«La sociedad aislaba a las mujeres que concebían de forma 'ilegitima'»

Eva García Magriña | Autora del libro 'Mujeres de barro, infancias de cristal'

Estrella Vallejo

San Sebastián

Lunes, 14 de junio 2021, 06:30

Eva García Magriña presenta este libro que llega una década después de que publicara en euskara 'Fraisoroko amak, Fraisoroko haurrak', que fue el resultado de ... la investigación que llevó a cabo gracias a la beca de Manuel Larramendi Kultur Bazkuna de Andoain.

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- ¿A qué personas estaba dirigida esta institución?

- En un inicio estuvo destinada a resolver la problemática de los embarazos surgidos fuera del matrimonio, y solo podían ingresar niños guipuzcoanos de padres desconocidos. Pero en 1913 se clausura la Sala de Maternidad de Tolosa y se traslada a un nuevo pabellón anexado a la Casa-Cuna. Así, se pasó a cuidar de los embarazos y partos, y se logró además aumentar el número de nodrizas internas, ya que si amamantaban a otro bebé además del suyo, recibían una compensación económica.

- ¿Quiénes eran esas mujeres?

- La concepción fuera del matrimonio afectó a mujeres de cualquier condición y clase, aunque ha sido mucho más dramático en lugares donde las religiones, rancias y machistas, consideraron esta cuestión uno de los peores pecados, instigando a la sociedad a juzgar, denostar y aislar a quienes tuvieron 'la desgracia' de concebir 'ilegítimamente'. Algunos embarazos surgieron en relaciones prematrimoniales, otros por ejercer la prostitución, y muchos, fruto de violaciones. Eran situaciones complejas que la sociedad simplificaba tachándolas de inmorales.

- ¿Qué sucedía con ellas una vez que daban a luz?

- La mayoría dejaba la institución con su hijo. Otras, tras cumplir el periodo obligatorio de lactancia, firmaban la renuncia. Y había un tercer grupo que no deseaba separarse de su hijo, pero que no tenía apoyo familiar, por lo que prolongaban su estancia como nodrizas o se les daba la oportunidad de salir a trabajar, aunque no siempre regresaban a por el bebé.

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- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido en estos diez años de investigación?

- La necesidad de ocultar, tanto de las madres como de las familias adoptantes. Miedos que con mentiras y engaños han vulnerado el derecho de muchas personas a conocer su identidad y las circunstancias que rodearon su separación parental.

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