La exministra de educación de Islandia tras conocerse que fue madre con un menor: «Habría actuado de manera diferente hoy en día»

«Este es un asunto muy personal y no voy a comentar nada más por respeto a la persona en cuestión». Con esta rotunda declaración la primera ministra islandesa, Kristrún Frostadóttir, ha querido zanjar el caso que ha culminado con la dimisión de Ásthildur Loa Thorsdotti como Ministra de Educación e Infancia. Sin embargo, lo que en principio se describió como un tema privado ha desatado una ola de controversia política y pública en Islandia, un país «poco acostumbrado a polémicas de este tipo».

La renuncia de Thorsdottise produjo tras la revelación de una relación que mantuvo hace 36 años con Eirík Ásmundsson, quien entonces tenía 15 años, mientras que ella tenía 22. El romance comenzó cuando la exministra trabajaba como consejera en una agrupación religiosa y Ásmundsson era uno de sus alumnos. Fruto de esta relación, tuvieron un hijo un año después.

Medios locales han destacado que la relación se mantuvo en secreto inicialmente, si bien el padre pudo estar en el parto y en los primeros meses de vida del bebé. La situación se agrava al conocerse que la relación era ilegal según la legislación islandesa, que establece la edad de consentimiento sexual en 15 años, pero prohíbe las relaciones sexuales con menores de 18 años si la persona mayor tiene una posición de autoridad como profesor o mentor. Esta circunstancia convierte el caso en un delito que podría castigarse con hasta tres años de cárcel por lo que ahora se investiga cuál era el papel exacto de la ya exministra en aquella agrupación religiosa. De momento en su único comunicado ha señalado que no estaba al frente en ningún cargo de dicha institución ni tenía obligaciones sobre el entonces joven.

La primera ministra Frostadóttir recibió la confirmación de la historia la noche del jueves 19 de marzo y convocó inmediatamente a Ásthildur a su oficina, donde esta última presentó su renuncia. En una conferencia de prensa, la líder del gobierno islandés explicó que discutieron las opciones juntas y que fue la primera vez que escuchó el relato detallado de Ásthildur sobre el asunto. Reiteró que la exministra asumió rápidamente la responsabilidad al dimitir, y añadió: «Por supuesto, esto es un asunto desafortunado, pero no tiene nada que ver con nuestro trabajo».

Por su parte, Thórsdóttir, ahora de 58 años, declaró solamente que «han pasado 36 años desde entonces, muchos cambios en ese tiempo, y ciertamente habría actuado de manera diferente hoy en día». También ha indicado que no ofrecerá más declaraciones sobre este escándalo.

Lo que sí se sabe es que el caso salió a la luz tras el contacto de una persona, posiblemente un familiar del padre del hijo, con el Ejecutivo islandés. Posiblemente la madre del padre del menor habría contactado al Ministerio de Justicia para poder ver a su nieto. Aunque inicialmente Thórsdóttir facilitó los encuentros entre padre e hijo, esto cambió cuando conoció a su actual esposo, limitándose desde entonces la relación del padre al pago de una pensión durante 18 años.

La oposición política ha comenzado a señalar contradicciones en el manejo del caso por parte del gobierno. Tal como se discute en el podcast 'Spursmál', parlamentarios como Snorri Másson, del Partido de Centro, y Diljá Mist Einarsdóttir, del Partido de la Independencia, han cuestionado por qué Kristrún Frostadóttir tardó una semana en investigar a fondo el asunto y solo actuó cuando los medios de comunicación comenzaron a indagar.

Además en Islandia se debate sobre la discrepancia que ha surgido entre la primera ministra y la ministra saliente con respecto a cómo y cuándo se comunicó el asunto, con versiones diferentes entre sus respectivos asistentes. Según varios medios del país, la primera ministra afirmó que «asistentes de la ministra habían estado en contacto debido al caso» con su gabinete, mientras que fuentes cercanas a la exministra «dicen otra cosa».

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