Agurtzane Odriozola, en la puerta de su videoclub en Azkoitia con el número premiado. Morquecho

Tercer premio en Azkoitia: «Ojalá le haya tocado a alguien que lo necesita»

Un décimo del tercer premio del Niño se ha vendido en la videoclub Amalur que regenta Agurtzane Odriozola

Aitor Ansa

San Sebastián

Lunes, 6 de enero 2025, 14:18

El Sorteo de la Lotería de El Niño ha vuelto a sonreír al videoclub Amalur de Azkoitia, situado en la calle Julio Urkijo 13 bis. En el establecimiento se ha vendido un décimo del 66777, un tercer premio dotado con 25.000 euros al boleto. «Somos un establecimiento de los que se llaman receptores mixtos, así que el décimo se ha vendido en máquina. No sabemos quién se lo ha podido llevar», aseguraba a este periódico la dueña del local, Agurtzane Odriozola.

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No es la primera vez que esta azkoitiarra reparte alegrías entre sus vecinos desde que en 2010 comenzaran a vender décimos de lotería. Hace dos años, en este mismo sorteo, repartió 75.000 euros y unos meses después en la Lotería de Navidad, volvió a hacer lo propio con 400.000 euros más del Gordo de 2022. «Para no ser una administración al uso la verdad es que hemos tenido la suerte de repartir bastantes premios», reconoce Odriozola.

«La pena», añade, «es que solo haya sido un décimo, pero es muy gratificante repartir dinero y empezar de esta manera el nuevo año. Hay gente que lo necesita más y menos, pero ojalá le haya tocado a alguien que lo necesita de verdad», asegura la dueña del establecimiento, quien desconoce el posible agraciado. «La mayoría de los clientes los conoces, y alguna vez sí que alguno te comenta que le ha tocado algo, pero de momento no tenemos ni idea», admitía unos minutos después del sorteo.

El número premiado ha sido el 66777, una cifra, admite Odriozola, de las llamadas «feas. Es curioso, porque es el típico número que a la gente no le gusta porque se repiten mucho varios números. Ya ha solido pasar de que lo rechacen y vuelvan a pedir un número nuevo». Sea como fuere, la azkoitiarra no esconde lo «gratificante» que es comenzar el año repartiendo ilusiones… y así espera que siga sucediendo. «Ojalá podamos repartir más», concluye.

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