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Gipuzkoa de Moda

Viviendas en alquiler atractivas para los inquilinos

Decoración ·

Pintadas, ordenadas, despejadas, despersonalizadas y con puntos de color: así se presentan los «pisos tipo» más deseados

Laura Chamorro

San Sebastián

Lunes, 19 de junio 2023, 07:22

La demanda de alquiler está en claro ascenso. La continua subida de los tipos de interés de los préstamos ha hecho mella en las hipotecas, por lo que muchos están optando por convertirse en inquilinos mientras se calma el terremoto financiero.

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Este contexto socio-económico ... ha abierto un abanico de oportunidades para propietarios que se plantean alquilar su inmueble con muchas cuestiones por resolver. ¿Cómo se debe decorar? ¿Cuánto se debe invertir? ¿Qué elementos decorativos hay que priorizar? Antes de lanzarnos a poner un piso en el circuito, debemos cuidar ciertos detalles para ajustar la vivienda a las necesidades de los futuros inquilinos.

Es fundamental apostar por un buen mantenimiento para que no luzca descuidado, ya que los interesados en el inmueble optarán por aquella propiedad que les entre por el ojo y que se encuentre en un aparente buen estado. Un piso sucio, con un mobiliario viejo y pasado de moda no es el camino hacia el éxito.

En las próximas líneas queremos enseñarte cómo conseguir una decoración económica basada en el buen gusto.

1. Ordena los espacios y despéjalos. Antes de llegar a la «operación pintura», hay que armarse de valor para hacer una limpieza en profundidad. Tendrás que ir eliminando todo lo que no le haga falta al inquilino.

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Dejando lo básico las estancias gozarán de espacio, un detalle que no pasará desapercibido. En este proceso puedes pensar cómo vas a decorar cada rincón.

2. Pintar es muy barato. Tras vaciar la vivienda, un par de manos de pintura conseguirán que la casa parezca otra. Si no tienes ninguna avería importante por solucionar, el interior quedará como nuevo. Además, siempre tendrás que hacer pequeñas reparaciones, como la de evitar que un grifo gotee, que las puertas cierren perfectamente o que los interruptores y las tomas de luz funcionen sin problemas. Pero un lavado de cara a base de pintura blanca será imprescindible.

3. No hay lugar para lo antiguo. Si quieres dar una buena impresión tienes que deshacerte de los muebles antiguos. El mobiliario debe ser el justo y necesario, y sobre todo, actual y funcional. Los recuerdos familiares puedes trasladarlos a tu propia casa y si no es posible, véndelos. No sabes la cantidad de aplicaciones que hay para ello.

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Se deben cuidar ciertos detalles «deco». El inquilino elegirá aquella propiedadque le entre por el ojo

Equipa bien la cocina. Es en una de las primeras estancias en las que se fija el interesado. Que disponga de los electrodomésticos necesarios para el día a día es básico. Si no puedes permitirte nuevos, al menos procura mantenerlos en buen estado.

4. Decoración sencilla y eficaz. Cuando desembarca en una nueva casa, el inquilino la decora a su gusto y necesidades. Hay quien dice que entregarla vacía es mejor, pero si colocas elementos decorativos sencillos, actuales y minimalistas causarás una mejor impresión.

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Aplica las reglas del 'home staging'. Crea un escenario agradable que permita al arrendador remodelar a su antojo sin mayores problemas. Una buena iluminación en espacios despejados le permitirá imaginarse la vivienda como él la desea.

5. Interior despersonalizado. Es indispensable retirar cualquier objeto o mueble excesivamente personal e identificativo. Retratos de la familia, cuadros y otros elementos decorativos deben desaparecer del mapa. Una planta aquí, un jarrón allí y algún cojín sobre el sofá serán más que suficientes para crear un ambiente cálido y acogedor.

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Juega con las sensaciones. Un ambientador que desprenda un aroma suave y agradable durante la visita será mano de santo.

6. Aporta un toque de color. No queremos que el inquilino piense que se está adentrando en una casa excesivamente aséptica, que le pueda recordar a un laboratorio sin vida alguna. Aportar color a las estancias es algo muy sencillo. Unas cortinas en beige o gris claro pueden servir, como también unas láminas decorativas en la pared. Recuerda no sobrecargar el espacio. Menos es más.

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