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No se ha vuelto loco. Si ayer por la mañana, entre las 10.45-11.00 horas, notó un temblor mientras trabajaba, limpiaba la casa, desayunaba o dormía, no se lo imaginó. No está solo. Decenas de conciudadanos más lo sintieron. Fueron dos pequeñas sacudidas, ... en dos-tres segundos, que causaron la extrañeza de muchos. Sin embargo, hasta ahora nadie las ha podido confirmar como un seísmo ni responder a la pregunta de a qué se debió.
Los bomberos y la Ertzaintza recibieron varias llamadas alertando de un posible temblor en San Sebastián, en zonas como Miramón o Igeldo, y en localidades del alrededor. Este periódico también recogió correos electrónicos, llamadas y mensajes a través de redes sociales que avisaban de lo que aparentemente había sucedido desde Trintxerpe, Irun, Deba o Urnieta. Un trabajador del polígono industrial de Itziar transmitía que «estábamos en la fábrica y lo hemos notado bastante, estábamos flipando porque creíamos que era el viento o el ruido de la fábrica, pero después hemos visto que ha sido realmente un temblor». Y la responsable de una tienda, al lado del Parke Araba en Donostia, aseguraba que «la puerta se ha movido muchísimo».
Sin embargo, tras contactar con los expertos, ninguno pudo confirmar que lo que había pasado se correspondía con un terremoto. Álex Franco, responsable del área de geología y minería del Ente Vasco de la Energía, explicaba que «la escala de la intensidad mide lo que se nota, los efectos que mide un seísmo. Empiezan a notarse cuando son de casi tres de magnitud, dos y pico-tres. A nosotros nos llegan avisos cuando los seísmos son superiores a uno», e informaba de que, a pesar de las llamadas de varios ciudadanos, «las estaciones de medida local no han identificado ningún movimiento», para apuntar que «son mucho más sensibles que lo que pueden captar las personas». El único sismógrafo que detectó el movimiento fue el de Abbadia, en Hendaia, según informó el teniente de alcalde de la localidad.
Desde el Instituto Geográfico Nacional, con quien también contactó el coordinador del 112 vasco, expresaban que tampoco habían identificado nada. «Ha habido un seísmo de 1,4 en los Pirineos, en la zona de Pau, pero ni siquiera se tiene que notar en San Sebastián».
Ante la respuesta de los expertos, el Ente Vasco de la Energía, como hipótesis, planteaba que el temblor podría haber sido provocado por algo aéreo. AENA no tuvo constancia de ninguna incidencia, aunque apuntaba que si se hubiese tratado de un caza del ejército, no podría acceder a ese tipo de información.
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