La familia de Putin: Mariya, Katerina y cuatro hijos secretos

La invasión de Ucrania ha vuelto a poner en el foco mediático al presidente ruso Vladimir Putin. El líder del Krelim lleva desde 1999 decidiendo el destino de Rusia, pero poco se conoce sobre su vida privada. Sus críticos atribuyen sus reservas a la hora de hablar de su día a día con su pasado como espía de la KGB, que le habría enseñado la importancia de la seguridad y del anonimato de su entorno.

Lo cierto es que el dirigente ruso solo se ha referido a su familia en dos ocasiones. La primera de ellas en junio de 2013, cuando anunció el divorcio de su mujer, Lyudmila Pútina, tras 30 años de matrimonio. La segunda vez fue para hablar de sus grandes secretos, sus dos hijas, de las que se negó a dar demasiados datos por seguridad. Se trata de Mariya y Katerina, de 37 y 35 años, respectivamente.

En aquella rueda de prensa aseguró lo siguiente: «Mis hijas viven y trabajan en Rusia y jamás han vivido en ningún otro lugar. Ellas han estudiado en universidades rusas y estoy muy orgulloso de ello. Aquí siguen, estudiando y trabajando. Mis hijas hablan tres idiomas de manera fluida y una de ellas se defiende en una o dos lenguas orientales. Están dando sus primeros pasos profesionales con éxito», detalló.

La hija menor de Putin, nacida en Dresde el 31 de agosto de 1986, renunció a su apellido y tomó el de su abuela materna, Tikhonova. Está casada con Kirill Shamalov, hijo de Nikolai Shamalov, amigo del presidente desde hace mucho tiempo. Shamalov padre es accionista del Banco Rossiya, que los funcionarios estadounidenses han descrito como el banco personal de la élite rusa, mientras que el hijo es accionista de la petroquímica Sibur.

Según explicó Putin, Katerina se ha especializadon en estudios orientales, en japonés e historia, en la Universidad de San Petersburgo. En el sitio web de la Universidad Estatal de Moscú, puede verse que está adscrita a la Facultad de Mecánica y Matemáticas y dirige diferentes proyectos financiados con fondos públicos.

Viktor Sadovnichy, rector de la universidad, emitió un comunicado al ser preguntado por la hija de Putin. En él aseguraba que Katerina había demostrado ser una «investigadora talentosa» que había «informado de los resultados de su investigación en seminarios y conferencias científicas muchas veces». En marzo de 2015, fue nombrada vicerrectora adjunta.

Katerina, más allá de su actividad académica, ha competido durante años como bailarina acrobática de Rock'n'Roll. En 2013, junto a su pareja de baile, logró el quinto puesto en un campeonato mundial en Suiza.

La hija mayor de Vladimir Putin, nacida el 28 de abril de 1985, se ha mantenido más alejada del foco mediático que su hermana. Estudió biología en la Universidad de San Petersburgo y Medicina en la Universidad Estatal de Moscú. Mariya se casó con un empresario holandés, Jorrit Joost Faasen, y en alguna ocasión se ha dicho que vivió en los Países Bajos durante un tiempo, algo que nunca ha sido confirmado. Utiliza el apellido Faassen, y bajo este nombre continúa su carrera biomédica especializada en el sistema endocrino.

A pesar de que Mariya y Katerina son las únicas hijas que el presidente ruso ha reconocido, lo cierto es que a Vladimir Putin se le atribuyen hijos de otras relaciones nunca confirmadas.

Alina Kabáyeva, de 38 años, tenía solo 13 cuando revolucionó la gimnasia rítmica en Rusia. Años después, la excampeona mundial se convertía en el objetivo más codiciado de los paparazzi , pero esta vez nada tenía que ver con sus dotes deportivas. Mantenía una relación sentimental con Vladímir Putin, de 69 años.

Mientras el Kremlin se resiste a confirmar su noviazgo, la prensa no tiene dudas de que el presidente comparte su vida desde hace décadas con esta mujer madre de sus hijos pequeños, dos niñas gemelas de 7 años, que nacieron cerca de Lugano (Suiza) en febrero de 2015. Y se cree que también tienen otros dos hijos, según publica 'Page Six' de fuentes cercanas: «Todos los niños tienen pasaportes suizos, y me imagino que ella también».

También se cree que es descendiente de Putin Luiza Rozova, hija de la amante del presidente Svetlana Krivonogikh, una antigua limpiadora de 45 años que, de la noche a la mañana, consiguió hacerse millonaria.

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