![Alrededor de 200 hosteleros se concentraron ayer frente a la Diputación de Gipuzkoa para reclamar más ayudas.](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202012/10/media/cortadas/60575417--1248x648.jpg)
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La fecha de reapertura de bares y restaurantes, y, fundamentalmente, las condiciones en las que se van a producir eran una de las cuestiones que más interés despertaban en la reunión de ayer. Finalmente, la hostelería vasca podrá regresar a la actividad este sábado, sí, pero no de la manera esperada. «No podemos hacer una valoración positiva de una medida que nos obliga a cerrar a las ocho de la tarde y a prescindir de un servicio como el de las cenas», censuraba el secretario general de Hostelería Gipuzkoa, Kino Martínez, poco después de que terminara la rueda de prensa del lehendakari Iñigo Urkullu.
Bares y restaurantes podrán reabrir a partir de este sábado y lo harán con sus terrazas a pleno rendimiento (si el tiempo acompaña), el interior al 50% de su capacidad, y siempre manteniendo el metro y medio de distancia. Se mantendrá además la prohibición de consumir de pie y en barra, tampoco estará permitido fumar en los veladores, y el uso de la mascarilla será obligatorio en todo momento, salvo en el preciso instante de la ingesta. El mayor 'pero' que ponen los hosteleros es el horario de cierre a las 20.00 horas.
Reconoce que posibilitar que se abran los interiores a la mitad de su capacidad «permite trabajar en condiciones más o menos dignas», una concesión que no se ha producido en otras comunidades autónomas, donde solo pueden habilitar las terrazas. «Eso sí ha sido un avance», confiesa.
En los planes de la asociación Hostelería Gipuzkoa figuraba hacer un llamamiento al sector a no abrir sus establecimientos en caso de que únicamente se permitiera trabajar en los veladores, una convocatoria que finalmente no llevarán a cabo al entender que «hay locales a los que estas características de reapertura les permite trabajar».
Ahora bien, Martínez fue contundente al expresar que la flexibilización de las medidas anunciadas ayer por el Gobierno Vasco en «ningún caso» van suponer un punto final a sus reivindicaciones. «Si piensan que con este caramelo la hostelería ya está contenta, están muy equivocados». Martínez defendió que la decisión adoptada para las próximas semanas «es una acción puntual, un tema menor, que no va a evitar que sigamos presionando a nivel mediático, social y parlamentario hasta conseguir un plan de rescate», que reiteró que también incluye a los alojamientos y a los establecimientos dedicados al ocio nocturno.
El secretario general de la hostelería guipuzcoana recordó a las instituciones vascas que «son ellos los que nos están obligando a restringir nuestra actividad. Vamos a cerrar el año habiendo trabajado al 50% por medidas que nos han sido impuesto. ¿Quién nos compensa el resto?», se preguntó.
El sector hostelero vasco, compuesto por 60.000 personas –30.000 de ellas en Gipuzkoa– presentó hace dos meses al Ejecutivo de Urkullu un plan de rescate que cifraba en 200 millones de euros la ayuda económica a estos establecimientos. Una cuantía que el consejero vasco de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, consideró excesiva, y tendió 30 millones en ayudas directas.
El sector se mantiene firme y opina que «puede ser un primer paso», pero que debe complementarse de manera innegociable «con otros 200 millones que se contemplen en los presupuestos de 2021. Es la única manera de curar la cicatriz de la hostelería vasca», insistió. «No se dan cuenta de que la gente trabaja a pérdidas por el mero hecho de facturar algo».
En la misma línea, Martínez acusó a Urkullu de «querer hacer entender a la ciudadanía que la hostelería ha sido la culpable» del repunte de contagios. El lehendakari expuso ayer que tras las medidas adoptadas el 6 de noviembre «se produjo la bajada, pero no es verdad». A juicio de Martínez, las decisiones que se adoptaron el 27 de octubre –confinamiento municipal, reuniones de máximo 6 personas, cierre de las sociedades y toque de queda a partir de las 23.00 horas– «se empezaron a notar el día 5, antes del cierre de la hostelería, pero eso no lo ha dicho el lehendakari y la intención ha sido clara».
Con la mirada puesta en este sábado, entre las reivindicaciones que hace el sector, también hay mensajes dirigidos a los propios clientes. Recuerdan que los bares y restaurantes han pagado los platos rotos de la pandemia y por eso, para evitar futuros cierres, piden que a partir del sábado «se mantenga el mismo comportamiento que se mantiene en comercios o en otros lugares, y que solo se retire la mascarilla en la ingesta», piden.
La apertura de los establecimientos se llevará a cabo en todos los municipios que tengan una incidencia del virus inferior a 500 contagios por cada 100.000 habitantes. En Gipuzkoa la práctica totalidad del territorio podrá recuperar la actividad hostelera desde este fin de semana, a excepción de tres localidades, que siguen en zona roja, como es el caso de Arrasate, Ordizia y Eibar, que hoy o mañana podría salir de ella.
Según los datos que publica a diario el Departamento vasco de Salud, la tasa de transmisión en Arrasate, aunque experimenta un ligero descenso, sigue siendo una cifra elevada, de 1.310 casos por cada 100.000 habitantes. En cuotas algo más reducidas se encuentran Ordizia y Eibar, con una incidencia de 702 y 587, respectivamente.
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