El Orangután, también conocido como el 'Humano del Bosque', ha perdido gran parte de su hábitat en las islas de Borneo y Sumatra, en Indonesia. En el primer archipiélago se estima que quedan unos 50.000 ejemplares —de la especie Pongo pygmaeus— y en el ... segundo unos 14.000 —Pongo abelii—. Se trata de las dos únicas poblaciones que sobreviven en el mundo y todos ellos «cabrían en un campo de fútbol», advierte Karmele Llano, veterinaria y activista vasca en la protección de estos primates.
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Llano, veterinaria bilbaína, suma más de 17 años de experiencia dedicados a la conservación de los orangutanes en Borneo, a través de la Fundación International Animal Rescue (IAR) Indonesia. Ganó el año pasado el Premio Mundial a la Conservación de la Biodiversidad de la Fundación BBVA y participa hoy en los Cursos de Verano de la UPV/EHU en Donostia, donde expondrá las claves de su trabajo para comprender «la importancia del rescate, protección y recuperación» de este simio.
Entre 1999 y 2015, más de 100.000 orangutanes de Borneo desaparecieron debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, la caza furtiva y el comercio ilegal de especies salvajes —las tres grandes amenazas para la supervivencia de este primate—. Llano pone de manifiesto que la deforestación de los bosques de Indonesia para obtener aceite de palma o los incendios causados por el cambio climático «hacen más fácil la caza furtiva» y «el tráfico ilegal de estos animales» que quedan desprotegidos y más accesibles y que son utilizados como «especies exóticas en países lejos de Indonesia o animales de zoológico». Por todo ello, si no se pone freno a estas amenazas, se calcula que para 2025 el 82% de su población se habrá extinguido. Ante esta situación, la veterinaria advierte que «cuando una especie se extingue se pierde un equilibrio» en la biodiversidad.
En el caso de los orangutanes, la bilbaína señala que son «una especie paraguas», por lo que «si se les protege a ellos, se protege a otras muchas especies de su mismo 'home range' (área geográfica utilizada por un animal durante sus actividades normales)». Así, cuidar a este gran primate, conlleva proteger el entorno natural de Borneo y toda su biodiversidad. «El orangután es un animal que también contribuye a la dispersión de semillas. Son ellos los que consiguen que bosques como el de Borneo tenga tanta biodiversidad de plantas y árboles», explica la activista.
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En este sentido, el esfuerzo que se lleva a cabo en IAR Indonesia por la protección de este animal persigue el fin de «evitar que este problema persista». Karmele Llano explica que trabajan desde el rescate y recuperación de orangutanes que han sido víctimas de tráfico ilegal de especies —para devolverlos a su entorno—, hasta la protección del hábitat, ya que la pérdida de este «es la mayor amenaza que sufre el orangután». Además, la organización internacional ha creado un programa de apoyo a la sanidad, la educación y el empleo de las comunidades indígenas locales para frenar el deterioro del ecosistema en Borneo del que dependen estos grandes simios.
IAR Indonesia impulsa en comunidades locales el desarrollo económico sostenible para así «asegurarse de que tienen lo mínimo para vivir y no depender de recursos naturales». Las comunidades indígenas de Borneo tienen al orangután de primera mano, en su entorno y su día a día, por ello «juegan un papel muy importante en su conservación y protección. Si no sabemos colaborar con estas comunidades o persuadirlos para que trabajen en su protección es muy difícil protegerlos», explica Karmele.
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El primer paso para atesorar la biodiversidad, comenta Llano, pasa por «preservar los bosques que todavía nos quedan», ya que «todavía tenemos mucho por perder y es importante poner esfuerzos en proteger bosques tanto en Indonesia como en Euskadi. Son nuestro medio de vida y sin ellos no podemos vivir». Así, conservar su fauna también contribuye a la preservación del entorno natural. No obstante, la veterinaria lamenta que «no se está haciendo lo suficiente». La activista explica que los bosques de Indonesia son importantes a nivel mundial ya que «son sumideros de carbono y oxígeno» y, por tanto, «son vitales en el freno del cambio climático». La intervención en Borneo, añade la veterinaria, «nos beneficia a todo el mundo».
Los esfuerzos de concienciación y educación también forman parte de la hoja de ruta por preservar la biodiversidad de la isla indonesia. «Es importante que entendamos que lo que ocurre allí es producto y consecuencia de nuestros actos y nuestra forma de vida en el primer mundo, en Occidente. Lo que hacemos en un lugar tiene impacto en otro y los lujos tienen una consecuencia ambiental muy grande», denuncia Llano.
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