![Las residencias de mayores retoman los ingresos tras un año de parón por la pandemia](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202102/25/media/cortadas/sagrado-corazon-U30953722120FNH-R9MVe7pK8rzQESdYmgtyAkP-1968x1216@Diario%20Vasco-DiarioVasco.jpg)
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Las residencias de mayores de Gipuzkoa retoman los ingresos con el objetivo de reducir la lista de espera, que en estos momentos es de 719 personas. Los geriátricos del territorio se vieron obligados a paralizar las incorporaciones de nuevos usuarios con la llegada del ... Covid-19 en marzo, y hasta que la vacunación no ha minimizado los contagios -en estos momentos solo dos residentes en toda la red son positivo- la Diputación no se ha planteado reanudar los ingresos. La situación epidemiológica no ha dado tregua hasta ahora, pero con los casos aparentemente controlados en estos recursos, que desde hace semanas ven caer en picado los positivos, las primeras 200 personas de la lista se preparan ya para dejar sus domicilios, donde esperaban desde hace meses este momento, y entrar en la residencia correspondiente.
Con la incorporación paulatina de estos mayores dependientes a los centros residenciales, se aligerará la lista de espera, que pasará a ser casi anecdótica, con solo 500 mayores en casa aguardando su turno. Pese a que desde el departamento de Políticas Sociales apuntan que durante el año 2020 las solicitudes de entrada no han cesado, la realidad es que se han frenado por el temor al impacto del virus en estos centros. En mayo ya había 700 mayores apuntados para entrar en una de las 65 residencias del territorio y ahora la cifra es de 719. La diferencia con respecto al dato actual es mínima -solo una veintena de personas más-, si bien los ingresos urgentes han continuado durante toda la pandemia. Además, 168 residentes fallecieron en la primera ola y 154 en la segunda, lo que inevitablemente ha aupado el aumento de plazas.
En cualquier caso, con los usuarios y trabajadoras de estos recursos ya inmunizados contra el Covid-19, las residencias de Gipuzkoa retomarán su ocupación. Lo harán, sin embargo, con total precaución y una premisa clara: mantener el nivel de vacunación actual, que roza el 96% entre los mayores y el 81% entre el personal. Así, los 200 mayores que a partir de los próximos días ingresen en las residencias ya habrán recibido, al menos, la primera dosis de la solución de Pfizer/BioNTech, la que se suministra a este colectivo. El departamento que dirige Maite Peña se ha marcado el objetivo de no bajar de la tasa de inoculación lograda con la campaña, y para ello los próximos en entrar a un geriátrico se vacunarán antes, cuando aún estén en su domicilio. Será, eso sí, una decisión voluntaria, como viene ocurriendo hasta ahora, aunque la recomendación ante cualquier tipo de duda es la de ponerse la dosis.
La Diputación trabaja junto con el departamento vasco de Salud para proceder cuanto antes a la vacunación de estas personas y que se integren sin contratiempos en la vida de los geriátricos, que prevén flexibilizar las visitas y salidas próximamente. Bizkaia ya adelantó que a partir de la semana que viene los geriátricos vascos ampliarán los encuentros de los usuarios con los familiares a cinco por semana, aunque Gipuzkoa, de momento, no ha puesto fecha.
Los mayores que tengan un grado 3 de dependencia tendrán prioridad para los ingresos, si bien también se prestará atención al tiempo que lleve en lista de espera. Desde el comienzo de la crisis sanitaria el departamento de Políticas Sociales mantiene 450 plazas vacías «por seguridad» con el objetivo de garantizar los aislamientos y sectorizaciones. Además, más de 300 camas han quedado vacías por residentes fallecidos infectados de Covid-19.
Los únicos ingresos que se mantuvieron activos durante los peores meses de la pandemia fueron los de urgencia, que en todo momento han entrado sin vacunar. Restringiendo las incorporaciones, las autoridades buscaban frenar la entrada del virus y su expansión cuando las residencias se habían convertido ya en caldo de cultivo del 'bicho'. La estrategia se mantiene y los mayores que entren en esta situación desde ahora tampoco habrán recibido la vacuna con antelación. Se incorporarán cuanto antes, teniendo en cuenta que se trata de casos excepcionales. Los primeros días después de ingresar en el centro tendrán que estar en aislamiento. Posteriormente se les inoculará, pero convivirán con el resto de usuarios aun sin estar inoculados.
719 personas dependientes están en lista de espera para entrar en un geriátrico de Gipuzkoa.
200 personas podrán ingresar próximamente en los recursos del territorio.
500 de lista de espera. Cuando los próximos 200 dependientes ingresen en las residencias, la lista de espera pasará a ser anecdótica, de unas 500 personas.
Con la campaña ya en marcha en los mayores de 80 años que viven en sus domicilios y entre los usuarios de centros de día, que comienza hoy, llega el momento de inocular también a los primeros dependientes que forman la lista de espera. No obstante, los ancianos que quieran entrar en una residencia a vivir no serán los únicos que deberán seguir este procedimiento. El protocolo que se plantea para el personal es similar.
A las nuevas profesionales sociosanitarias que se incorporen a las residencias también se les ofrecerá vacunarse antes de empezar con sus labores. Cuando las autoridades recogieron las autorizaciones de las empleadas que querían inocularse, dos de cada diez rechazaron recibir la dosis. De este modo la Diputación no solo busca que las nuevas trabajadoras estén vacunadas, sino que también quiere aumentar el porcentaje de empleadas inoculadas. Por eso, tienden la mano a toda aquella profesional de residencias que en su momento no quiso ponerse la vacuna y que, sea por el motivo que sea, ha cambiado de opinión.
Más sobre residencias
Las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa volvieron a salir a las calles ayer para pedir «un nuevo convenio y mejores salarios» en un momento en el que, según denunciaron, la situación en los geriátricos es aún más difícil por la pandemia. Tanto ELA como LAB recorrieron ayer las calles de Donostia en el día 247 de huelga. «Las trabajadoras están sufriendo una carga física y emocional brutal y aún no tienen un convenio digno. Estamos hartas de dar y no recibir. La Diputación tiene que asumir su responsabilidad para que las trabajadoras tengan un convenio digno», dijo Janire Díez, del sindicato mayoritario ELA. El 4 de marzo hay convocado una huelga del sector de los cuidados y el 30 el personal de residencias volverá a movilizarse.
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