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Cidetec y Naturklima. Un operario de Cidetectrabaja con una batería eléctrica en la sede delcentro tecnológico donostiarra. Michelena
Una segunda vida para las baterías de los coches
Medio ambiente

Una segunda vida para las baterías de los coches

Reciclado. Gipuzkoa estudia cómo reutilizar estas piezas de los vehículos eléctricos para almacenar energía solar

Miguel Ángel Mata

San Sebastián

Lunes, 6 de noviembre 2023, 01:00

Uno de los muchos retos que debe afrontar la industria de los vehículos eléctricos es qué hacer con las baterías cuando llegan a un punto de desgaste en el que no tienen ya la autonomía suficiente para seguir siendo utilizadas con la fiabilidad necesaria en un coche pero que, por sus características, sí podrían ser muy útiles en otras aplicaciones. Dado que en el fondo una batería no es más que un acumulador de energía con capacidad de ser recargado, uno de esos usos secundarios que primero vienen a la mente podría ser el almacenamiento de energía solar. Una actividad que, por su parte, tiene habitualmente el problema de no contar, precisamente, con sistemas de depósito suficientes ni adecuados.

De hecho, la cuestión del almacenamiento de toda la energía captada del sol durante el día y que acaba perdiéndose por no ser utilizada es una de las cuestiones que más ocupa y preocupa en el despliegue en Gipuzkoa de las comunidades energéticas. Esos proyectos por los que una cantidad de hogares, comercios o empresas se unen para recibir energía eléctrica procedente de paneles solares, con lo que logran que parte de su gasto energético provenga del autoconsumo y, por lo tanto, consiguen reducir su factura de la luz.

Retos complementarios

Buscar una segunda vida a las baterías de los vehículos e idear nuevos modos de almacenar la energía captada del sol

Buena parte de esos proyectos son de promoción pública. De hecho, 51 municipios cuentan con comunidades energéticas subvencionadas por el departamento de Sostenibilidad de la Diputación de Gipuzkoa, que aspira a cubrir todo el territorio en no mucho tiempo. A estas hay que sumar otras impulsadas por otras administraciones y las de iniciativa privada.

Para conjugar ambos objetivos –ofrecer una segunda vida a unas baterías perfectamente reutilizables y generar mecanismos de almacenamiento de energía solar para las comunidades energéticas que se están desplegando por el territorio– la Diputación impulsa un proyecto de desarrollo tecnológico cuyo objetivo es lograr que las baterías de vehículos eléctricos puedan ser reutilizadas con todas las garantías para el almacenaje de energía solar.

En Eskuzaitzeta

Este proyecto, que empezó a ver la luz en febrero con la firma de un acuerdo de colaboración entre la Fundación de lucha contra el Cambio Climático de Gipuzkoa (Naturklima), y el centro tecnológico donostiarra especializado en energía Cidetec, será presentado en las próximas semanas. En virtud de esta alianza, Naturklima cederá un espacio en sus nuevas instalaciones del polígono Eskuzaitzeta de San Sebastián para que ingenieros y científicos de Cidetec lleven a cabo allí estas investigaciones.

Más allá de descubrir cuáles son los ajustes y adaptaciones que habrá que hacer a las baterías de automoción para hacerlas lo más eficientes posible para nuevos usos, el objetivo último es también desarrollar en paralelo en Gipuzkoa toda una industria ligada al reciclado y reutilización de baterías, habida cuenta de que es un sector aún en fase muy embrionaria pero con unas expectativas de desarrollo colosales.

Expectativas

Son dos sectores con perspectivas inmejorables; aumentará la cifra de vehículos eléctricos y la de hogares con autoconsumo

Y es que aunque hoy son pocos los coches eléctricos circulando por las carreteras, y menos aún los que necesitan cambiar su batería, en el futuro esa necesidad se multiplicará exponencialmente y las baterías reutilizables se contarán por millones si se cumplen las previsiones de que el parque automovilístico estará copado en un futuro no muy lejano por vehículos eléctricos.

En paralelo, igual de incipiente es aún el despliegue de las comunidades energéticas. Pero como en el caso de los vehículos eléctricos, es previsible que las necesidades de almacenamiento se disparen a rebufo de la expansión de hogares adheridos a modelos de autoconsumo energético.

Se estima que la batería de un coche eléctrico debe durar, como mínimo, ocho años o 150.000 kilómetros, lo que viene a suponer unos 3.000 ciclos de carga. En ese momento, la capacidad suele haberse reducido en torno a un 20%-25%. Dicho de otro modo, opera al 75%-80% de como lo hacía al adquirir el vehículo. Además, llegados a ese punto, el proceso de degradación se acelera, por lo que a unas prestaciones inferiores se suma una reducción de la esperanza de vida, Es la razón por la que a partir de ese momento es recomendable proceder al cambio de la batería, aunque realmente todavía tendría bastante vida por delante.

«Una oportunidad»

El diputado de Sostenibilidad de Gipuzkoa y presidente de Naturklima, José Ignacio Asensio (PSE), considera que el potencial que representa el reciclado de baterías y «toda su cadena de valor» constituyen «una oportunidad para generar una nueva industria en Gipuzkoa», un territorio que está realizando «grandes esfuerzos para ser un referente en transición energética y en economía circular».

Así, apunta que «la recuperación al final de la vida útil de las baterías, de materiales de gran valor o su reutilización en otras aplicaciones o en procesos de remanufactura precisa de una robusta de red industrial de reciclaje que garantice la sostenibilidad y la circularidad de todo el proceso de recuperación. Somos plenamente conscientes de la oportunidad que se presenta para Gipuzkoa en el desarrollo de una estrategia global que incluya las infraestructuras y actividades tecnológicas necesarias para generar una industria de reciclado de baterías en toda la cadena de valor».

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