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Cambio climático

¿Se puede vivir sin plástico? Lo probamos una semana

Con motivo del Día Internacional contra el Cambio Climático, DV intenta limitar al máximo el residuo que genera este material de un solo uso durante siete días

Estrella Vallejo

San Sebastián

Sábado, 28 de octubre 2023, 06:23

¿Es posible vivir en residuo cero? Con motivo del Día Internacional del Cambio Climático que se celebró el pasado 24 de octubre, intentamos vivir una semana generando el menor plástico de un solo uso posible. El primer paso es que quien escribe estas líneas se ponga las gafas del residuo cero para identificar lo que tiene a su alrededor. Lo que veo a través de ellas es un campo de minas difícil de sortear.

Es decir, de la regla de las tres 'R' (reciclar, reducir y reutilizar), me sentía ecológicamente satisfecha por cumplir el primero y parte del segundo, al meter en una misma bolsa en el súper los tomates, calabacines y algún pimiento. Pero tras un vistazo a la despensa, al frigorífico, y sobre todo, al armario de los productos de limpieza e higiene personal, por primera vez tomo conciencia del inmenso volumen de residuo que generamos en casa, de cuánto podríamos prescindir y cuánto reutilizar.

En una semana no pretendo llegar al nivel de Dawa Moru. Ella lleva más de una década viviendo en la filosofía del residuo cero y tiene formación en esta área y perfectamente interiorizados los tiempos. Hace compra y fabrica sus productos por lotes: en septiembre hace el jabón de todo el año; una vez al mes, el yogur; una vez al trimestre compra la carne a un ganadero navarro… Como bien dice, lo suyo es un estilo de vida más que una cuestión de hábitos. Pero sí da una serie de indicaciones factibles de llevar a cabo con un poco de planificación y que no precisan un cambio de vida radical. O eso nos dice.

Muestra la bolsita de plástico que ella y su familia ha generado en la última semana. «Y eso que nos hemos dado caprichos», confiesa. Me la llevo para tenerla como referencia.

La compra

Una de las claves a la hora de limitar el residuo plástico de un solo uso es hacer una compra responsable. Y en un inicio me da la impresión de que es lo que menos quebraderos de cabeza me va a provocar: llevar bolsas de tela para la fruta y la verdura; comprar las que no están envueltas en plástico; comprar a granel... Pero empiezan las dudas.

Dawa insiste en reducir referencias. Es decir, prescindir de los ultraprocesados, recurrir a productos de origen, comprados a granel y preferiblemente en comercio local, porque además de ayudar a pequeños productores, se evita la tentación plástica que existe en grandes superficies, donde prácticamente todo está envuelto en este material.

Arranca la experiencia, y me doy de bruces con una realidad que va a ser compleja. Salgo de casa a primera hora con todo un arsenal de bolsas de tela y tuppers, para ir a la compra al salir de trabajar. Tengo que comprar pescado, pechugas, carne picada, fiambre de pavo, queso… A diferencia de ella, tengo todos los recipientes del mismo tamaño, por lo que el volumen es importante.

Dawa insiste en la planificación, pero se ve que voy a tener que ir perfeccionando la técnica. Olvido en casa el almuerzo y la taza de café reutilizable, y tiro de máquina expendedora. Acabo de empezar y ya tengo el envoltorio de una chocolatina y un vaso de café sobre la mesa. Mal empezamos. Tenía la mente tan puesta en llevar todo lo necesario para la compra de la tarde, que había olvidado las pequeñas necesidades que pueden surgir en el trabajo a lo largo del día.

Acaba la jornada laboral, se me hace tarde y el plan inicial de ir a diversas tiendas, lo cambio por acudir a un supermercado para ganar tiempo. Elijo uno en el que sé que hay carnicería y pescadería. Entrego los tuppers para evitar el envoltorio plástico, y hasta ahí todo correcto. Compruebo que el pimiento verde a granel sale más económico que en malla, a diferencia de lo que sucede con las zanahorias. El bonito en tarro de cristal es más caro que el pack de latas, así lo dejo para momentos más 'especiales' y directamente prescindo de coger palitos de cangrejo para la ensalada o patatas fritas porque no encuentro alternativa.

Tocan los lacteos. En casa vivimos dos adultos y dos niños, por lo que el consumo de leche y yogures es bastante elevado. Hay yogures en vaso de cristal pero no es económico, así que la alternativa es comprar los tarros de litro. Algunos son de papel, pero incluso siendo de plástico es un envase que posteriormente podríamos reutilizar. Algo similar sucede con la leche. La botella de cristal que se vende en tiendas tiene un precio elevado como para el consumo que hacemos, y no todos los días tenemos tiempo para acercarnos a las máquinas expendedoras de leche, por lo que toca tirar de brik. No se pueden obviar las concesiones. La dificultad es que sean la excepción, y no la norma.

Higiene personal

En el apartado de la higiene y el cuidado personal, empiezo por poner encima del lavabo todos los productos que utilizamos en casa para tomar conciencia de lo que usamos diariamente. Alcanzamos la docena de botes sin demasiado esfuerzo.

Tengo presente el mantra de 'reducir referencias', es decir, limitar el consumo a lo necesario, pero observo los productos, pienso en qué puedo prescindir, y asumo que la necesidad es completamente subjetiva, y que este apartado me va a costar. ¿Qué hago con las toallitas de los niños? ¿Los pañales? ¿El desodorante? ¿O la mascarilla para el pelo?

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Visito una de las tiendas que me recomienda nuestro contacto de referencia. Es un pequeño comercio situado en Egia, y descubro un mundo del que había oído hablar, pero con el que había tenido poco contacto. La propietaria del local muestra una pastilla redonda y blanca. Es el champú y cuesta seis euros. Lo mismo con otra pastilla de 4 euros más rectangular que hace las veces de gel, limpiador facial y de manos.

Decido probar. Nada que objetar con el jabón, pero el champú deja el pelo algo más áspero y compacto que uno convencional. Siguiendo las indicaciones de Dawa, espolvoreo un poco de agua con vinagre para suavizarlo. No oculto que me generaba cierta reticencia el olor que pudiera dejar el vinagre en el cabello, pero lo cierto es que pasados unos minutos desaparece, y algo suaviza. Aún así, esta alternativa no me convence.

Comparativa de productos de higiene

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

Comparativa de productos de higiene

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

Comparativa de productos de higiene

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

Comparativa de productos de higiene

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

Algo similar sucede con la pasta de dientes o el desodorante. Hacen su función, pero son considerablemente más caros. Es cierto que quizás cundan más que los convencionales, pero es una cuestión que en una semana no da tiempo a apreciar.

Respecto al uso de pañales o toallas lavables para niños, defintivamente no encajan en mi estilo de vida. Hay que equilibrar la concienciación ecologista con ser práctico, y en este apartado gana lo segundo por goleada.

En el hogar

El armario de los productos de limpieza del hogar es una abominación plástica. Detergente, jabón de lavadora, lavavajillas, quita grasas, quitamanchas de color, para blanco, producto para el baño, para el polvo, limpiacristales, limpiasuelos... La lista es interminable.

Hemos normalizado de tal forma disponer de todo tipo de productos que no nos detenemos a pensar en su necesidad. Y la primera pregunta que me hago es si realmente se puede prescindir de alguno de estos botes y sustituirlos por otros más genéricos, pero garantizando una limpieza similar.

En el mismo comercio del barrio donostiarra de Egia donde compré el champú y el gel, descubro toda una colección productos de limpieza a granel, en líquido y ecológicos. Este establecimiento cuenta además con una veintena de botes vacíos para reutilizar por los propios clientes, sin coste adicional.

En casa tengo varios productos sin terminar, así que empiezo por adquirir la clásica pastilla de jabón para combatir las manchas, y preparo un poco de ese compuesto tradicional de limpieza para desinfectar distintas superficies a base de agua, vinagre y bicarbonato.

Comparativa del precio de

los productos de limpieza

La comparativa está realizada con los productos más utilizados

Sin evitar

plásticos

Evitando los

plásticos

6€/L

Detergente (lavadora)

3€/L

3,1€/L

Suavizante (lavadora)

2,30€/L

7,6€/L

Friegaplatos

2,90€/L

6€

Lavavajillas

3€/L

23 dosis

20 dosis

2,40€

Limpiahogar

2,60€/L

Para baños, suelos, azulejos...

25,1€

Total compra

13,8€

Sin evitar plásticos

25,1€

A granel, evitando los plásticos

13,8€

0

10

20

30

Si la comparativa se hiciera con productos de marca blanca, sería más cara una compra a granel

Comparativa del precio de

los productos de limpieza

La comparativa está realizada con los productos más utilizados

Sin evitar

plásticos

Evitando los

plásticos

6€/L

Detergente de lavadora

3€/L

3,1€/L

Suavizante de lavadora

2,30€/L

7,6€/L

Friegaplatos

2,90€/L

6€

Lavavajillas

3€/L

23 dosis

20 dosis

2,40€

Limpiahogar

2,60€/L

Para baños, suelos, azulejos...

25,1€

Total compra

13,8€

Sin evitar plásticos

25,1€

A granel, evitando los plásticos

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Si la comparativa se hiciera con productos de marca blanca, sería más cara una compra a granel

Comparativa del precio de los productos de limpieza

La comparativa está realizada con los productos más utilizados

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

6€/L

Detergente de lavadora

3€/L

3,1€/L

Suavizante de lavadora

2,30€/L

7,6€/L

Friegaplatos

2,90€/L

6€

Lavavajillas

3€/L

23 dosis

20 dosis

2,40€

Limpiahogar

2,60€/L

Para baños, suelos, azulejos...

25,1€

Total compra

13,8€

Sin evitar plásticos

25,1€

A granel, evitando los plásticos

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Si la comparativa se hiciera con productos de marca blanca, sería más cara una compra a granel

Comparativa del precio de los productos de limpieza

La comparativa está realizada con los productos más utilizados

SIN EVITAR PLÁSTICOS

EVITANDO PLÁSTICOS

6€/L

Detergente de lavadora

3€/L

3,1€/L

Suavizante de lavadora

2,30€/L

7,6€/L

Friegaplatos

2,90€/L

6€

Lavavajillas

3€/L

23 dosis

20 dosis

2,40€

Limpiahogar

2,60€/L

Para baños, suelos, azulejos...

25,1€

Total compra

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Sin evitar plásticos

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A granel, evitando los plásticos

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Si la comparativa se hiciera con productos de marca blanca, sería más cara una compra a granel

El resultado de la limpieza del hogar, utilizando productos ecológicos comprados a granel, o recurriendo a la tradicional pastilla de jabón es satisfactorio, cómodo y, a diferencia de lo comprobado con la compra, no supone un esfuerzo extraordinario, más allá de cambiar el lugar en el que adquirir los productos. La oferta va desde detergente hasta limpiador de vitrocerámicas, pasando por un amplio abanico de productos de todo tipo, por lo que es una buena vía para reducir y reutilizar el residuo plástico.

Reflexión final

Finalizo el reportaje con la pregunta del inicio. ¿Es posible vivir sin plásticos de un solo uso? Definitivamente, no. Ahora bien, ¿es posible reducirlos de forma considerable? Sí. Una de las mayores pegas, pero a su vez la bondad de vivir limitando el residuo plástico, es la planificación, sobre todo los fines de semana. Sin una vida calendarizada y ordenada, llevarlo a cabo es impensable, porque los imprevistos, la improvisación y lo más difícil de esquivar, la comodidad, son el peor amigo de los residuos plásticos.

El precio es más beneficioso en unos aspectos, pero más perjudicial en otros, y todo depende de si queremos adaptar nuestra vida a reducir el residuo plástico o queremos limitar el consumo de plásticos sin que nuestro estilo de vida varíe en exceso. Si nos decantamos por la segunda, seguramente el bolsillo lo note, porque inevitablemente buscaremos adquirir todos los productos que ya consumimos en su versión libre de plástico por lo general son más caros.

Y, por último está el factor del tiempo. O más bien, la falta de él. Recurrir a diferentes pequeños comercios para hacer una compra a granel, con producto de temporada y huir de los ultraprocesados, precisa de un tiempo que no se dispone a diario, y que cualquier cliente se ahorra yendo a un único establecimiento en el que la oferta es más amplia, como tienda ultramarinos, supermercados o hipermercados.

Siete días después de nuestro primer encuentro, volvemos a citarnos con Dawa Moru. Le invitamos a las instalaciones de DV, donde tenemos preparados tres montones de basura. El de mayor tamaño es el residuo plástico generado por mi familia en una semana; el segundo, el que hemos generado tratando de reducir el consumo de este material; y el tercero, lo generado por la familia de Dawa. Esta guipuzcoana mira el bodegón incrédula. «¿Todo esto en una sola semana?¿Cómo es posible? Ahora entiendo por qué veo a mis vecinos sacando diariamente bolsas al contenedor», subraya.

Comparación del montón de plástico generado por esta redactora durante una semana normal; otro limitando su consumo y un tercero, generado por Dawa Moru en su estilo de vida residuo cero. FÉLIX MORQUECHO

Al margen de la diferencia de volumen respecto a lo generado por la familia de esta guipuzcoana, que lleva toda una vida formada y concienciada con una filosofía de residuo cero, la principal evidencia que constato es que la contención en el consumo del plásticos de un solo uso es factible, pero requiere de esfuerzo, un cambio de hábitos, y un ejercicio de concienciación y convicción constante.

Créditos

  • Textos Estrella Vallejo

  • Vídeo Estrella Vallejo y Dani Soriazu

  • Narrativa visual Beatriz Campuzano e Izania Ollo

  • Fotografía Iñigo Royo y Félix Morquecho

  • Desarrollo Gorka Sánchez

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