«Mas allá de que el llamado 'quiet luxury' se esté poniendo en valor para contrarrestar la era de la logomanía avivando el eterno juego de las contratendencias, espero que las generaciones venideras adapten este nuevo impulso del lujo silencioso para mejorar el consumo desmedido ... que existe», señala Gerardo González, director creativo de la prestigiosa firma 'premium' de bolsos y marroquinería, BOX San Sebastián. Y alineados con la mejora del sostenimiento del planeta, «apuesten por marcas que hagan un gran producto que les proporcione diferentes vidas durante su largo tiempo de uso. Es fundamental abandonar la compra de género que, por su escasa calidad en toda la extensión de la palabra, nos perjudica a todos», añade González.
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Esta corriente, antagónica a lo vivido y consumido en el último lustro por su minimalismo, atemporalidad y falta de logos, y basada en los básicos de gran calidad, ha llegado para quedarse. La moda discreta, sostenible y respetuosa con el medio ambiente se ha impuesto. Los logotipos han pasado a un segundo plano en favor de un aspecto de marca sutil, discreta y más centrada en la calidad que en la cantidad.
En este cambio de paradigma, en el que parece haberse alineado todo el sector, no han tardado en surgir algunas discrepancias por el uso excesivo de la denominada moda verde.
¿El lujo silencioso está ligado a la sostenibilidad? ¿Se están respetando todos los estándares preestablecidos en la cadena de valor textil? Hay directores creativos que muestran recelo respecto a ciertos aspectos. «Lamentablemente, hay muchos intereses en pronunciar palabras que hacen que estén manoseadas, perdiendo todo el sentido y haciendo que el consumidor no se las crea porque consideran que enmascaran una fraudulenta práctica 'green'», afirma con rotundidad Gerardo. «En nuestra industria ansío que sea el consumidor concienciado el que dé la espalda a las empresas que practican 'greenwashing' sin pudor alguno. Es la única manera de que cambien los hábitos de raíz. Estamos en un entramado de leyes y soluciones que son difíciles de implementar a corto plazo, con grandes desventajas para las empresas de pequeña-mediana estructura que lo estamos haciendo bien respecto a grandes corporaciones que producen en países donde se deslocaliza. Es posible aunque complicado legislar», concluye.
En Euskadi son muchas las firmas que han abogado desde su origen por esta vertiente. Al margen de BOX San Sebastián, Minimil, Lavandera, Sophie et Voilà, Ecoalf, The Bag Lab o Twin & Chic han mantenido una férrea convicción por la moda lenta, de calidad, artesanal y basada en el saber hacer.
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