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Un gran neumático destaca en el montón de basura en el que un frigorífco oxidado se mezcla con muebles y otros enseres, mientras los espeleólogos caminan sobre ella.

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Un gran neumático destaca en el montón de basura en el que un frigorífco oxidado se mezcla con muebles y otros enseres, mientras los espeleólogos caminan sobre ella. REPORTAJE FOTOGRÁFICO DE GORKA ESTRADA

Cuevas llenas de basura

DV acompaña a los espeleólogos, biólogos e hidrólogos de la asociación Lurpea Garbi, que chequean el subsuelo de Tolosaldea y piden que se refuerce la limpieza

Martes, 10 de diciembre 2024, 01:00

Baterías de coches, chapas de uralita que contienen amianto, productos fitosanitarios, bolsas llenas de jeringuillas, kilos y kilos de vidrio y plásticos, neumáticos, frigoríficos, lavadoras y todo tipo de electrodomésticos, pilas, aceite de automóvil... Estos son algunos de los residuos que habitan las entrañas de las cuevas de Tolosaldea, tristemente convertidas en vertederos subterráneos, según constatan los biólogos, hidrólogos y espeleólogos que forman Lurpea Garbi, a los que este periódico ha acompañado en un día de trabajo en el subsuelo. Esta asociación sin ánimo de lucro está chequeando las simas del corazón de Gipuzkoa para conocer la dimensión real de este problema mediomabiental, que se traduce en decenas de metros cúbicos de basura sepultados.

Las cuevas y simas son el foco fudamental de Lurpea Garbia, que está realizando un arduo trabajo para recabar información del estado de las cavidades de Tolosaldea. «Queremos establecer una base que pueda servir o ser utilizada en el resto de las comarcas del territorio, dado el deplorable estado en el que se encuen muchas de las cavidades subterráneas de la comarca», explica el espeléologo Angel Navas. Junto al tolosarra se encuentran Eneko Agirre, biólogo y espeleólogo, Inma Mugerza, hidróloga y geóloga, Uxue Lasa, espeleóloga, y Koldo Jauregi, vecino de Larraul y colaborador de Lurpea Garbi. Durante el último año han detectado «cincuenta focos de Tolosaldea que presentan un alto riesgo de contaminación ambiental, ya que acumulan toneladas y toneladas de basura de alto riesgo».

Según Agirre, «nunca antes se ha realizado un trabajo como el que está llevando a cabo Lurpea Garbi en estas cuevas y simas. Desde el inicio de este proyecto teníamos claro que había que establecer un protocolo tras comprobar el estado de las cavidades porque consideramos que en algunos casos es crítico, lo que obliga a tomar cartas en su limpieza. Es verdad que se han realizado limpiezas puntuales de cuevas, pero nunca se ha estudiado una zona o comarca en su integridad para sacar la basura de sus cavidades subterráneas, el principal objetivo de nuestra asociación».

«Conocer la dimensión del problema» fue el comienzo del proyecto de Lurpea Garbi, según Angel Navas, «para visibilizar un grave problema medioambiental y concienciar a instituciones, empresa y vecinos de la necesidad de tomar cartas en el asunto, ya que las consecuencias de la contaminación de las aguas que nutren, en el caso de Tolosaldea, el sumidero de Salubita es muy preocupante. La gran presencia de uralita es un claro ejemplo de ello y hemos encontrado placas y placas de este material altamente contaminante en cantidades ingentes, en 19 de las cavidades en las que hemos centrado nuestro trabajo hasta este momento».

«Conocer la dimensión del problema fue el punto de partida para visibilizar un grave problema medioambiental»

Angel Navas

Espeleólogo

El primer contacto fue con los vecinos de los diferentes municipios de la comarca «para que ellos fueran conscientes del problema que tenían muy cerca de sus casas y nos fueran dando información que nosotros necesitamos para dar forma al catálogo que estamos preparando y después empezar con las limpiezas de dichos espacios contaminados. Hasta el momento hemos visto que hay dos tipos de espacios subterráneos, algunos entornos que se pueden limpiar en auzolan y otros en los que necesariamente deben trabajar equipos especializados por las características del terreno, al tratarse de simas verticales que exigen saber trabajar en altura, etc».

Navas repite una y otra vez la importancia de «dar a conocer la situación actual de las cuevas y simas que acumulan toneladas de basura que se ha depositado durante décadas en las bocas de entrada de estos espacios, que en muchos casos tras las abundantes lluvias han ido sumergiéndose o han sido tapadas por la maleza y 'desaparecen' a la vista de los visitantes, pero que si te acercas sorprenden por el volumen que alcanzan».

Riesgo real

Aunque la maleza se haya encargado de tapar la basura, desde Lurpea Garbi quieren «poner sobre la mesa la problemática sobre los residuos que hay en las cuevas, simas y en superficie que afecta a los acuíferos de Tolosaldea. Hasta el momento, los miembros de la asociacón han calculado que «en la zona de Tolosaldea se acumulan más de 300 metros cúbicos de basura de los últimos 40-50 años» y, por ello, «el riesgo de contaminación y las consecuencias preocupan y mucho a este grupo de expertos en la materia. De hecho, Inma Mugerza, experta hidróloga que basó su tesis en un trabajo realizado en el manantial de Salubita, destaca que «el agua que se acumula en Salubita pasa en algunos casos por los 'puntos negros' que hemos localizado. El agua tiene la capacidad de disolver o arrastrar posible contaminación que hay en esas zonas, contaminación que penetra por el terreno y llega a uno o varios acuíferos. En Tolosaldea en concreto tenemos un montón y algunos nutren al manantial de Salubita, el más grande de Gipuzkoa en cuanto a caudal se refiere, ya que cuenta con 600 litros por segundo normalmente. En verano ronda los cien y cuando llueve mucho 15.000 litros por segundo».

Los puntos negros que menciona Mugerza «son puntos de riesgo porque pueden contaminar las fuentes que se pueden estar utilizando. Es verdad que se realizan controles de calidad constantemente y el agua es tratada con cloro, pero el daño podría ser irreversible en el caso de que se contaminaran acuíferos como el de Salubita, por su importancia para la comarca de Tolosaldea ante la necesidad de aumentar el volumen de agua para el consumo diario».

«El agua que se acumula en Salubita, el manantial más caudaloso de Gipuzkoa, pasa por varios 'puntos negros'»

Inma Mugerza

Hidróloga y bióloga

Además, «hay que tener en cuenta que en muchos casos vamos a consumir ese agua en nuestras casas o se va a destinar para el riego de nuestras huertas para el posterior consumo de lo que produzcamos en ellas, verduras, frutas...», tal y como explica Uxue Lasa, miembro de la asociación.

Lurpea Garbi insiste en la importancia de limpiar, pero incide en que la clave está «en concienciar, educar y divulgar la labor que estamos realizando, buscando también la implicación de voluntarios y entidades para llevar a cabo la limpieza de esas cavidades. Hay que ser conscientes de que se sigue echando basura, por eso es fundamental seguir con las charlas que ofrecemos en los ayuntamientos y los centros escolares de la comarca». Añade que «no podemos obviar que la gente sigue depositando basura en espacios donde lo han hecho durante generaciones, por lo tanto, es clave que la gente sea consciente de las consecuencias de verter esos residuos, en algunos casos muy contaminantes sobre todo en el agua, sin olvidar el vertido de purines en dolinas. Otra cuestión muy importante por las consecuencias que tiene en las aguas subterráneas». Navas destaca que «está claro que hay que poner sobre la mesa todas estas cuestiones y solucionar el problema sobre los residuos que existe en las zonas más alejadas de ciudades o zonas urbanas, en las que se ha llevado una política de reciclaje que no llega a los caseríos o barrios rurales».

«Es el momento de actuar»

Por ello, en Lurpea Garbi tienen claro que «es el momento de actuar. Nosotros hemos comenzado a trabajar, como la actuación que llevamos a cabo en Hernialde, en concreto en la cueva de Aizkoate, porque la gente entraba con motos y quads. Para impedir que entraran y realizaran más destrozos colocamos una puerta y limpiamos la basura que había».

«En 50 cavidades de Tolosaldea se acumula más de 300 metros cúbicos de basura de hace 50 años, como placas de uralita»

Eneko Agirre

Espeleólogo

Además, los miembros de la asociación han organizado iniciativas en 'auzolan', como «la limpieza que realizamos en Albiztur con un grupo de Bihotz Berdea, impulsado por Kutxa, en el que junto a 40 personas sacamos más tres toneladas de basura que después clasificamos entre nosotros. Y más tarde, con apoyo del Ayuntamiento de Albiztur y su trabajador municipal, trasladamos a los contenedores».

Un gran paso en «la necesidad de cuidar y preservar esas cuevas y simas, dado su valor arqueólogico o como ecosistemas de especies como los quirópteros o fauna troglobia», destaca el biólogo Eneko Agirre. «Según Carlos Galán, experto en la materia, Gipuzkoa es uno de los cinco puntos más calientes del mundo. Cuando habla de puntos calientes aduce que Gipuzkoa tiene muchos endenismos, paleoendenismo, muchas especies que son únicas y por ello, el territorio tiene un patrimonio en cuanto a fauna subterránea, especialmente significativo».

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