Secciones
Servicios
Destacamos
Tras el huracán por la ruptura del acuerdo por el vestido de boda entre Tamara Falcó y Sophie et Voilà, este jueves llegó uno de los momentos más esperados por todos los que están siguiendo este culebrón sin final (feliz no, desde luego). La polémica generada por el comunicado emitido por Sophie et Voilà el pasado martes tuvo su réplica en 'prime time', en un ecosistema cómodo para ella como 'El Hormiguero' de Pablo Motos y con todos los focos centrados en su persona. La marquesa de Griñón no dudó en contar su versión de los hechos y cargar contra la marca vizcaína, desvelando algunos datos que hasta la fecha se desconocían.
Vayamos por partes. Era el propio Motos quien arrancaba la tertulia de los jueves con la frase «Hay una alarma nacional, estás sin vestido de novia». Tras beber agua y recibir el aplauso del entregado público, la hija de Isabel Preysler empezó su relato: «Yo tenía en mente un vestido desde hace mucho tiempo. De hecho es algo que yo conté aquí. Mientras buscaba uno para la boda de mi hermana encontré un diseño que me fascinó, se lo enseñé, no le gustó y pensé que podría ser perfecto para cuando yo me casara». Tras contextualizar el origen de su «flechazo» prosiguió el discurso destapando más datos: «Yo tenía esa inspiración y cuando las diseñadoras fueron a casa de mi madre, nos dijeron que les encantaba y que ellas me lo harían».
«Durante la primera prueba nos cautivó. Fui con Juan Avellaneda y Blanca Unzueta, y los dos salieron encantados. Tanto es así que vine a 'El Hormiguero' y os dije que todo había ido fenomenal. Que la propuesta era mejor que la inspiración», añadió. Y he aquí el quid de la cuestión porque, según la versión de Tamara Falcó, en el momento que pronunció la palabra «inspiración», empezaron las tensiones. «No tenías que haber dicho la palabra inspiración», me decían. «Cuando llegué a la segunda prueba, el vestido había cambiado por completo. Y encima tuve la mala pata que a esa prueba vino mi madre y ella es una persona muy exigente... El caso es que yo no me veía con ese diseño, no era mi vestido. Tenía unos volúmenes que no me gustaban, mi madre no entendía nada... Fue súper incómodo. Es ahí precisamente cuando todo empezó a ir peor», aclaró. «Fue tan duro el momento que incluso cuando yo bajé con mi vestido de novia a enseñárselo a mi hermana, cuñada, tía Ara... no hubo palabras, sólo silencio», recordó. «Vas a ser la novia más guapa del mundo» dijo Ana Boyer y volvió el silencio a la sala. Por si el relato de Tamara no había sido suficientemente duro y explícito, recalcó que fue «horrible, horrible, horrible. Les dije que lo veía distinto, estaba nerviosa...».
Y en ese momento llegó el «gordo» de la noche. Desveló un dato que la gran mayoría del público desconocía y que la hija de Isabel Preysler, para sorpresa de muchos, contó a pesar de la confidencialidad del contrato que unía a las partes implicadas. «Todo se traduce a que yo tenía un contrato a largo plazo con Sophie et Voilà, en el que iba a ser imagen de la firma durante un año prolongable a dos, y entre algunas de esas acciones me iban a hacer el vestido de novia. Pero yo no iba a cobrar por mi vestido sino por el contrato de imagen en global». De hecho, algunas fuentes apuntan a que el acuerdo económico ascendía a 150.000 euros, con campañas 'ready to wear' a nivel internacional en países como Estados Unidos (Miami) y México. Dicho esto, Tamara no se quedó ahí y prosiguió: «Tengo muy buenos abogados y lo que sí pusieron en el contrato era que si no me gustaba el vestido, yo no me tendría que casar con él. Y ahí se torció más la cosa. Un hecho que por cierto es súper desagradable porque lo último que quieres cuando te vas a casar es pelearte con los diseñadores de tu vestido».
Tamara reconoció que cuando se estropeó todo, se desanimó porque fue todo especialmente crudo. «Hubo un montón de testigos que lo vivieron. Y al final, al verme tan triste, mi abogado me preguntó si me gustaba el diseño. Al responderle que no, me dijo que hasta ahí».
A continuación, la marquesa de Griñón se desdijo de lo publicado en ¡HOLA! y reconoció que sí hubo una conversación entre los abogados de ambas partes para abordar el tema y, tras este intercambio de impresiones, lo siguiente que se encontró fue un comunicado de prensa. Por lo tanto, deducimos que «al hacerse la sorprendida» en sus primeras intervenciones, Falcó faltó a la verdad. Ella sí sabía que debido a los problemas citados, su equipo se había puesto en contacto con la firma para comunicarle que no quería los diseños.
«Se han dicho todo tipo de cosas sobre lo difícil que soy y yo no me considero una persona complicada para trabajar. Llevo tres años aquí, con Sisley seis, tres con Tous... Me gusta trabajar en equipo, dar mi opinión. Pero lo que no me iba a casar es con un vestido que no me gustaba», reconoció.
Y aunque todo apunta a que podría ser Carolina Herrera la firma encargada de su diseño nupcial, tras confirmarse a través de fuentes de 'El Programa de Ana Rosa' un viaje express de Tamara a Nueva York, en 'El Hormiguero' reconoció que está valorando todas las propuestas, consciente de que el tiempo corre en su contra. «Aprovecho para dar las gracias a todos los diseñadores y firmas que se han ofrecido para hacerme el vestido con tan poco tiempo. Tengo muchas propuestas súper cariñosas», concluyó.
Tras estas declaraciones, veremos cuál es la reacción de la firma, que hasta la fecha se ha reiterado punto por punto en el comunicado emitido el pasado 16 de mayo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.