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Ante la escalada de la violencia que se vuelve a producir en Gaza desde el recrudecimiento de los ataques de Israel del pasado día 18, ... Egipto trata a la desesperada de resucitar la tregua que había permitido a los palestinos darse un breve respiro después de más de un año de guerra. Según informó este lunes la agencia Reuters, El Cairo propuso la semana pasada un nuevo plan que recogía la liberación por parte de Hamás de cinco rehenes a la semana -todavía tiene en su poder a 59, de los cuales se estima que 24 continúan con vida- a cambio de que Tel Aviv aceptase iniciar la segunda fase del alto el fuego descarrilado.
Las fuentes citadas por la agencia afirman que tanto el grupo islamista Hamás como Estados Unidos han dado ya su beneplácito a la propuesta, pero que Israel aún no ha respondido. Por su parte, un funcionario de Hamás añadió que «se están discutiendo varias propuestas con los mediadores para cerrar la brecha y reanudar las negociaciones para alcanzar un terreno común que allane el camino para iniciar la segunda fase del acuerdo».
La propuesta de Egipto va más allá, porque delinea una hoja de ruta que desembocaría en la retirada por completo de las fuerzas israelíes de Gaza, con garantías proporcionadas por Estados Unidos, a cambio de la liberación de todos los secuestrados.
Consciente de que esos rehenes son su principal baza negociadora y un potente arma para provocar divisiones en la sociedad hebrea, este lunes Hamás publicó el vídeo de dos de ellos: Elkana Bohbot, de 35 años, y Yosef Haim-Ohana, de 24. Ambos fueron capturados durante el fatídico festival de música Nova, y, si bien las imágenes son un alivio para sus allegados, también recuerdan al resto de la población israelí el sufrimiento por el que sus compatriotas cautivos están pasando.
Sin embargo, las autoridades hebreas se muestran cada vez más beligerantes y con menos disposición al diálogo. Tanto el primer ministro, Benjamín Netanyahu, como su ministro de Defensa, Israel Katz, han ido subiendo el tono de sus exigencias. «Salvo que todos los rehenes sean liberados y Hamás sea expulsada de toda Gaza, Israel actuará con fuerza nunca antes vista», afirmó Katz la semana pasada, cuando amenazó con «destruir por completo» la Franja.
De momento, los ataques continúan en Gaza, donde el reguero de muertos no cesa. Este lunes, según fuentes de Hamás, fueron 65 más. Así la cifra total en 18 meses de hostilidades supera los 50.000. Además, la agencia de Naciones Unidas para los palestinos, UNRWA, afirma que, solo desde que Israel reanudó los ataques, 124.000 gazatíes han tenido que desplazarse de sus hogares.
«Las familias cargan con lo poco que tienen, sin refugio, sin seguridad y sin ningún lugar adonde ir. Las autoridades israelíes han cortado toda la ayuda. La comida escasea y los precios se disparan. Esto es una catástrofe humanitaria. El asedio debe terminar», solicitó la institución este lunes en la red social X.
Por si fuese poco, en la ciudad más meridional de la Franja, Rafah, el gobierno municipal informó de que miles de personas se encuentran atrapadas en el distrito de Tel Al-Sultan, donde habían entrado algunas fuerzas militares israelíes. Algunas familias permanecían entre las ruinas, sin agua, alimentos ni medicamentos. En total, según el Servicio de Emergencias Civiles Palestino, en torno a 50.000 residentes de Rafah, ciudad colindante con la frontera con Egipto, permanecían acorralados.
Por su parte, el ejército israelí afirmó que sus tropas habían rodeado Tel Al-Sultan para desmantelar «instalaciones de infraestructura terrorista y eliminar a los terroristas en la zona». Lo cierto es que sus objetivos no son siempre certeros. No en vano, la Cruz Roja denunció este lunes que una de sus instalaciones «claramente señalizada» había sido atacada, un hecho que «incide de manera directa» en la capacidad de la organización asistencial «para llevar adelante su labor». Tel Aviv tuvo que admitir su culpabilidad, aunque aseguró que había disparado contra el edificio de la organización humanitaria sin saberlo, pensando que había «identificado sospechosos».
Desde el otro bando también se ataca a Israel. Concretamente, este lunes las autoridades del país anunciaron la interceptación de tres proyectiles lanzados durante la tarde desde la Franja. «Tras las alertas que se activaron en la zona de Gaza a las 19.02 horas, la Fuerza Aérea ha interceptado con éxito dos proyectiles que cruzaron al territorio del país», informó en un comunicado.
Al menos dos periodistas palestinos murieron este lunes en sendos bombardeos ejecutados por Israel contra el sur y el norte de la Franja de Gaza. Uno de ellos fue el reportero Mohamed Mansur, que falleció junto a su esposa y su hijo en un «bombardeo directo» de Israel contra su vivienda en Jan Yunis, situada en el sur del enclave, según denunció a través de su cuenta en la red social X la cadena de televisión Palestine Today, medio para el que trabajaba.
Poco después, la cadena de televisión catarí Al Yazira indicó que el periodista Husam Shabat, que colaboraba con el medio, había muerto también en un ataque aéreo israelí contra su vehículo en el norte de Gaza, sin que el Ejército de Israel se haya pronunciado hasta ahora sobre estos incidentes.
Tras lo sucedido, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes señaló en un comunicado que ascienden a 208 los periodistas palestinos muertos desde el inicio de la ofensiva, lanzada por Israel en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos palestinos.
Además, condenó «en los términos más firmes» el «asesinato de periodistas palestinos por parte de la ocupación israelí» y reclamó a la comunidad internacional y a los organismos de prensa que «condene estos crímenes sistemáticos» en la Franja de Gaza.
«Hacemos totalmente responsables de este crimen atroz y brutal a la ocupación israelí, a la Administración de Estados Unidos y a los países que participan en el genocidio, entre ellos el Reino Unido, Alemania y Francia», señaló la oficina de prensa en un comunicado de Telegram.
Por otro lado, Hamás denunció que los ataques de Israel contra periodistas tienen el objetivo de «aterrorizarlos y disuadirlos de informar la verdad y exponer las masacres de la ocupación», y tachó las muertes de Mansur y Shabat como «asesinatos deliberados». (Por T. Nieva)
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