Transportistas guipuzcoanos denuncian el «caos» que viven en Inglaterra

Así se manifiestan desde Guitrans, la patronal de los transportistas de Gipuzkoa, que aglutina a 590 empresas del territorio que dan empleo a alrededor de 4.000 personas, cuyo presidente, Mario Palacios, ha denunciado a este medio la situación «caótica» que están viviendo los transportistas guipuzcoanos desplazados a Reino Unido.

Palacios desvela que Tudefrigo y Transportes Insausti, con 90 y 13 camiones, respectivamente, son las empresas asociadas a Guitrans más afectadas por esta situación, y subraya que además de la situación personal que están viviendo los conductores -sin posibilidad de asearse y comiendo lo que pueden en supermercados- se añade el problema de las mercancías que son perecederas.

El presidente de Guitrans asegura que los transportistas que quieran reanudar su actividad están obligados a presentar en Dover y en Calais un test negativo en antígenos. De lo contrario, o si han dado positivo, se les niega el paso y son desplazados a un hotel donde permanecen aislados durante diez días. Según Palacios, la región de Kent es la más expuesta al Covid y la que sus trabajadores están evitando. Además, también comenta que en vista del atasco y la imposibilidad de trabajar que han tenido desde el domingo por la noche, las autoridades han decidido «levantar las restricciones imperantes de los tiempos; es decir, se van a relajar las medidas de relajación y descanso».

DV ha conseguido el testimonio de Luis Lobo, un conductor de Tudefrigo, empresa con sede en Lasarte-Oria y dedicada a transportes frigoríficos, que lleva junto a su mujer obstaculizado en Inglaterra desde el domingo. Pese a la dura situación que está viviendo, se confiesa mentalmente fuerte y responde que hay que tener «paciencia». También se muestra muy agradecido a su empresa, porque «nos están apoyando en todo, nos llaman por teléfono para comentarnos las últimas novedades y nos han prometido que nos van a compensar por este problema».

Lobo, que partió el sábado desde Tudela, donde reside, rumbo a Inglaterra, está en un aeropuerto, parado, sin poder trabajar, junto a otros muchos transportistas. La escena parece dantesca: «Hay 30 filas de camiones en la pista que mide 4 kilómetros de ancho; imagínate los que estamos. Nos dijeron el lunes que nos iban a hacer una PCR enseguida, pero seguimos sin saber nada del asunto».

Este transportista con 16 años de experiencia en Tudefrigo asume con resignación la situación, critica a las autoridades extranjeras y alaba a su empresa, «porque no tienen culpa de nada». En condiciones normales, Lobo y su mujer estarían de vuelta en su casa para celebrar la Navidad, pese a las restricciones impuestas por el Covid, pero este año tiene toda la pinta de que la van a pasar lejos de casa, en un lugar impensable apenas hace pocos días: «Mi previsión es que estaremos aquí, por lo menos, dos días más. Yo, al menos, tengo la compañía de mi mujer, que también es transportista. Pero aquí hay mucha gente sola, que no tiene siquiera dinero para poder comer. Nosotros vamos a un supermercado que está a dos kilómetros a hacer las compras. ¿El aseo? Nada, no podemos ducharnos».