Este control telemático no es una excepción. Ya disponen de él una treintena de presos y otros tres están localizados mediante llamada telefónica. Lo que sí resulta extraordinaria es la extensión de las pulseras a todo el grupo de tercer grado. Se trata de presos con delitos menores, a las puertas de la libertad condicional, que salen todos los días a trabajar y también duermen fuera el fin de semana, según indican las mismas fuentes.
Positivo en Zaballa
La medida, solicitada por la dirección del penal y que cuenta con los preceptivos informes favorables de Instituciones Penitenciarias, se ha tomado para limitar al máximo entradas y salidas diarias del penal, evitar así contactos y extremar la posibilidad de que se dé un contagio entre rejas, como ya ha ocurrido en la cárcel de Zaballa en Álava. El interno había tenido contacto directo con los ertzainas que custodiaban la habitación del Hospital de Txagorritxu en el que el preso estaba ingresado junto con otro recluso. Los dos agentes han dado positivo, si bien los presos ya habían vuelto a la cárcel.
Todas las cárceles han tenido que reconfigurar algunos espacios y adaptar las instrucciones de prevención ante el coronavirus. Una de ellas es poder contar con un espacio físico habilitado como zona de aislamiento en caso de contagio. En Martutene, ese espacio será el de la sección de tercer grado que queda vacía y en la que ya se está organizando los equipos necesarios en caso de tener que atender enfermos con coronavirus y tener que aislar a población sospechosa de contagio.
Una treintena de reclusos ya sale del penal con control telemático y ahora se extiende a todo el grupo de tercer grado
Las comunicaciones vis a vis no se han prohibido, pero sí se realiza un control básico a las personas que entran a la cárcel, a las que se les toma la temperatura, por ejemplo. Lo mismo para los presos que tienen permisos penitenciarios. «Se trata de no poner en riesgo la salud de la población reclusa», precisa una de las fuentes consultadas.
Las actividades con entidades y voluntarios del exterior han quedado suspendidas. Y se ha solicitado que las diligencias judiciales como juicios o careos puedan realizarse mediante un sistema de videoconferencia. También queda pendiente cómo actuar en caso de que un preso tenga que salir a una visita a un punto de encuentro para ver a sus hijos.
En cualquier caso, insisten las fuentes citadas, todas las medidas son temporales y se revisarán una vez se dé por superada la crisis sanitaria por el coronavirus. Sin embargo, ante la expansión del virus y la necesidad de contener los contagios, se han adoptado estas medidas de urgencia.
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