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La última causa pendiente contra el violador en serie de Gipuzkoa, responsable de más de una decena de agresiones sexuales cometidas en el territorio entre 2012 y 2019, no llegará a juicio después de que haya aceptado una condena de 7 años y medio de ... cárcel por la violación a una familiar cometida en Ordizia en 2017. Con esta última G.G. Coman ya ha sido condenado por ser agresiones sexuales, que suman un total de 46 años y medio de prisión.
En una audiencia preliminar que ha tenido lugar este martes en la sección primera de la Audiencia de Gipuzkoa, la Fiscalía, la acusación particular y la defensa han alcanzado una conformidad por la que se le imponen 6 años y medio de prisión por un delito de abuso sexual con penetración, en concurso con un delito de allanamiento de morada; 540 euros de multa por un delito de lesiones leves; y un año de cárcel y 2.160 euros de multa por un delito de revelación de secretos y vulneración de la intimidad.
Además, se le impone una libertad vigilada por un periodo de 10 años, y 60.000 euros de indemnización para la víctima. Para ratificar el acuerdo el acusado ha reconocido los hechos y aceptado la condena durante la vista, que ha seguido por videoconferencia desde la cárcel de Dueñas, en Palencia, donde cumple condena. No obstante, no ha querido hacer uso de su última palabra, como sí hizo en los anteriores juicios.
Así, Coman ha reconocido que el 17 de junio de 2017, sobre las 5.20 horas de la madrugada, entró en la vivienda de la víctima con una copia de las llaves que tenía. Conocía a la chica, ya que era la esposa del primo de su mujer, y residía en el portal contiguo. Sabía que su marido había salido a trabajar a las 5.00, ya que trabajaba para él, y que por tanto se encontraba sola en casa.
Ella estaba durmiendo en la cama y aprovechándose de ello, anuló su voluntad usando cloroformo. Cuando se encontraba ya inconsciente la penetró vaginalmente, para eyacular después encima del colchón. Antes de abandonar la vivienda, le hizo una fotografía desnuda, que guardaba en uno de los pen-drives que incautó la Ertzaintza cuando fue detenido por otra violación en 2019.
Cuando la víctima despertó «tenía la sensación de que no podía respirar. Había un olor fuerte». Además, tenía la sensación de que «había un hombre de negro» en su habitación. Estaba con la camiseta subida, sin ropa interior, y con la cara «muy roja e hinchada». La mujer llamó a su marido, pero este le dijo que no podía acudir ya que estaba trabajando, por lo que avisó a su prima, mujer del violador, que fue la que la trasladó a Urgencias de la Clínica de la Asunción de la localidad de Tolosa.
Según explica su abogada Cristina Ramos, letrada de la asociación Clara Campoamor que ha representado a todas las víctimas del violador en serie, el acuerdo es «satisfactorio», ya que evita «a la víctima el dolor de tener que enfrentarse al juicio, algo que quería evitar». No solo a ella, «el resto de chicas reviven todo cada vez que se celebra un juicio». «Lo importante es que ya tiene muchas condenas», destaca Ramos.
Un total de seis condenas pesan ya sobre G.G. Coman, que suman 46 años y seis meses de prisión. Esta varón, padre de familia natural de Rumanía pero afincado en Gipuzkoa desde hace años, fue detenido en 2019 tras violar a una joven en su casa en Beasain. Por este caso fue condenado a 12 años de cárcel. Fue el caso que permitió detenerle y relacionarle con todos los casos de agresiones que llevaban años sin resolver.
En el segundo juicio fue condenado a 9 años de cárcel por violar a una joven el 1 de enero de 2015 en Lasarte-Oria, cuando regresaba a casa tras celebrar la Nochevieja. Le asaltó por la calle, la durmió con cloroformo y la violó cerca de su portal. El último juicio reunió a tres casos, dos agresiones en grado de tentativa, ya que no logró consumar, y una violación. El primero se produjo en Andoain en 2012, y los otros dos en la carretera de Irura a Anoeta en septiembre de 2012 y 2013. El primer año intentó violar a una joven y no lo logró. Al año siguiente volvió al mismo lugar y, usando cloroformo, logró su objetivo. Fue condenado a un total de 18 años de cárcel.
En este último caso, tras alcanzar un acuerdo, ha sido condenado a 7 años y medio de prisión.
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