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A. Lerate
Lunes, 16 de diciembre 2019, 06:21
Donostia ultima ya los preparativos para celebrar la fiesta de Santo Tomás el próximo sábado, una jornada en la que las calles se transformarán en un gran mercado rural y el aroma a txistorra inundará todos los rincones. Lo mismo ocurrirá en Irun, Errenteria, Azpeitia, Hondarribia y Lasarte-Oria. Sin embargo, en otros municipios guipuzcoanos prefieren no esperar, tomar la delantera y celebrar su propia fiesta de Santo Tomás el fin de semana anterior a la fecha marcada en el calendario.
Es el caso de los pasaitarras. El sábado lo hicieron antxotarras y sanpedrotarras, mientras que ayer fue el turno de los vecinos de Pasai Donibane. Un año más, la plaza Santiago fue escenario de la multitudinaria feria que Itsas Mendi Elkartea celebró anticipadamente a orillas del mar, informa Elena Viñas. Centenares de personas visitaron los puestos en los que artesanos y productores locales mostraron al público su trabajo. Ese era el caso de Izaro Mariezkurrena y sus complementos de moda ideados bajo la marca de Maridomingi, Xatur Telletxea y sus bastones de madera, Arantza Sistiaga con sus labores confeccionadas con bolillos, y la miel y sus derivados creados por Aitor Zabala.
Los animales criados por Txartiku, Eneko Sein y el caserío Gaztelutxo atraían la curiosidad de los más pequeños de la casa, mientras que los adultos guardaban pacientemente cola a las puertas del edificio del antiguo ayuntamiento para degustar talos con txistorra acompañados de un vaso de sidra. No había mejor almuerzo con el que disfrutar de la actuación de los alumnos de Pasaia Lezo Lizeoa y posteriormente, la del grupo de dantzaris de Lintxua.
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Villancicos de ayer y hoy ponían banda sonora a una animada jornada en la que el corazón del casco antiguo de San Juan se llenaba de gente. La climatología acompañó los festejos que se prolongaron hasta primeras horas de la tarde, mientras los mayores de Aiton Amonen Aterpea realizaban una demostración de elaboración de compota. A ellos se sumaron jóvenes trikitilaris y la Banda de Música Konstantzia, la más antigua de todo el País Vasco.
Los escolares se encargaron de montar la fiesta ayer en Legazpi. El colegio Domingo Agirre ofreció su particular feria de Santo Tomás con la implicación de profesores, niños, padres, madres, abuelos... así como de los estudiantes del instituto Olazabal, informa Cristina Limia. «Es una actividad muy bonita, ya que además de reunir a toda la comunidad escolar en unas fechas tan cercanas a la Navidad, sirve para acercar a los niños al mundo del caserío, desde el colegio se organizan varias visitas previas a baserritarras y productores de la zona para que conozcan la labor que realizan y tomen conciencia de su importancia en nuestro entorno natural», explicaban ayer varias profesoras al pie de la feria que desplegó sus puestos durante toda la mañana.
Exposiciones de herramientas, frutas y verduras de caserío, jabones artesanales, txokos de elaboración de queso y cestas, talos recién hechos y castañas asadas hicieron las delicias de los asistentes. También el 'asto txu-txu', que dio paseos a los más pequeños en las inmediaciones de la plaza. «Empezamos a participar en la fiesta cuando nuestros hijos eran pequeños y aunque ya son mayorcitos, nosotros seguimos haciéndolo, se ha convertido en una tradición para nosotros», relataban varios padres al mando de los fogones de elaboración de talos. El único ausente en la feria de Santo Tomás legazpiarra fue el cerdo, que sí se sorteó como premio, pero de otra forma más práctica. Y es que desde hace años, el colegio optó por rifar un completo lote de productos de este animal, que el afortunado canjea en una carnicería del municipio. Ayer, la afortunada fue Maite Izquierdo con el número 762.
En Lezo también optaron por adelantar la cita para no coincidir con la vecina Errenteria, y la feria dio ayer el pistoletazo de salida a la temporada navideña. La feria de Santo Tomás se trasladó hace algunos años de la plaza del ayuntamiento a la plaza Karlos Saldise, para quedar a buen cubierto en caso de lluvia, y ayer ésta se mostraba abarrotada, especialmente al mediodía, informa Ayar Salazar. El buen tiempo animó a numerosos lezoarras a acercarse a la plaza en familia, con la vestimenta habitual de baserritarra, para poder así comprar los productos de los caseríos cercanos como Larraka, Olamarta, Matejuane, Hiribarren, Mihura y Juan Martindegi. Verduras, hortalizas y frutas de calidad y kilómetro cero. También aprovecharon, cómo no, para beber un vaso de sidra acompañado de talo con txistorra, mientras los niños podían entretenerse con pequeñas ovejas o cerdos. Artesanías y productos elaborados como foie o dulces conformaban la propuesta de los diferentes puestos.
La fiesta en Lezo está gestionada por las asociaciones de padres y madres de alumnos de la Herri Eskola y Pasai-Lezo Lizeoa, y ellos mismos fueron recorriendo los caseríos del municipio para ayudar a llevar los productos a la feria y que así todos pudieran participar. El alumnado de las escuelas, además, participó en la cita creando los espantapájaros para el concurso anual de 'txorimalos', que despertaron el interés de los asistentes y protagonizaron más de un 'selfie'. Los escolares también se encargaron de dar el toque musical con una serie de villancicos, y no faltaron ni la danza ni los txistularis.
En Usurbil la cita organizada por Noaua! Kultur Elkartea volvió a reunir a muchos vecinos alrededor del frontón, donde se pudo disfrutar de una bonita fiesta comiendo talos con txistorra, bebiendo sidra elaborada por los productores locales y degustando castañas, con el buen tiempo como gran condimento, informa Josu Aranberri. Como es costumbre, la sidra y la alubia fueron las grandes protagonistas de la fiesta celebrada en el frontón con sus respectivos concursos. Fueron 28 los productores que presentaron sus alubias al concurso, mientras que en el caso de la sidra participaron 19 productores locales. Juan Karlos Balerdi, del caserío Izarpe etxea, de Kalezar, y Joxe Manuel Lizarralde, del caserío Etxetxo, de Zubieta, fueron los ganadores de ambos certámenes, respectivamente. Pero también hubo diferentes puestos de alumnos de Udarregi ikastola, Aginagako Eskola Txikia, Alkartasuna Kooperatiba, 'Han goiko arrautzak', Orbeldi Dantza Taldea y Xua Gurasoekin Etxera herri ekimena, entre otros… Tampoco faltaron otros alicientes como el photocall de Noaua!, cuentos para los más pequeños o la actuación de los dantzaris de Orbeldi.
Diferentes ofertas que volvieron a satisfacer a los vecinos de estas localidades que, atraídos por el rico olor de la sabrosa y jugosa txistorra, se dejaron notar en una feria que anuncia la Navidad y que prepara los estómagos para lo que está por llegar.
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