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«Ella es, lo sé, la casa que tanto yo busqué. La vida que quiero proteger. Ella es, no hay más. Ahora mi guerra quiere paz. El tiempo al fin deja de correr», dice la letra de la canción 'Ella es' de Jorge Drexler. Unas ... líneas que resumen a la perfección el relato de dos mujeres con un destino en común.
Y es que hay muchas parejas, sí. Enlaces matrimoniales, también. Pero personas que nos atrapen a primera vista por su estilo y saber hacer no tantas. Esta es la historia de amor de la psicóloga Daniela Corao y la chef, Ana María Fanianos. Una pareja de venezolanas que esta semana ha sellado su amor ante la atenta mirada de sus allegados. «12 años de intensa amistad y 3 años de relación de pareja acreditan este proyecto de vida que hemos empezado a construir», subraya Daniela. «Ha sido un camino muy bonito con sus vaivenes. Ani siempre tuvo claro que lo nuestro era mucho más intenso que una amistad. Yo tuve que emigrar primero y pensármelo después. Pero en 2019 fue servidora quien le propuso oficializar nuestra relación con anillo y una vida en común. Y en ese momento el amor de mi vida cogió sus maletas y se vino a San Sebastián», desvela Corao.
Ella es luz y así lo corroboró cuando pisó la notaría de Javier Oñate, con sus oficinas ubicadas en uno de los edificios más espectaculares del paseo de Francia. Portando un vestido confeccionado en neopreno, de estilo trapecio, sin mangas, con bolsillos, cuello redondo y largo hasta las rodillas, enamoró a propios y a extraños. La capa en neopreno con cinturón, de doble botonadura y bolsillos, con capucha desmontable y largo a media pierna deslumbró a los privilegiados que tuvieron el honor de acompañar a la pareja. El estilismo lo remató con unos espectaculares guantes-manga firmados también por MM6 Maison Margiela para Manila y un collar 'Minimal' creado por Helena Iturralde. «Cuando tenemos algún evento especial, siempre acudimos a ella. Sus colecciones son geniales y su trato exquisito. El día de nuestra boda quería su asesoramiento y su concepto de la moda plasmado en mí. Fui con unas botas negras de piel y le pedí que a partir de ahí construyera mi look. Dicho y hecho», añade Daniela.
Ani, por su parte, apostó por el abrigo 'Yudoma' verde de lino en alto gramaje de Limo para Manila. Con botonadura básica, cuello camisero, cuatro bolsillos y largo a media pierna, destacó por su sencillez y funcionalidad. El top 'Kolyma' con cuello mao, cuatro botones, pliegue delantero, manga francesa y una parte trasera con un encuentro central más largo que el delantero -también de Limo- complementó la parte superior del 'outfit'. El pantalón 'Lenny' en terciopelo elástico beige de cintura con goma de dos bolsillos y línea curvada remató un singular estilismo. «Queríamos hacer algo muy íntimo. Rodeadas por nuestros amigos y familia, disfrutando de una exquisita comida en el Restaurante Laia de Hondarribia y con la post boda en La Mila Milanesa», destaca Ani, propietaria del conocido restaurante donostiarra.
Cabe recalcar que esta corriente de looks conceptuales e informales es una tendencia al alza. Una puesta en escena 'cool' con el «menos es más» por bandera. Y en este caso, los 'outfits' y el tipo de celebración de nuestras dos protagonistas escenifican la pasión por lo 'minimal', la sofisticación, el 'savoir faire' y el amor por los pequeños detalles. «Ella es la paz de mi guerra y esta boda es la muestra de nuestro ser y de lo que nosotras entendemos por una vida en común», concluye Daniela.
Larga vida a esta pareja.
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