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La tortuga 'Elkano' compartió este jueves protagonismo en la bahía de La Concha con el helicóptero que transportó las piezas necesarias para el inicio de las obras en el faro de la isla de Santa Clara. Lo más probable es que este animal no supiese ... lo que estaba ocurriendo a su alrededor hasta que, tras siete meses en cautividad, fue devuelta al mar.
La historia comenzó el pasado mes de marzo cuando fue hallada malherida en la playa vizcaína de Gorliz. La tortuga pesaba apenas 686 gramos, estaba deshidratada y presentaba falta de movilidad en la aleta trasera derecha. «Suponemos que vino desde Florida, arrastrada por la corriente del Golfo de México. Llegó al mar Cantábrico, se debilitó con las aguas frías y terminó varada en la playa», explicó Amalia Martínez de Murguía, coordinadora del área de biología del Aquarium. En un primer momento, el animal fue atendido en el centro de Fauna Silvestre de Bizkaia y después fue trasladado a las instalaciones del acuario donostiarra.
En Gipuzkoa, se comprobó a través de una radiografía que el galápago no había ingerido ningún tipo de plástico. Era probable porque las medusas son el alimento preferido de las tortugas, que habitualmente las confunden con bolsas de plástico. El ejemplar juvenil recuperado es una tortuga boba y tiene dos años. «Estos animales tienen una esperanza de vida de más de cincuenta años, pueden llegar a pesar 120 kilos y medir más de un metro», señalaba la bióloga donostiarra.
El objetivo del Aquarium siempre ha sido reintroducir el animal al medio marino. «Le alimentamos con anchoas vivas. Tras recuperarse, la introdujimos en un tanque de grandes dimensiones para que volviese a aprender a nadar», explico Lasaga. Tras alcanzar los 1.540 gramos, las dos instituciones encargadas de su recuperación decidieron devolverla al mar antes de que descienda la temperatura, que este jueves se encontraba a 20,2 grados. Los biólogos han decidido no implantar ningún tipo de chip al animal con el que poder conocer su ruta migratoria. «Podría molestarle».
El Aquarium fletó un pequeño barco pesquero para devolver al mar la tortuga. Se hizo a dos millas, por detrás de la isla de Santa Clara. Los biólogos buscaban así que el animal encontrase una corriente marina «que le lleve hacia Galicia, que baje hacia tierras africanas y de ahí a las cálidas aguas de Florida, que es de donde creemos que vino».
Los buceadores del Aquarium Arantxa Garmendia y Eneko Artola fueron los encargados de introducir a la tortuga en el mar sin mayor complicación. 'Elkano' rápidamente comenzó a aletear y se alejó hacia las profundidades marinas.
El Aquarium de San Sebastián es el segundo museo de Euskadi más visitado pero además es centro de referencia en conservación de tortugas marinas. Desde el año 2000, se han recuperado dieciocho ejemplares de tortuga boba que fueron rescatados en playas o por pescadores en el mar. En esos casos, el Aquarium se encarga de examinarlas, realizar un diagnóstico y se aplica el tratamiento adecuado hasta su recuperación y posterior puesta en libertad.
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