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jon agirre
Jueves, 8 de abril 2021, 06:42
La situación varía tanto de un día a otro que ya no sabes qué esperar. Más aún en pueblos pequeños donde la transmisión se acrecienta». Lezo y Usurbil eran ayer las dos caras de la misma moneda. Ambas localidades saben lo que es estar ... en rojo por superar los 400 casos por 100.000 habitantes, y ambas han tenido «algún foco de 10-15» casos positivos que luego se ha extendido por el pueblo y que ha restringido su día a día. Tras haber salvado Semana Santa, sus limitaciones en Pascua se decidieron en el último minuto. Una por librar las restricciones, y otra, por caer en ellas.
El pasado viernes la situación no se presentaba demasiado halagüeña para Usurbil, que había superado la barrera de la zona roja con 428 casos, y la actualización de la lista de municipios afectados por las restricciones prevista para el martes –cierre perimetral y horarios para la hostelería– le pisaba los talones. Sin embargo, se salvaron con 396 casos, y ayer la situación seguía mejorando con 348 después de cinco nuevos positivos en los últimos cinco días.
«Pensábamos que estaríamos en rojo, ha sido una sorpresa y un alivio que los casos hayan bajado y estemos en naranja», afirmaban Eneko Arregi y Monika Gazpio. Sentados en una terraza de Usurbil aprovechando el buen tiempo que hacía ayer, no tenían demasiado claro a qué se debía el cambio. «El día a día en el pueblo ha sido bastante parecido durante la Semana Santa, no ha habido grandes variaciones. Quizá los casos que se dieron hace unas semanas han pasado ya el Covid-19 y no se han extendido más».
Agradecían poder haber disfrutado la Semana Santa «en la calle. Es verdad que la mayoría del pueblo se ha quedado, pero se han hecho planes para pasar el día. Ha sido difícil reservar en restaurantes cercanos». Lo secundaba Nahikari de Bordatxo Taberna. «Ha sido un alivio que no nos cerraran, sobre todo por los horarios. De haber sido así, solo con la terraza, el panorama hubiera sido muy distinto. La gente ha respondido y hemos funcionado muy bien».
Otro de los colectivos vigilados con lupa es el de los jóvenes. Intza Ruiz y Nahia Arbizu opinaban que «en general, las medidas se han cumplido. Lo que pasa es que somos un pueblo pequeño y si sales a la calle al final te juntas en el mismo sitio». Y eso, a su parecer, ha ayudado a la transmisión del virus. «Si uno trae el virus de fuera porque se ha contagiado en el trabajo o en otro lugar, luego lo transmites en casa o en la cuadrilla y en pocos días suben los casos».
Muy distinto era el ambiente de Lezo. La localidad ha vivido justo lo contrario. El viernes contaba con una incidencia de 279 casos y pocos vecinos esperaban estar en la lista de municipios en rojo que presentó el Departamento vasco de Salud. «¡Estábamos tan bien hace unos días! Es verdad que ha habido algunos casos, pero no pensaba que para tanto», comentaba Lupe.
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Y es que el martes los casos se dispararon hasta los 427 y la subida siguió ayer hasta los 444. Dueña de un establecimiento de lotería, lamentaba cómo puede afectar la situación a los mayores de Lezo. «Aquí vive mucha gente mayor que a ver qué hacen ahora. Dentro de los bares no, en la terraza tampoco que hace frío. A lo sumo un paseo, pero muchos casi sin salir de casa. Por ejemplo, mi padre». Y alertaba de posibles secuelas «en la salud mental, porque nos estamos acostumbrando a esto, nos ponemos límites a nosotros mismos y eso genera tristeza. Esperemos que para 2022 vayamos a mejor y recuperemos la 'normalidad' con amigos y familiares».
María Dolores y Casiano apuraban su paseo matinal comentando la situación. «Al estar Errenteria tan cerca es habitual que la gente de Lezo vaya. Y con un plazo tan amplio, seguro que algún caso viene de allí». Resignados ante la situación y las limitaciones, Casiano tiraba de ironía. «Por lo menos nos quedan las tiendas».
También intentaba mantener el sentido del humor en Sorgin Taberna. Sorprendidos ante la subida de casos «con las restricciones que ya teníamos», se mostraban críticos con los horarios. «No tiene lógica. ¿Se supone que de la mañana al mediodía hay contagios pero luego no? Es una faena, si vieras la caja que hemos hecho esta mañana... Ni para cubrir gastos. Esperemos que sea por una semana».
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