Rusia propone la presencia de la ONU en la siguiente ronda negociadora sobre la guerra en Ucrania

«Las conversaciones han concluido. Todos los detalles se anunciarán más adelante», ha indicado este martes un miembro de la delegación de Kiev, que no ha dado más detalles sobre el punto en el que se han quedado las negociaciones o las propuestas que había sobre la mesa. Entretanto, la embajadora ucraniana en Washington, Oksana Markárova, ha asegurado en una entrevista a Bloomberg que su país «está dispuesto a detener las acciones militares sin límites de tiempo ni condiciones previas, pero para que se alcance un alto el fuego, Rusia también debe aceptarlo».

A la espera de una declaración oficial sobre las conversaciones en Riad, que se prevé en las próximas horas al menos por parte de Washington, las autoridades rusas han considerado que los contactos mantenidos hasta ahora han resultado «útiles». El presidente de la Comisión para Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, Grigori Karasin, uno de los presentes en las reuniones, ha hablado de «un diálogo rico y difícil» y ha advertido de que «no todo fue resuelto».

Rusia ha planteado que las negociaciones sobre la guerra en Ucrania continúen en un futuro con la participación de la ONU aunque ha apuntado que no hay fecha concreta para reanudar esas conversaciones. «Debe implicarse la comunidad internacional, ante todo Naciones Unidas y otros países», ha emplazado Karasin. El diálogo en Riad, sin embargo, no ha detenido los ataques, y el lunes un bombardeo sobre la ciudad ucraniana de Sumi dejó 94 civiles heridos, entre ellos una quincena de menores. El alto el fuego definitivo es una cuestión que aún queda muy lejana.

La previsión era que las partes implicadas en el proceso para alcanzar la paz se pronunciaran a lo largo de este martes sobre lo tratado en la mesa de diálogo, pero Rusia se ha desmarcado del plan. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha anunciado que «su contenido no se hará público», al menos desde Moscú. «El resultado de las largas negociaciones ruso-estadounidenses ha sido remitido a las capitales -Moscú y Washington-. Ahora se está analizando», ha detallado. Más adelante «podremos hablar de algún tipo de entendimiento».

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, había dicho el lunes que el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, comentaría a lo largo de la presente jornada «algunos aspectos de las negociaciones» en una entrevista al Canal Uno de la televisión rusa. Los propios funcionarios de Moscú afirmaron que, antes del establecimiento de un alto el fuego total y tras la moratoria de ataques contra infraestructuras energéticas, la idea ahora es poner fin a las hostilidades en el mar Negro, dejar de atacar puertos, normalizar la navegación y reanudar las exportaciones de grano.

Aparte de subrayar que no existe un calendario fijado para la próxima cita negociadora con EE UU, Peskov tampoco aclaró cuándo podría tener lugar otra conversación telefónica entre Vladímir Putin y Donald Trump ni para qué fecha se podría organizar una reunión tripartita con Rusia, Estados Unidos y Ucrania.

En la práctica, el pasado día 18, Putin rechazó la tregua de 30 días y se limitó a aceptar solamente la moratoria de ataques contra instalaciones energéticas, de cuyo incumplimiento las dos partes se acusan mutuamente. El lunes en Riad ni siquiera pudieron acordar la extensión del alto el fuego al mar Negro. Y es que el presidente ruso insiste en la eliminación de las «causas profundas» del conflicto, según él, la ampliación de la OTAN, el «golpe de Estado» del Maidán en febrero de 2014 y la supuesta violación de los derechos de la población rusófona de Ucrania. El Kremlin pretende también quedarse, no sólo con los territorios ya ocupados por el Ejército ruso, sino también con lo que falta hasta llegar a los límites administrativos de esos entes, es decir, hacerse con las zonas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia que todavía controla Kiev.