene en prisión provisional, aunque poco después se descartó su relación con los hechos y fue puesto en libertad.

Tras una minuciosa investigación del Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa, los agentes consiguieron dar con el acusado, un varón con antecedentes por agresión y violencia de género, con carácter «impulsivo, violento e inestable» que suponía «un peligro para la sociedad». Este seguía residiendo en Gros, aunque se había cambiado de domicilio en dos ocasiones, por lo que temían que pudiera fugarse. Desde entonces permanece en prisión.