El famoso término 'tweed' no es tan familiar, salvo que el receptor esté especializado en moda. Porque no, no es como el algodón, el lino o la seda. Si hablamos de 'tweed', estamos hablando de lana, pero no de cualquier lana, ni de cualquier proceso básico de producción a partir de esta materia prima.
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Es sabido por todos que Coco Chanel fue una diseñadora que dejó huellas indelebles en el mundo de la moda y que sus creaciones han logrado trascender las barreras del tiempo y del espacio. Sin dudas, fueron su talento y perspicacia las razones más obvias de su éxito, aunque sin desestimar una tercera: su empeño por masculinizar el guardarropas femenino de la época, en términos de comodidad y versatilidad.
Y como cada una de sus obras maestras, el 'tweed' también esconde una memorable historia. Recapitulemos: Gabrielle Chanel inició una relación amorosa con el Duque de Westminster a mediados de los años veinte, un hombre de estilo clásico, adinerado, amante de la simplicidad y practicidad en cuanto a la vestimenta. Coco, siempre en busca de nuevas fuentes de inspiración, fue cautivada por una de sus prendas: una chaqueta confeccionada en un tejido de lo más confortable. A partir de ese momento, Chanel emprendió su propio movimiento en la lucha por dejar atrás una moda ostentosa, rígida y excluyente, que restringía las libertades de las mujeres en todos los ámbitos y contextos. El tejido 'tweed' se convirtió en otra de sus herramientas revolucionarias que marcarían la historia de la marca para siempre.
Y es que este elegante tejido, tras décadas de evolución y adaptación a las nuevas realidades, en los últimos años ha sabido adaptarse a una moda urbana en la que el «más es más», haciendo del 'tweed' una nueva reinterpretación que encuentra en zapatillas deportivas o simples básicos sus mejores aliados.
Desde Zara y Uterqüe, hasta Mango: las nuevas propuestas creadas en 'tweed' por las empresas 'low cost' han llegado a las tiendas tras las pequeñas pinceladas que nos dejaron en temporadas pasadas y en cuestión de muy pocas semanas incluiremos no solo una, sino varias prendas con esta característica en nuestro armario. ¡Tiempo al tiempo!
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Recuerda que una chaqueta de 'tweed' equilibra un look atemporal combinado con una blusa de gasa negra transparente y unos vaqueros rectos. Si hay una regla que persiste últimamentee es el de no tener miedo a arriesgar, mezclando tonalidades y estampados completamente opuestos.
Si eres de las que apuesta por un 'street style' más urbano, desenfadado y cómodo, pero sin renunciar a la elegancia y a la sofisticación, un look compuesto por una falda 'tweed' será perfecto. Estos conjuntos resultan siempre acertados. Puedes elegir el traje clásico «achanelado» o romper los esquemas y mezclar distintas texturas en un mismo 'outfit'. Las posibilidades son infinitas.
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¿Qué te parece, por ejemplo, una falda impresa con piel de cocodrilo y una chaqueta de corte «Chanel»? Un contraste que, a priori, parece no entenderse, pero que sienta como un guante. ¡Arriesga y venceras!
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