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Premios Apartak
Carreras brillantes de cinco mujeres extraordinariasSon cinco vidas de mujeres extraordinarias, que han sido capaces de sobresalir en sus trayectorias profesionales y romper barreras de manera más o menos anónima. Las guipuzcoanas Juncal Arbelaiz, Nerea Hermo, Rebeca Aramburu, Patricia Muñoz y Purificación Alonso recibieron ayer los premios Apartak Apartak, promovidos por Laboral Kutxa, en colaboración la Diputación de Gipuzkoa y El Diario Vasco en su primera edición, unos galardones que nacen con carácter anual en reconocimiento al esfuerzo y profesionalidad de trayectorias femeninas que sirven de estímulo para futuras generaciones. Mujeres brillantes que pisan fuerte y que tienen mucho que decir. Al acto, celebrado en DV Gunea, acudieron representantes del ámbito institucional, cultural y empresarial, además de familiares y amigos que quisieron acompañar a las premiadas, visiblemente emocionadas. Durante las entrevistas, conducidas por periodistas de El Diario Vasco, las cinco galardonadas explicaron sus primeros pasos, los retos a los que se han tenido que enfrentar en sus entornos laborales y reflexionaron sobre el futuro de los jóvenes que quieren desarrollar su talento. «Si algo te gusta, a por ello», animaron.
Juncal Arbelaiz Ingeniera Industrial
La irundarra Juncal Arbelaiz llegó al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) de Boston con la intención de vivir seis meses al otro lado del charco «pero ya van ocho años», dijo entusiasmada. Se graduó como la primera de su promoción, obtuvo el Premio a la Excelencia Académica de la Universidad de Navarra y «su carrera ha ido como un cohete», según destacó su profesor de matemáticas de bachillerato del antiguo colegio Marianistas de Donostia, Jesús Mari Erauskin, una intervención sorpresa que emocionó a la premiada. La lista de reconocimientos es larga, pero ¿cuánto viene del talento natural y cuánto del trabajo duro?, le preguntó el periodista y jefe de Economía Jorge Sainz, encargado de conducir la entrevista posterior. «Creo que el talento es necesario pero no suficiente. La persistencia es muy importante en la carrera científica. Hay que saber tener tolerancia al fracaso y tener ese carácter curioso de seguir empujando», comentó Arbelaiz.
Precisamente esa curiosidad, esas ganas de expandir conocimiento y seguir aprendiendo fue lo que le llevó a plantarse en Boston para escribir su tesis. «Hice una pequeña investigación y una vez allí me encantó. Es gente muy apasionada, es la meca de la ciencia. Me atrajo mucho y me dije: 'Quizá la carrera científica puede ser para mí'. Preparé la solicitud para el doctorado (en Matemáticas aplicadas) y fui admitida. A día de hoy trabajo en la Universidad».
Durante la charla se habló de la fuga de talento, de la falta de perfiles cualificados, y en su caso, destacó «las oportunidades que te brindan ahí y lo ágil que es el ecosistema. No se si aquí hay algo así». No obstante, no descartó la posibilidad de trabajar en Euskadi en un futuro. De momento, «estoy pensando en mudarme a Europa», dejó caer esta irundarra, que dedicó el premio a sus aitas y a todas las personas que le ayudan a seguir creciendo. También a «todas las mujeres en el campo científico que han abierto camino a las que venimos por detrás», subrayó la premiada, que recibió el galardón de la mano de Nekane Navascues, directora de Banca Privada de Laboral Kutxa.
Trayectorias que desbordan emociónVer 18 fotos
Nerea Hermo Armadora y primera mujer vasca en completar los 'Six Majors'
Fiel a su cita con el asfalto haga frío, llueva o truene, la pasaitarra Nerea Hermo se levanta para correr cada día a las cinco de la mañana. Después atiende a sus hijos (es madre de tres) y se remanga para trabajar de armadora en el puerto de Pasajes, un ámbito en el que no abundan las mujeres. Pero ella parece no tener límites, tal y como destacaron quienes mejor la conocen. «Nada se le pone por delante; los retos son una motivación para ella y eso le hace ser una mujer extraordinaria», expresó su amiga Marta Arce a través de un vídeo.
Esta pasaitarra ha sido la primera mujer vasca en completar los 'Six Majors' (los 6 grandes maratones del mundo), Tokio, Berlin, Londres, Nueva York, Chicago y Boston. «Pero lo que cuesta es el camino hasta el fin. Cuesta levantarse, madrugar... pero hay que hacer bien las 'etxekolanak'. Y claro, después hay que atender a los niños, ir a trabajar...», comentó quitando importancia a los logros que atesora.
¿Si tuviera que quedarse con uno?, le preguntó el jefe de Deportes, Álvaro Vicente, durante la entrevista. No tuvo dudas. El maratón de Boston es el que guarda con especial cariño. «Tengo la medalla en la sala», dijo orgullosa. «Ahora me he puesto otro reto. He terminado la etapa maratón de asfalto y he realizado carreras de arena, como el maratón des Sables. Estoy superorgullosa de haberlo terminado». No es para menos. Son más de 250 kilómetros por la arena, cerca de 7 horas. «Íbamos a entrenar a Hossegor, al final La Concha se queda muy corta», bromeó esta mujer que también fue una de las primeras liebres femeninas de la Behobia-San Sebastián. «El domingo salgo de liebre de 2 horas y es algo que me hace mucha ilusión porque los que la realizan en menos tiempo ya saben correr, pero en ese grupo la gente no es corredora y necesita mucha ayuda y yo les voy aconsejando... Es algo que me llena un montón».
Además de gastar zapatilla, Nerea trabaja de armadora en el puerto de Pasajes, un «mundo muy de hombres, estamos solo tres mujeres y es algo fuera de lo común. Es muy duro pero en casa he tenido el ejemplo de la ama, una luchadora y una guerrera e intento seguir sus pasos». ¿El próximo reto? «La semana que viene viajo a Egipto a hacer otro maratón por las pirámides», comentó ilusionada esta mujer que dedicó «a sus hijos» el premio 'Apartak', entregado por Nerea Isasi, directora de Igualdad de la Diputación foral de Gipuzkoa. «Mi meta a seguir es parecerme a mi madre. Y a mis hijos les diría que luchen y peleen por lo que les gusta», expresó.
Rebeca Aramburu Piloto y primera mujer en ganar una prueba drift
«Cuando subí al podio miré a mi aita y me dijo: '¿Ves como podías?' Él siempre me ha hecho ver que puedo». Rebeca Aranburu se sinceró ayer tras recibir un premio que compartió de forma espontánea en directo con los miles de seguidores –40 mil seguidores en Instagram– que le siguen en las redes sociales bajo el usuario de 'rebetxiki'. «Bueno gente, mirad con cuánta gente estoy y qué pedazo de premio me acaban de dar», gritó feliz a los cuatro vientos. Esta donostiarra de 30 años es piloto de drift (las competiciones se puntúan basándose en la trazada y donde no se lucha contra el crono) y la primera mujer en ganar una prueba en esta modalidad del campeonato de España, una gesta que puso en valor uno de sus amigos y también compañero de equipo, Borja Cilveti, en un vídeo proyectado antes de la entrega del premio de manos de Amaia Enparan, directora de zona de Laboral Kutxa. «Es una mujer extraordinaria porque fue de las primeras y ha abierto camino a muchas».
Y es que cuando Rebeca comenzó a competir, las chicas se contaban con los dedos de una mano, recuerda. «Solo vi a una chica compitiendo y, tras de mí, otras dos», comentó durante la entrevista que moderó la periodista Macarena Tejada. Sin embargo, dice que «nunca» ha sentido «miradas raras ni preguntas extrañas» por ser mujer. «Al principio no se me tenía en cuenta pero no por el hecho de ser mujer, sino por ser la novata. Pero luego cuando empecé a ganar como que te hacen hueco». ¿Y cuando te quitabas el casco y veían bajar del coche a una chica? «Entonces sí que se sorprenden y además me ven tan pequeñita...», bromeó antes de salir rumbo a Calafat para participar en el circuito catalán como piloto oficial de drift para deleitar al personal con un 'show' en el que Rebeca se siente como pez en el agua.
Patricia Muñoz Doctora en Investigación Biomédica
«Todo lo que emprendes nuevo supone un punto de miedo porque puedes llegar lejos o fracasar», afirma la donostiarra Patricia Muñoz. Esta mujer es un ejemplo de que con valentía, curiosidad y amor por lo que uno hace se puede llegar a lo más alto. Es directora de Quatre Lab, empresa dedicada al control de calidad de la medicina génica, un puesto al que se presentó voluntaria, según rememoró Javier García Cogorro, presidente del Consejo de Administración y actual Tambor de Oro, durante su intervención. «Pensamos en quién podía liderar este nuevo proyecto y cuando se prestó pensamos ¡está loca!», bromeó al tiempo que destacó su enorme valía por levantar una idea, un proyecto y un equipo nuevo.
Muñoz, guiada por las preguntas de la periodista Verónica Melo, repasó sus inicios, cómo se marchó a Dinamarca a continuar con su carrera científica y las dificultades a las que se enfrentó en un país que desconocía hasta el idioma, aunque «irte fuera te ayuda mucho a crecer». La maternidad durante su estancia en Copenhague le hizo replantearse sus prioridades y la pandemia precipitó su vuelta. «Pero la razón no fue la maternidad, porque en ese sentido me dieron muchas facilidades y no tuve que renunciar a nada en el ámbito laboral. Y mi familia siempre me ha apoyado en todo, nunca han juzgado las decisiones que he tomado», señaló. Y terminó con un mensaje dirigido a las nuevas generaciones. «Que hagan lo que les guste, lo que les remueva por dentro. Si no tienes pasión por el trabajo no vas a llegar muy lejos». El premio, de manos de la diputada Eider Mendoza, lo dedicó «a mi familia y a todo mi equipo, ese es el mejor premio».
Purificación Alonso Primera chófer de Lurraldebus
Purificación Alonso se estrenó como conductora de Lurraldebus con 27 años. Por aquel entonces todos sus compañeros eran hombres. Ella, la única mujer. «Fue duro, pero muy bonito porque tuve grandes compañeros, muy buenas personas», afirmó Alonso, que se emocionó al escuchar a dos de sus compañeros. Recordó cómo acabó a los mandos de un autobús, «tenía una empresa familiar y yo hacía de comodín, de 2º conductor». También trajo a la memoria su primer día de conductora en el Goierri, donde 'debutó'. «Había mucha expectación en la calle. Tenía que hacer cada experimento en las curvas... Decían 'que llega a la curva con barandado, a ver si le roza'», contó, arrancando una carcajada entre los asistentes. La conciliación familiar con la vida laboral no fue fácil, «muchas horas en la carretera, el tráfico, el trabajar los fines de semana, Semana Santa, Navidades, agosto...», según relató. ¿Se arrepiente? La respuesta a la periodista Itziar Altuna fue clara. «No. Es algo que me alegra, de hecho. Yo me relajaba al volante; vas en un vehículo en el que te sientes grande. Y me siento orgullosa de haber sido pionera».
Se felicitó porque cada vez haya más mujeres conductoras y animó a las que han ido llegando detrás a que «sean valientes». El galardón, que entregó Arantxa Olaizola, directora general de comunicación de Laboral Kutxa, lo dedicó a sus amigos y a sus hijos de forma especial.
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José Mari López e Ion M. Taus | San Sebastián
Miguel González y Javier Bienzobas (Gráficos) | San Sebastián
Javier Bienzobas (Texto y Gráficos) | San Sebastián
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