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Miércoles, 8 de mayo 2019, 12:16

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Abrigo. Más de 930.000 refugiados rohingyas viven ahora hacinados en precarios asentamientos improvisados en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar. Sus hogares, pequeñas tiendas construidas a base de cañas de bambú y plástico, se levantan en los lomos de colinas deforestadas. Con los últimos rayos de sol, en el campo de Jamtoli se oye la llamada al rezo de los muecines, mientras niños y jóvenes juegan al fútbol y al voleibol en antiguos arrozales.

Anna Surinyach
Abrigo . Más de 930.000 refugiados rohingyas viven ahora hacinados en precarios asentamientos improvisados en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar. Sus hogares, pequeñas tiendas construidas a base de cañas de bambú y plástico, se levantan en los lomos de colinas deforestadas. Con los últimos rayos de sol, en el campo de Jamtoli se oye la llamada al rezo de los muecines, mientras niños y jóvenes juegan al fútbol y al voleibol en antiguos arrozales.
Abrigo . Más de 930.000 refugiados rohingyas viven ahora hacinados en precarios asentamientos improvisados en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar. Sus hogares, pequeñas tiendas construidas a base de cañas de bambú y plástico, se levantan en los lomos de colinas deforestadas. Con los últimos rayos de sol, en el campo de Jamtoli se oye la llamada al rezo de los muecines, mientras niños y jóvenes juegan al fútbol y al voleibol en antiguos arrozales.

Abrigo.

Anna Surinyach
Abrigo.
Abrigo.

Abrigo. Todos los días se ve mucha actividad de un lado a otro. Se construyen nuevos habitáculos con materiales muy básicos como cañas de bambú.

Anna Surinyach
Abrigo.  Todos los días se ve mucha actividad de un lado a otro. Se construyen nuevos habitáculos con materiales muy básicos como cañas de bambú.
Abrigo.  Todos los días se ve mucha actividad de un lado a otro. Se construyen nuevos habitáculos con materiales muy básicos como cañas de bambú.

El día a día. Han salvado la vida, pero ahora la situación de estos refugiados se cronifica. Sin capacidad para moverse libremente por Bangladesh, algunos abren pequeñas tiendas o se mantienen ocupados con tareas como buscar leña para hacer fuego o conseguir comida. En los primeros días de la emergencia se construyeron muchos pozos y letrinas, aunque las condiciones de agua y saneamiento siguen siendo terribles.

Anna Surinyach
El día a día . Han salvado la vida, pero ahora la situación de estos refugiados se cronifica. Sin capacidad para moverse libremente por Bangladesh, algunos abren pequeñas tiendas o se mantienen ocupados con tareas como buscar leña para hacer fuego o conseguir comida. En los primeros días de la emergencia se construyeron muchos pozos y letrinas, aunque las condiciones de agua y saneamiento siguen siendo terribles.
El día a día . Han salvado la vida, pero ahora la situación de estos refugiados se cronifica. Sin capacidad para moverse libremente por Bangladesh, algunos abren pequeñas tiendas o se mantienen ocupados con tareas como buscar leña para hacer fuego o conseguir comida. En los primeros días de la emergencia se construyeron muchos pozos y letrinas, aunque las condiciones de agua y saneamiento siguen siendo terribles.

Muchas familias rohingyas son numerosas. Los niños pasan casi todo el tiempo jugando al aire libre o en escuelas temporales.

Anna Surinyach
Muchas familias rohingyas son numerosas. Los niños pasan casi todo el tiempo jugando al aire libre o en escuelas temporales.
Muchas familias rohingyas son numerosas. Los niños pasan casi todo el tiempo jugando al aire libre o en escuelas temporales.

«Vimos cómo quemaban nuestras casas y mataban a la gente delante de nosotros. Tuvimos que huir y no pudimos llevarnos nada. Ni siquiera ropa». Kausara tiene 13 años, es refugiada rohingya e ingresó con difteria en la clínica de Moynarghona.

Anna Surinyach
«Vimos cómo quemaban nuestras casas y mataban a la gente delante de nosotros. Tuvimos que huir y no pudimos llevarnos nada. Ni siquiera ropa». Kausara tiene 13 años, es refugiada rohingya e ingresó con difteria en la clínica de Moynarghona.
«Vimos cómo quemaban nuestras casas y mataban a la gente delante de nosotros. Tuvimos que huir y no pudimos llevarnos nada. Ni siquiera ropa». Kausara tiene 13 años, es refugiada rohingya e ingresó con difteria en la clínica de Moynarghona.

Desprotegidos.Los rohingyas tenían pocos servicios de salud a su disposición en Myanmar y pocas vacunaciones rutinarias. Estos antecedentes junto con sus difíciles condiciones de vida actuales han creado una tormenta perfecta para la aparición de epidemias. Ya ha habido brotes importantes de sarampión o difteria. El azote del monzón, con lluvias abundantes entre junio y septiembre, plantea riesgos añadidos. Hacía más de 20 años que no había una epidemia de difteria en el mundo. Muchos médicos solo conocían esta enfermedad, que puede ser letal, por los libros de texto.

Anna Surinyach
Desprotegidos .Los rohingyas tenían pocos servicios de salud a su disposición en Myanmar y pocas vacunaciones rutinarias. Estos antecedentes junto con sus difíciles condiciones de vida actuales han creado una tormenta perfecta para la aparición de epidemias. Ya ha habido brotes importantes de sarampión o difteria. El azote del monzón, con lluvias abundantes entre junio y septiembre, plantea riesgos añadidos. Hacía más de 20 años que no había una epidemia de difteria en el mundo. Muchos médicos solo conocían esta enfermedad, que puede ser letal, por los libros de texto.
Desprotegidos .Los rohingyas tenían pocos servicios de salud a su disposición en Myanmar y pocas vacunaciones rutinarias. Estos antecedentes junto con sus difíciles condiciones de vida actuales han creado una tormenta perfecta para la aparición de epidemias. Ya ha habido brotes importantes de sarampión o difteria. El azote del monzón, con lluvias abundantes entre junio y septiembre, plantea riesgos añadidos. Hacía más de 20 años que no había una epidemia de difteria en el mundo. Muchos médicos solo conocían esta enfermedad, que puede ser letal, por los libros de texto.

A sus 7 años, Faisal cuida de su madre, Humaira, y de su hermana Ruzina. La bebé, que está desnutrida, nació en el río cuando la familia huía a Bangladesh en un bote

Anna Surinyach
A sus 7 años, Faisal cuida de su madre, Humaira, y de su hermana Ruzina. La bebé, que está desnutrida, nació en el río cuando la familia huía a Bangladesh en un bote
A sus 7 años, Faisal cuida de su madre, Humaira, y de su hermana Ruzina. La bebé, que está desnutrida, nació en el río cuando la familia huía a Bangladesh en un bote

Supervivencia. Tras haber perdido todo, los rohingyas dependen totalmente de la ayuda humanitaria. Un centenar de ONG trabajan en los asentamientos más masificados. Y no solo hace falta comida, refugio o atención primaria; la salud mental también es crucial para que la población pueda sobrellevar las traumáticas experiencias vividas. Un niño corre tras conseguir un saco con ayuda humanitaria en una distribución de comida junto al asentamiento de Nayapara.

Anna Surinyach
Supervivencia . Tras haber perdido todo, los rohingyas dependen totalmente de la ayuda humanitaria. Un centenar de ONG trabajan en los asentamientos más masificados. Y no solo hace falta comida, refugio o atención primaria; la salud mental también es crucial para que la población pueda sobrellevar las traumáticas experiencias vividas. Un niño corre tras conseguir un saco con ayuda humanitaria en una distribución de comida junto al asentamiento de Nayapara.
Supervivencia . Tras haber perdido todo, los rohingyas dependen totalmente de la ayuda humanitaria. Un centenar de ONG trabajan en los asentamientos más masificados. Y no solo hace falta comida, refugio o atención primaria; la salud mental también es crucial para que la población pueda sobrellevar las traumáticas experiencias vividas. Un niño corre tras conseguir un saco con ayuda humanitaria en una distribución de comida junto al asentamiento de Nayapara.

Superviviencia. Estas madres esperan con sus niños en una clínica en Jamtoli. Las enfermedades más habituales son las diarreas y las infecciones respiratorias, frecuentes en las crisis de desplazamiento.

Anna Surinyach
Superviviencia.  Estas madres esperan con sus niños en una clínica en Jamtoli. Las enfermedades más habituales son las diarreas y las infecciones respiratorias, frecuentes en las crisis de desplazamiento.
Superviviencia.  Estas madres esperan con sus niños en una clínica en Jamtoli. Las enfermedades más habituales son las diarreas y las infecciones respiratorias, frecuentes en las crisis de desplazamiento.

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diariovasco El éxodo rohingya