Borrar
Ver vídeo completo. La intérprete guipuzcoana concede su entrevista a DV a pocos metros de la Plaza de la Torre en Pasai San Pedro. BORJA LUNA
Abierto por vacaciones

«Es un mundo muy duro. Mi vida tampoco es tan interesante, ni tan plena, ni tan nada»

La actriz donostiarra Ane Gabarain concede su entrevista más cercana y sincera desde Pasai San Pedro. No te pierdas la cuarta entrega de 'Abierto por vacaciones' en El Diario Vasco

Laura Chamorro

San Sebastián

Viernes, 2 de agosto 2024, 06:50

Con una carrera intachable en cine, teatro y televisión, Ane Gabarain (Donostia, 1963) es una gran amante de su profesión, con una entrega indiscutible a la misma. Sincera, cercana y con un peculiar sentido del humor, la premiada en la categoría a 'Mejor Actriz de Reparto' en la última edición de los Premios Goya nos recibe en un enclave guipuzcoano simbólico y emotivo con una larga historia a sus espaldas.

–¿Por qué ha elegido Pasai San Pedro para nuestro encuentro?

–Mis raíces están muy arraigadas a este municipio. Es un sitio muy entrañable. Mi madre es sampedrotarra. He disfrutado de muchos veranos junto a mi familia en la calle número 48. Desde muy pequeña salir de San Sebastián y vivir el ambiente del pueblo se convirtió en toda una aventura y veo que se mantiene la esencia, el aroma a pueblo, en este puerto donde acostumbrábamos a bañarnos.

–Y la vinculación de su abuelo sabemos que es excepcional.

–En la Plaza de la Torre donde nos hemos reunido se encuentra la escultura en honor al patrón Aita Manuel, un hombre que ganó varias banderas con la trainera de la localidad. Y mi abuelo, cuya foto está presente en este enclave, ganó junto a él la primera Bandera de La Concha en 1917. Cada vez que paso y veo a Inaxio Gaztelumendi, me emociono.

–¿Aquella niña que veraneaba en Pasaia soñaba con ser actriz?

–Todavía no aunque reconozco que siempre tuve una marcada vena folclórica. Esa pasión se despertó durante la adolescencia.

–¿Si le dieran a elegir volvería a apostar por la interpretación?

–Pues si te soy sincera, creo que no.

–Me sorprende su respuesta...

–Es un mundo muy duro. Antes siempre animaba a la gente joven a que persiguiera su sueño, a que no tirara la toalla, a que mantuviera el entusiasmo, a que resistiera. Ahora, en cambio, pienso lo contrario. De hecho, si un sobrino o sobrina me viniera con la idea de ser actor o actriz le quitaría la idea de un plumazo.

–Y eso lo dice uno de los grandes referentes de esta industria...

–Igual es que he cumplido 61 años y soy mucho más consciente de todo. He tenido el privilegio de trabajar en grandes proyectos, interpretando a grandes personajes. Y reconozco que eso es una heroicidad, pero no compensa.

–Dicho esto, entiendo que le siguen ilusionando sus proyectos.

–Una cosa no quita la otra. Muchos me entusiasman y eso no lo puedo evitar. Incluso hay proyectos 'alimenticios' que los arranco de mala gana, con pereza, y terminan ilusionándome.

–Cuando habla de proyectos 'alimenticios' se refiere a…

–Trabajos que no me gustan, pero que son necesarios para comer y pagar las facturas. Es una profesión de muchos vaivenes. Hay años en los que se solapan los proyectos y otros en los que no sale nada y hay que aceptar lo que se presenta.

–Y eso que viene de un año magnífico.

–Espectacular. He estado interprentando hasta hace unas semanas con el Centro Dramático Nacional 'La casa de Bernarda Alba' dirigida por Alfredo Sanzol, con compañeras como Ana Wagener y Patricia López Arnaiz. Ambas estupendísimas. Ha sido un sueño cumplido.

–En este 2024 también ha recibido el Goya por '20.000 especies de abejas'.

–Y fue excepcional. Soy consciente del privilegio que supone estar en el sitio y en el momento adecuado. Es un proyecto que arrancó en Berlín con buen pie y todo vino rodado.

–No sé si le ha dado tiempo a disfrutarlo. Los ritmos en el cine, teatro y televisión son frenéticos...

–Los procesos se han agilizado y todo se ha abaratado, la mano de obra incluida. Ni se paga lo de antes, ni se tarda el mismo tiempo en grabar. Además, no es lo mismo una película, que una serie diaria sin apenas margen de maniobra, o una compleja adaptación como 'Patria' para HBO. Son ritmos diferentes. Pero todo curte y nutre.

–¿Le ha marcado 'Patria'?

–Estrenarme en una plataforma como HBO con una amiga y compañera como Elena Irureta fue un regalo. Es uno de los muchos hitos que recuerdo con gran cariño.

–¿Y aún así?

–Si volviera a nacer elegiría otra profesión.

–¿Cuál?

–Gimnasta de élite, aunque parezca una respuesta 'friki'. Esos gimnastas, esos deportistas que veo en los Juegos Olímpicos, esos seres sobrenaturales sí que tienen mérito y no nosotros.

–¿Ha tenido que sacrificar su vida personal por la profesional?

–No. Quizá porque tampoco tenga una vida muy plena.

–No diga eso…

–Lo digo sin ningún dramatismo. Lo cierto es que el trabajo me ha llenado constantemente.

–A eso le llamo yo ser una afortunada.

–Muchísimo. Y eso me lleva a afirmar que no he tenido que sacrificar nada. Todo lo contrario.

–¿Próximo proyecto?

–'Oscarra Óscarrentzat' en el Teatro Principal con Jon Plazaola, Mikel Laskurain y Oihana Maritorena. Arrancamos el 15 de agosto.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «Es un mundo muy duro. Mi vida tampoco es tan interesante, ni tan plena, ni tan nada»