Vuelve la temporada de flores por excelencia invadiendo todos los rincones de nuestro entorno: desde fabulosos eventos, hasta amplios jardines, pasando por el interior de muchos hogares. Sin duda alguna, las flores y las plantas ocupan muchos espacios de la vida cotidiana durante la primavera.
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Amapolas, margaritas, hortensias… Son innumerables las flores fetiche de esta estación, aunque Pilar Landa, propietaria de Villaflores, tiene clara su elección: «Sin duda alguna, me quedo con los narcisos y ese color intenso amarillo que aportan a todos los jardines. Las gardenias con un perfume y una elegancia innata, los helleborus por su sutileza y las petunias con sus colores vivos y variados también me apasionan». Pero, «para esta temporada serán tendencia las peonías y las rosas. No lo olvidemos», añade.
Teniendo en cuenta la fiebre actual por los estampados florales, este año se abre un amplio abanico de colores para combinar. Landa apuesta por los azules, los verdes menta, los rojos intensos y los tonos tierra, enfatizando en los matices eléctricos, pasteles y neutros. Para ello, nada mejor que unas buenas peonias con sus colores vibrantes con un perfecto resultado se pongan donde se pongan.
En cuanto a la elección de plantas de interior, la propietaria de Villaflores recomienda la zamioculca, una planta «maravillosa» con una durabilidad increíble. Como piezas grandes opta por los philodendron, las marantas o las sansiverias. Son duras y requieren poco mantenimiento. «Para exterior las dipladenias llegan pisando fuerte en rojo, rosa y blanco; y las plantas aromáticas como el romero o las suculentas son más que recomendables. En cambio, para el mantenimiento de las hortensias o las surfinias es necesario un sistema de riego».
Para los espacios más neutros y austeros, las plantas grandes como la ficus lyrata o la costilla de Adán son resistentes con hojas ideales para rellenar todo tipo de huecos.
Por último, cabe recordar que el mes de abril marca el inicio de una campaña prometedora para los establecimientos florales de todo el territorio. Las bodas, bautizos y comuniones son una constante y esto genera un impacto directo en las ventas de estas empresas. «Este año la gente quiere aportar color a su vida. No ha sido un invierno fácil, pero soy optimista con esta campaña», concluye Pilar.
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