Así es June, la modelo que 'ficharon' en plena Gran Vía de Bilbao

Cada 22 de diciembre se repite la misma escena en la Gran Vía bilbaína: un trajín incesante de viandantes apuran las compras previas a Olentzero con la ilusión de acertar con sus regalos. En pleno bullicio navideño y con la misma intención, June Ibarloza hacía cola con su madre en Zara hace casi un año para comprar un detalle a su hermano pequeño. Lo que no esperaba entonces esta joven eibarresa de 17 años es que la sorpresa se la iba a llevar ella. La estaba observando en la distancia Lucía Marzo, socia fundadora de la agencia de modelos bilbaína SF40, que al margen de su innegable belleza percibió en ella un don especial para el modelaje. «En cualquier momento estoy pendiente de encontrar a alguien que tenga potencial, he llegado a bajarme del coche para ir detrás de una persona que me ha parecido interesante o he salido corriendo a buscarla», cuenta esta captadora de talentos. De June le llamaron la atención además de sus medidas -tiene las requeridas para desfilar- su elegancia y actitud. «Es difícil dar con alguien como ella, una modelo de pasarela tan completa. Normalmente, las personas más idóneas no te vienen, tienes que ir a por ellas e intentar que se interesen por este mundo, es curioso pero es así, la gente más guapa no se lo cree del todo», asegura esta experta en moda.

Por eso June se quedó «en shock» cuando Lucía le abordó para proponerla ser modelo. «Me dijo que me veía posibilidades y que si quería me pasase por su agencia para informarme», recuerda. Lo primero que hizo al salir de la tienda fue llamar a su padre para contárselo, porque su madre y ella no se lo podían creer. «Le pareció bien que probase por ver si me gustaba este mundo, pero sin olvidarme de los estudios», cuenta June, que es hija de dos profesores universitarios de la UPV/EHU y tiene la lección bien aprendida. «Me está gustando el trabajo de modelo, lo estoy disfrutando, pero también estoy centrada en la Selectividad». Y en sacar con nota segundo de bachillerato para hacer después una Ingeniería.

Cuando entró en la agencia le propusieron participar en un casting para un desfile de Gipuzkoa de Moda. La idea era que conociese el proceso de selección y tuviese la experiencia. June todavía no sabía andar sobre una pasarela ni había tenido tiempo para aprender, pero para su sorpresa la escogieron. «Me quedé pensando: ¿y ahora qué hago yo? Menos mal que después me enseñaron a andar bien». Desde entonces, esta joven «polivalente y resolutiva», como la define Andrea Donati, director de SF40, no ha parado de trabajar.

En este tiempo, ha participado en el desfile de La Encartada, en el de vestidos de papel de Güeñes, en GetxoModa y en el que la Escuela Superior de Diseño, el centro más prestigioso del ramo en España, celebró recientemente en el Museo Guggenheim por su 25 aniversario. «Fue el más especial, por la ubicación, los diseños, las personas que trabajaban detrás... cada vez me está gustando más esta profesión, sobre todo, por los vínculos de amistad que se crean con las otras modelos». A June no le asusta acaparar todas las miradas sobre la pasarela, porque practica ballet clásico desde los siete años y está acostumbrada a actuar en público. «Al principio me preocupaba caerme o que se notase que no sabía andar, pero no me da vergüenza que me mire la gente».

Con su imagen cándida y sencilla, se está metiendo en el bolsillo en tiempo récord a editores y empresarios de moda. June ha realizado la campaña publicitaria de la firma vasca Pukas Surf para promocinar sus bikinis del próximo verano y el de la marca de ropa vizcaína Miss is Atelier. Además, ha participado en una sesión fotográfica dentro de la '6k Gavà Fashion Week' de Barcelona. «Sabe desfilar, posa muy bien, tiene don de gentes para ser azafata de imagen... un par de agencias ya se han fijado en ella con la posibilidad de que pueda trabajar a nivel nacional», cuenta Donati.

Si no la llegan a descubrir aquella tarde de compras navideñas, posiblemente June hubiera pasado de largo por el mundo de la moda. Esta labor se conoce en la industria como 'scouting' y consiste en encontrar por la calle nuevos talentos. «Yo es algo que hago de forma instintiva, cuando estoy en el supermercado, en el cine, viendo a mi hijo jugar al fútbol... siempre estoy alerta por si puedo encontrar a alguien interesante», cuenta Marzo, que reconoce que sus ojos nunca descansan porque este sector requiere continuamente caras nuevas. Y no necesariamente caras bonitas. «Hemos encontrado desde un niño albino de nueve años, hasta chicos bajitos o un señor con barba de sesenta para trabajos de publicidad. Buscamos una polivalencia, que tengan soltura frente a la cámara... y no un canon estricto de belleza», describe Donati.

«Ojalá pueda seguir con todo»

No parece que a June los flashes, las cámaras y las sesiones de fotos le vayan a desviar de su camino. Con el dinerillo que saca, se da «algunos caprichos», como las botas Dr. Martens en color granate que se compró recientemente. Disfruta dos días a la semana en sus clases de ballet -también practicó atletismo pero lo dejó tras una lesión- y le gusta compartir su tiempo libre con sus amigas del instituto. «Cuando hace malo solemos estar en un local que tenemos, y sino andamos por la calle, vamos a los bares... es que en Eibar hay muy buen ambiente», presume. Eso sí, de vez en cuando sale de su ciudad para conocer mundo junto a sus padres y su hermano. «Todos los años viajamos a un sitio diferente, hemos estado en Italia, Suiza, Reino Unido... eso es algo que también me gusta de ser modelo, que puedes conocer lugares nuevos». A June le sobran ganas y esfuerzo para conseguir lo que se proponga. Porque esta joven promesa tiene bien interiorizadas las tres palabras que sus padres, profesores, siempre le repiten: «los estudios primero». «En un futuro me gustaría terminar mi carrera universitaria y seguir con el ballet, que me encanta. Lo de la moda no sé como evolucionará, llevo poco tiempo, pero ojalá pueda seguir con todo».