Los efectos beneficiosos de aplicar hielo en el rostro

¿En cuántas ocasiones hemos amanecido con la cara hinchada, con un aspecto que refleja cierto cansancio y con unas ojeras muy notables? Seguramente más veces de las que nos gustaría. Si te dijera que existe una solución sencilla, accesible y natural para disminuir estos signos visibles de fatiga, probablemente pensarías que se trata de algún tratamiento costoso o de algún producto lleno de químicos. Sin embargo, la respuesta es más simple y accesible: el hielo, sí has leído bien, un cubito de hielo y voilà.

Son muchas las celebridades que han implementado el frío en su cuidado facial y que han ratificado los resultados que genera la aplicación del hielo sobre el rostro. ¿Te animas a probarlo y a descubrir sus beneficios

Existen varias formas para masajear la cara con el hielo. Por un lado, la aplicación directa de los cubitos por el rostro, pero eso sí, cubiertos con una toalla de papel para evitar quemaduras.

Una vez recubiertos, pásalos por todo el cutis haciendo hincapié en las zonas más inflamadas, así como la zona de las ojeras y párpados, debido a la retención de líquidos que se produce durante el sueño. Para hacerlo de manera efectiva, asegúrate de hacerlo durante uno o dos minutos y... ¡Cuidado! No mantengas el cubito de hielo en una zona determinada por mucho tiempo para evitar daños.

Por otro lado, puedes hacerte con un 'ice roller'. ¿De qué se trata? Te lo contamos. Consiste en un rodillo que se enfría en el congelador y se utiliza para masajear el rostro. Una herramienta refrescante y muy popular por sus resultados en revitalización facial.

Por último, otra forma de ayudar a desinflamar tu cara consiste en sumergirla en un recipiente con agua y hielo. Es una opción muy útil, pero es importante realizarlo durante periodos breves (20-30 segundos), para evitar posibles daños en la piel por la exposición prolongada al frío.

El momento ideal para masajear tu rostro con hielo es por la mañana, ya que el frío es excelente para reducir la hinchazón y las ojeras. Además, activa la circulación sanguínea, aporta una sensación de frescura y vitalidad, y mejora el aspecto de una piel exhausta.

No obstante, también puede aplicarse antes de acostarnos, aunque no es tan habitual. Consejo de experta: es importante evitar aplicarlo justo antes de ir a dormir, ya que la sensación del frío en el cutis podría dificultar la conciliación del sueño. Por ello, se recomienda hacerlo, al menos, una hora antes de ir a la cama.

¿Conclusión? Su aplicación correcta tiene innumerables beneficios. Destacan la desinflamación, la mejora de la circulación y la sensación de frescura inmediata dejando la piel más tersa, luminosa y descansada. Cabe subrayar que esta técnica hay que complementarla con una buena hidratación, una comida equilibrada y un buen descanso, ya que si esto no se da, de poco servirá este 'beauty hack'.