
«El trabajo comunitario mantiene limpio el monte»
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Un grupo de baserritarras de Abaltzisketa se encarga de desbrozar, reparar las alambradas y realizar otros trabajos porque «es la única manera de que nuestro entorno esté cuidado»Secciones
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Un grupo de baserritarras de Abaltzisketa se encarga de desbrozar, reparar las alambradas y realizar otros trabajos porque «es la única manera de que nuestro entorno esté cuidado»Este domingo, 15 de mayo, día de San Isidro, muchos baserritarras guipuzcoanos se reunirán en torno a una mesa para celebrar la festividad de su ... patrón. La preocupación por el bajo precio de la leche o la carestía del forraje como consecuencia de la sequía que están padeciendo en numerosas zonas de Navarra o Álava, una inquietud que comparten en el territorio pese a las lluvias de estos días, serán algunos de los temas que no faltarán en la sobremesa de ganaderos y agricultores. Son asuntos que hacen que cada año se planteen si merece la pena seguir con el oficio de sus padres, abuelos, bisabuelos... Con todo, hay algo que une a estos hombres y mujeres a la tierra que hace que sigan con una tradición y un estilo de vida.
Emilio Gorostidi es un claro ejemplo de ello. Prejubilado de una empresa de Tolosaldea, el ganadero de Abaltzisketa trabaja junto a sus hijos Egoitz y Adur en su explotación ganadera. Sus propios hijos dejaron sus puestos de trabajo en sendas empresas para criar sus vacas de carne y apostaron por seguir los pasos de Emilio, quien reconoce «este oficio no es el mejor del mundo ni el más fácil», pero aunque en una fábrica trabajaba bajo cobijo y fichaba, siempre soñaba «en poder dejar ese trabajo y tener un buen número de vacas con las que poder mantener mi familia».
Es un sueño que no se produjo hasta que se jubiló. «Entonces mis hijos también apostaron por la explotación pidiendo una excedencia en sus empresas». Pero como todo en esta vida, continuar con el proyecto, que fue elaborando desde joven, supone muchas horas de trabajo y dedicación. «Siendo ganadero no te aburres, siempre hay algo que hacer durante todo el día», reconoce Gorostidi.
A los trabajos de su explotación se suman los que realiza en el mantenimiento de los terrenos comunales de Abaltzisketa. «Desbrozar la argoma y maleza de las zonas de pastos, su quema controlada, mantener en buenas condiciones las alambradas, abonar la tierra, cuidar los abrevaderos», enumera. «Hay mucho por hacer si queremos que nuestras vacas pasten libremente en el monte de Abaltzisketa», cuenta mientras sostiene en su mano un papel blanco con diversas anotaciones. Gorostidi lleva el control de todas las horas, días y trabajos que ha realizado los últimos meses en esos terrenos de su pueblo, porque según señala Jon Zubizarreta, alcalde de la localidad de Tolosaldea, «este año, por primera vez, vamos a descontar de las tasas municipales que abonan los ganaderos y pastores las horas que inviertan en 'auzolan' y así compensar el esfuerzo que realizan. Permite que mantengamos limpio y en buenas condiciones nuestro monte».
Zubizarreta reconoce que «es el único modo de que la maleza no se apodere de la zona de pastos de nuestro pueblo o no haya problemas con la salud o la ubicación del ganado. Sin el trabajo de los ganaderos y pastores esto sería insostenible para un ayuntamiento como el nuestro. Los presupuestos para cerrar o reparar las alambradas que delimitan las zonas de pasto se disparan o son inviables, si en el mejor de los casos encuentras un grupo de trabajdores que tengan tiempo para llevar a cabo este tipo de trabajos. Si no llevaran a cabo trabajos comunitarios, el monte no estaría tan bonito como está ahora o las zonas que tanto transitan los mendizales».
A la dificultad de encontrar grupos de trabajadores que cierren el monte o desbrocen grandes extensiones, por su escasez y sobrecargo de trabajo, se suma la dificultad del terreno. «El acceso hasta muchas zonas del monte se tiene que hacer a pie porque no hay pistas en las que acceder en todoterrenos. Eso supone en muchos casos una hora para llegar y otra para volver. Sumále el esfuerzo que supone portar las herramientas y el material que se necesita para arreglar una alambrada o un abrevadero», destaca Zubizarreta.
Zubizarreta y Gorostidi son dos de los diez vecinos de Abaltzisketa que participan en la iniciativa del 'auzolan', que Emilio, el más veterano del grupo, ha conocido siempre en su pueblo. «Hace 50 años, cuando se cerró la zona que nosotros conocemos como Malloa y también en Malloa Zahar, se limpió y cerró por los vecinos de Abaltzisketa. Ahora hay muchos menos ganaderos, pero la gente joven tiene ganas de seguir manteniendo la zona en las mejores condiciones y eso es bueno para todos».
Gorostidi destaca que lo hace no solo por el descuento de las tasas, «nosotros sentimos nuestro el monte y lo cuidamos como si así fuera. A las horas de trabajo que realizamos hay que añadir el material que aportamos y el uso de las herramientas que cada uno llevamos de casa. Todo encarece nuestras horas en el monte si nos ponemos a sumar, pero lo hacemos creyendo que nos aporta a nosotros y a los demás. Por eso hacemos este duro trabajo».
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