¿Bronceador, colorete o iluminador?

Para ello qué mejor que desvelar los productos 'top' iniciando y perfeccionando el modo de empleo. Recuerda que el formato crema se aplica antes que los empolvados. De no ser así, estarás «destrozando» el maquillaje.

En segundo lugar, y suponiendo que el formato de todos sea el mismo, a la hora de aplicar los productos en crema (nuestros favoritos), los pasos serán los siguientes:

Siendo la base de maquillaje una de las principales claves del éxito para obtener uniformidad y homogeneidad, la crema bronceadora es imprescindible, uno o dos tonos más oscura. El objetivo es lograr un resultado similar al producido por el sol en nuestro cutis. Su uso no debe ser coincidente. Es aconsejable aplicarlo en zonas como las sienes, los bordes del tabique de la nariz, sobre el mentón y en los pómulos. Para ello, puedes emplear una brocha o una esponja, e ir difuminando hasta que quede integrado. Te sugerimos el 'Laguna Brozing Cream' de Nars y alguna de las esponjas de Beauty Blender.

En el caso del colorete, el tono puede variar desde los rosados hasta los anaranjados pasando por los rojizos. De cualquier manera, debes tener en cuenta la forma de tu rostro a la hora de aplicarlo. Aunque se recomienda que se extienda alrededor de la zona del pómulo pudiendo trabajarlo hasta el extremo del ojo, puedes manejarte con una esponja o con los propios dedos gracias a pequeños toques para que así se fusione con el bronceador. Nuestro favorito es el 'Pot Rouge' de Bobbi Brown.

Y qué mejor que apostar por un iluminador en tonos dorados combinados con destellos rosados. Si deseas tener luz en el rostro, no pueden faltar unas gotas de 'highlighter' en zonas estratégicas como la puntita de la nariz, el arco de cupido y los pómulos. Puedes servirte de algún pincel o de los dedos realizando ligeros toques. El 'Magic Luminizer' de RMS Beauty es todo lo que necesitas para deslumbrar allá donde vayas.