De Azpeitia al olimpo de la moda

Un espectacular escenario de 30 metros de pasarela y un muro de led de 180 metros cuadrados con una imagen psicodélica, acogieron el debut internacional de Julen Azpiazu, que tras su paso por la Milan Men's Fashion Week, se ha coronado como uno de los talentos emergentes de la moda estatal. El modelo fue de los pocos privilegiados en ser seleccionado para lucir la colección de Dolce & Gabbana bajo la batuta de sus mediáticos directores creativos, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, durante la segunda jornada de la pasarela lombarda.

«Está siendo una experiencia inolvidable. En la vida pensé que en tan poco tiempo pudiera llegar a desfilar con D&G», reconoce Azpiazu. Este azpeitiarra de veinte años comenzó hace tan sólo tres en el mundo del modelaje de la mano de First Models Agency de San Sebastián. Tras esta primera incursión en la moda y recibir la formación del equipo liderado por Iñigo Olasagasti durante casi un año, pasó a formar parte del nutrido 'lookbook' de 'tops' internacionales de la agencia catalana Sight Management en primera instancia, después se sumó al equipo de Clear Management de Madrid, y finalmente desembarcó en Crew Model Management, una de las agencias italianas más prestigiosas gracias a su nutrida cartera de clientes.

«Cuando empecé a trabajar con ellos, pensé que me presentarían a castings, pero nunca imaginé que me mandarían a probar suerte con marcas de la talla de Bottega Veneta, Gucci, Prada o Dolce & Gabbana, entre otros», desvela el guipuzcoano. «El momento en el que D&G comunicó la noticia de mi selección fue indescriptible. No me lo podía creer. Empecé a saltar. El hecho de pensar que había pasado de estar en mi casa parado a desfilar con una de las firmas más importantes del mundo me elevó al cielo. Mi vida se convirtió en un sueño del que me sigo sin poder despertar. Es, sin duda alguna, el trabajo más importante de mi carrera. El que, tras firmar con Crew Model Management, me ha convertido oficialmente en un 'top model' internacional», subraya.

«Jamás olvidaré mi debut en Milán. Me encontré con infinidad de rostros conocidos, conocí a gente realmente interesante, y pude ver y palpar las creaciones de cerca. Fue brutal poder portar los diseños de Dolce & Gabbana», añade el modelo.

El domingo, Azpiazu se convirtió en uno de los hombres con los que D&G enamoró al mercado y a la crítica internacional, de la mano de una colección otoño-invierno 2022/2023 de estilo urbano, con siluetas rompedoras y coloridas, con maxi accesorios que construyen el estilismo de un hombre sin barreras, ni prejuicios. Las prendas oversize, con los abrigos, las sudaderas, los pantalones, las camisas con cuello alto y los trajes sastre como máximos exponentes, componen una colección repleta de espléndidas texturas y tejidos metálicos, maridados con la piel y el denominado 'teddy'. Unas creaciones que a tenor de lo visto, Julen supo defender como si llevase una década encima de una pasarela internacional.

Tras su estreno en la Semana de la Moda masculina de Milán, no tiene más desfiles confirmados en ella, aunque sigue en «la pelea» y con la vista puesta en una posible colaboración con Armani. «Este cliente parece estar muy interesado en mi perfil y estoy a la espera de que me confirmen este trabajo para el mes de febrero. Sería una noticia muy positiva para seguir cogiendo experiencia y ampliando mi recién estrenado currículum», concluye Julen.

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