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«Este es un día de agradecimiento por todo el apoyo que tengo», dice Asun Casasola, madre de Nagore Laffage, la joven irundarra de 20 ... años que el 7 de julio de 2008 fue asesinada por Diego Yllanes en Pamplona. Han pasado 16 años y Asun, como tantas otras veces, se dispone a participar en una concentración en la plaza del Vínculo de Pamplona no solo para recordar lo que sucedió, sino para que no se olvide, que no es exactamente lo mismo. «El mundo tiene que saber que esto es real, que lo que le ocurrió a Nagore es algo que pasa, que existe», dice.
«Yo me acuerdo todos los días de Nagore», afirma su madre, que vive las fechas próximas al aniversario del asesinato «con nervios y con algo que se me revuelve por dentro». Tras la concentración de Pamplona se dispone a pasar unos días en un pueblo de Navarra alejada de todo. «El día 7 no quiero saber nada del mundo, me quedo en casa, no hago nada». El 8 participará en una concentración en Irun y después volverá a aislarse en su domicilio. «No quiero estar con nadie», explica.
La suya es una lucha contra el olvido, como lo que pretendió hacer Yllanes cuando invocó su derecho al olvido y, unos meses después del cumplimiento íntegro de su condena, solicitó a la Agencia de Protección de Datos y a Google la retirada de noticias relacionadas con los hechos por los que fue condenado a doce años y medio de prisión por homicidio. El pasado mes de marzo, la Audiencia Nacional desestimó esta petición. «Es un avance que a las víctimas nos dejen seguir hablando. Los que han matado estarán integrados y tendrán que hacer su vida, pero nosotros no vamos a olvidar», dice
En la concentración de este lunes en Pamplona participaron cerca de un centenar de personas. «Me siento apoyada, me dan abrazos», insiste Asun agradecida. Este año ha seguido visitando colegios de toda España para mostrar el documental 'Nagore', en el que la directora Helena Taberna habla de su hija y del proceso judicial que culminó con la condena de Yllanes. «Cuando los alumnos lo ven se quedan asombrados por lo que ocurrió. Quiero decir al mundo que esto pasa, no quiero que lo olvide; a mí esto me viene bien como terapia».
Que sigue ocurriendo es algo de lo que quedó constancia el sábado pasado, día en el que la violencia machista se cobró las vidas de cuatro mujeres y dos menores de edad. «Eso pasa casi todos los días, pero antes sucedía lo mismo y no se hablaba tanto de ello, las noticias pasaban más desapercibidas». De ahí la importancia de contarlo, recalca Asun Casasola.
El cuerpo de Nagore fue hallado envuelto en unos plásticos cerca de Pamplona. El cadáver había sido abandonado por Diego Yllanes, que hacía la especialidad de Psiquiatría en la Clínica Universitaria de la capital navarra. Estranguló a su víctima.
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