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Las vecinas de Oñati son las más longevas de toda Gipuzkoa y las cuartas de Euskadi. 87,6 años de media. Viven casi cuatro más que las de Intxaurrondo (Donostia), 84,4. En Elgoibar y Beasain la prevalencia de enfermedades respiratorias es la más alta de toda la comunidad autónoma, mientras que los distritos pasaitarras de Antxo y San Pedro son donde más cánceres se contabilizan entre los hombres guipuzcoanos. A escasos kilómetros de allí, el barrio donostiarra de Altza es donde más niños obesos hay del territorio. Tres de cada diez chavales menores de 10 años tiene un exceso de peso. El Antiguo, a seis paradas de Topo de allí, el que menos. Bidasoa es la comarca donde más se fuma. En Irun, por ejemplo, prácticamente el doble que en Azkoitia.
Estos son algunos de los miles de datos que se pueden consultar en el Observatorio de Salud, la herramienta del Gobierno Vasco que permite realizar una fotografía del estado sanitario de la población de Euskadi prácticamente barrio a barrio a través de varios indicadores. Para desarrollarla se nutre de los datos recopilados por Osakidetza y se siguieron las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a su vez se basa en el modelo empleado en Gran Bretaña, uno de los referentes mundiales en la materia. Así las cosas, se muestran los resultados de las 135 zonas de salud en las que el ServicioVasco de Salud tiene dividido Euskadi.
La esperanza de vida es uno de los datos más importantes que ofrece esta herramienta que monitoriza y evalúa la salud de la población vasca. En el caso concreto de Gipuzkoa, se observan diferencias importantes dependiendo del sexo. Los hombres que residen en el barrio donostiarra de Intxaurrondo son los que menos viven del territorio, una media de 78,5 años. Casi dos años menos, por ejemplo, que los vecinos de Gros (80,3). Diferencias muy llamativas entre habitantes de la misma ciudad que apenas viven a pocos kilómetros de distancia. En el extremo opuesto de la tabla se sitúa la zona oriental de la comarca de Urola Kosta, con 81,4 años de media en Orio, Zarautz o Aia.
En el caso de las mujeres, se da la circunstancia de que dentro de un mismo municipio hay vecinas con una esperanza de vida de hasta tres años y medio más corta que otras. Es lo que ocurre, por ejemplo, entre los barrios de Intxaurrondo (83,8) y Amara-Centro (87,2) en San Sebastián.
Por patologías, Gipuzkoa presenta unos indicadores bastante estándares en casi todos ellos. Sin destacar por tener unos valores ni muy elevados ni muy bajos. En todas las enfermedades menos una. Las vecinas de Elgoibar y Beasain son las que gozan de la peor salud respiratoria no solo del territorio, sino del conjunto de Euskadi. Se sitúan por delante de las de Ibarra y Azpeitia. Precisamente la localidad del Goierri es el segundo municipio con más casos de fallecidos por amianto de todo el Estado –38 personas por 100.000 habitantes–, una enfermedad que afecta directamente al sistema pulmonar.
Entre los hombres, en cambio, las áreas que concentran una mayor mortalidad son Zumarraga y Pasai San Pedro. No es de extrañar la aparición del distrito pasaitarra en este ranking si se tiene en cuenta que es el área con más pacientes de alto riesgo y con uno de los índices de privación socioeconómica más alto de Gipuzkoa junto a Errenteria. También presenta los valores de morbilidad más elevados entre todos los vecinos guipuzcoanos.
Solo en el primer semestre del año pasado 1.080 murieron por esta causa en el País Vasco, un 21,9% más que en las mismas fechas del ejercicio anterior, según un informe del INE.
Pero si hablamos de decesos, los tumores son la principal causa de muerte tanto en Euskadi como en Gipuzkoa.Están detrás de dos de cada siete muertes, según los últimos datos de la Agencia Vasca de Estadística, Eustat. Los distritos pasaitarras de Antxo y San Pedro son las zonas donde hay un mayor riesgo de morir debido a un cáncer, seguido del barrio donostiarra de Bidebieta, en el distrito este de la capital. La probabilidad es más baja en la zona oriental de la comarca de Urola Kosta (Orio,Zarautz y Aia) u Ondarreta en Donostia, uno de los barrios con una mayor renta económica.
Pero si el foco se pone en las mujeres la cosa varía. San Sebastián emerge como el municipio con mayor riesgo con barrios como Gros, Intxaurrondo, Parte Vieja o Bidebieta –que repite–, a la cabeza. También el área de Dunboa (Irun) aparece como uno de los más prevalentes en el ámbito oncológico. En el lado opuesto, prácticamente la mitad oeste del territorio registra una letalidad baja de enfermedades tumorales en féminas, con parámetros bastante similares entre comarcas como Debabarrena, Debagoiena o Goierri.
En clave femenina, las enfermedades del sistema circulatorio aparecen como la primera causa de mortalidad entre las vascas. Aquí la comarca de Urola Kosta es la que presenta los peores valores de Gipuzkoa, con las localidades de Zestoa, Zumaia yGetaria, a la cabeza. En este área, además, la mortalidad por patologías como la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares, los infartos o las arritmias afecta de igual manera a ambos sexos, aunque entre ellas es también elevada en el Goierri, concretamente en Lazkao u Ordizia. Por contra, la mejor salud en este ámbito la tienen las donostiarras y las irundarras.
El Observatorio de Salud permite visualizar también hábitos de vida más allá de la incidencia de diversas enfermedades. Es el caso, por ejemplo, de la obesidad infantil entre los menores de 10 años. Aquí ocurre que las áreas socialmente más favorecidas muestran mejores datos en lo que a exceso de peso se refiere. Así, se da la circunstancia de que en el barrio donostiarra de Altza tres de cada diez niños tengan sobrepeso, el doble de niños con obesidad que los que viven en la zona de Ondarreta y El Antiguo. También en Pasaia (Antxo y Donibane) y Errenteria más del 28% de los críos tienen más peso del saludable.
El distrito antxoarra emerge como una de las zonas con más menores obesos si se pone el foco también en las niñas, al igual que ocurre en Deba, donde el 22% de las menores de 10 años son obesas. Duplica, por ejemplo, los índices de obesidad de hasta cinco barrios de San Sebastián.
Otro de los parámetros que se pueden medir a través de la herramienta es la incidencia del tabaquismo en el territorio. En este ámbito las tasas de consumo son bastante parejas a la media de Euskadi, aunque sí son más elevadas en la comarca de Bidasoa si se atiende a la población masculina. De esta manera, se da la circunstancia de que en Dunboa (Irun) los hombres fuman prácticamente el doble que los vecinos de Azkoitia. Lo mismo que ocurre entre las mujeres de Pasai San Pedro e Ibarra o Amasa-Villabona, que tienen las tasas más bajas de tabaquismo entre las féminas.
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Los hábitos de vida son uno de los factores que influyen en la salud de las personas. Las mujeres de Errenteria y Eibar son las que practican deporte con mayor regularidad, y las de Legazpi, las que menos. En hombres, los menos activos físicamente son los vecinos de Urola Kosta (Zarautz, Orio, Aia...).
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