«Para Selectividad estudié más que nunca»

La debarra Irati de Anta rozó la perfección en la prueba de Selectividad. Con un 9,98 sobre 10, esta alumna del IES Elgoibar-Arreiturre BHI ha obtenido la nota más alta de entre los 12.107 estudiantes que se presentaron a la prueba de evaluación de acceso a la universidad (EAU) en todo Euskadi. La joven de Deba ha sido la mejor, pero la pelea por ese primer puesto estuvo muy reñida. La vizcaína Iratxe Ugartetxea se quedó a solamente dos décimas, 9,96, de alcanzarle.

Irati, que recibió la noticia disfrutando de su viaje de fin de curso en Malta, reconoce que este curso ha dedicado «más tiempo que nunca» a los libros y apuntes. Aunque ha estudiado mucho más de lo que hubiera deseado, tampoco «me he matado», aclara. Ha sabido compaginar sus estudios con las aficiones que practica desde hace tiempo. Por ejemplo, tener que estudiar no le ha impedido disfrutar de esos pequeños descansos haciendo ejercicio en el polideportivo o saliendo con sus amigos por Deba y Eibar. «No me he agobiado demasiado, lo he llevado bastante bien», confiesa.

Durante los primeros días de los exámenes de Selectividad estuvo en calma, sin demasiados nervios. Las últimas fechas, sin embargo, comenzó a notar la presión ante la incertidumbre de las notas. «Empecé a pensar en los números y en cómo iban a subir las notas de corte y comencé a agobiarme bastante», admite. Pero había hecho bien su trabajo, tal y como demuestra su marca, la máxima de todo el País Vasco.

Debarra de nacimiento, estudió en Luzaro ikastetxea y Mendata BHI en su localidad natal antes de volar del nido y comenzar su etapa de bachillerato en el Instituto de Elgoibar (IES Elgoibar-Arreiturre BHI). En este mismo centro ha completado en dos años el Bachillerato Científico por la rama de biología. Tras esos años de preparación, tiene todo listo para emprender su próxima aventura en Cataluña, donde cursará los estudios de Ingeniería Biomédica. Lo hará en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF), centro que escogió porque «era el único que tocaba todas las materias que me gustan. Física, biología, química y programación, en concreto».

La asignatura de matemáticas es la que más se le ha resistido este año a Irati. En cambio, la materia de química es la que más le ha gustado y la que menos le ha costado estudiar. Por este mismo motivo, en un principio se planteó elegir el grado de Química, pero temía «perderle el amor» y hartarse de esa materia al enfocar todos los estudios a ello. Al final, se ha decantado por el de Ingeniería Biomédica porque «se tocan todas las materias que me gustan y no solo una».

Más allá de su etapa universitaria, en un futuro a Irati de Anta le gustaría poder seguir por el camino de la enseñanza. Por ejemplo, le seduce dar clases de biología en Bachillerato. En caso de que no lograra este objetivo, tampoco cierra la puerta a la investigación, así como a cualquier oportunidad laboral que le pueda deparar el futuro. «Ya se verá».

Lo que sí tiene claro es que el próximo año se tomará sus estudios «con más calma», después de la «intensidad» del último curso. Aunque es consciente de que el grado que ha escogido «no es una carrera fácil». Después de este duro curso, «ya he estudiado lo suficiente, ahora solo quiero aprobar sin sacar unas notas buenísimas», admite.

La debarra se enteró el pasado viernes de su hazaña mientras se encontraba disfrutando junto con sus compañeros de un merecido fin de curso en Malta. «Llevábamos planeando este viaje desde principios del curso». Entre el jaleo de las notas y el del viaje a Malta, Irati aún no ha asimilado del todo la noticia: «Me parece muy irreal», confiesa. Aún no lo ha celebrado con los de casa, a quienes informó mediante una llamada. A pesar de ello «están muy contentos e ilusionados». A la vuelta de estas pequeñas vacaciones Irati no se relajará. En verano tiene pensado intentar conseguir algún trabajo cuidando niños para ganar «algo de dinero» e invertirlo en viajar tanto con sus amigos como con su familia.

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