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El punto geodésico sitúa la cima con unas preciosas vistas hacia Bidasoa y el mar.

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El punto geodésico sitúa la cima con unas preciosas vistas hacia Bidasoa y el mar. Fotos: Belauntzaran
Mendira

Arburu, entre túneles y caminos mineros

La discreta cima de Aiako Harria (476 m.) muestra los tesoros naturales del parque y guarda otros como las preciadas piezas del coto minero

Viernes, 21 de junio 2024

Pasear por el corazón del Parque Natural de Aiako Harria es un privilegio, un regalo para todos los sentidos. Cada rincón de las 6.913 hectáreas que ocupa este parque, situado entre el río Bidasoa y Urumea, esconde un tesoro natural que podemos encontrar por sus bosques, zonas de pasto, pozas, cascadas, arroyos... sin poder olvidar en ningún caso, los numerosos episodios históricos de los que ha sido escenario.

En un viaje en el tiempo, destacan los diferentes episodios vividos en las zonas mineras del parque. En el interior de sus montes se extrajo el sustrato geológico más antiguo de Euskal Herria: el batolito granítico de Aiako Harria, que consiste en un afloramiento de magma de hace 250 millones de años, cuyo enfriamiento y posteriores procesos geológicos. A lo largo de la historia se han extraído diferentes minerales como plata, cobre, hierro y cinc.

Sus numerosas galerías, sus caminos, sus túneles, sus rocas,... reflejan ese pasado que comienza dado el interés geológico de esta zona por la presencia de filones mineros, algunos conocidos y explotados al menos desde la época romana. Es conocido que en el área de Arditurri-Otsamantegi (Oiartzun) se han realizado actividades mineras desde al menos esa época, prolongándose hasta el año 1984. Los diferentes estudios realizados en la zona demuestran que durante más de 2.000 años, se ha llevado a cabo casi sin interrupción la explotación de los filones, lo que demuestra el carácter excepcional de este coto minero. De hecho, los expertos califican el foco de Arditurri como «grandioso», ya que el filón tenía 12 m de ancho.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: El parking de Pagogaina se encuentra muy cerca del merendero del mismo nombre. Para acceder hasta allí hay que seguir la GI-3454.

  • Horario: El paseo desde el parking de Pagogaina pasando por Elurretxe y la cascada de Irusta ronda las tres horas.

  • Distancia: 11,7 km

  • Desnivel positivo: 411 m

  • Severidad del medio: 2

  • Dificultad orientación: 3

  • Dificultad del terreno: 2

  • Esfuerzo necesario: 2

Además de la intensa actividad minera de Oiartzun, también destaca la que se ha llevado a cabo en Irun. Hablamos del entorno de Irugurutzeta que también destaca por la intensa actividad minera que se ha realizado en el mismo desde la época romana, cuya mayor producción se alcanzó entre finales del siglo XIX y principios del XX, hasta que a mediados de los años cuarenta se abandonó la producción definitivamente. Irugurutzeta se abastecía de los cotos mineros del Bidasoa, de los que se extraía el mineral de hierro ideal para la fabricación del acero Bessemer. En los alrededores pueden adivinarse todavía los restos de los equipamientos asociados a la actividad minera, como por ejemplo la residencia del director, conocida como «castillo del inglés», el poblado minero, las canteras, las escombreras y hasta los sistemas de transporte.

El enclave de Irugurutzeta constituye la mayor batería de hornos de calcinación para explotar el carbonato de hierro existente en Gipuzkoa y una de las más importantes del País Vasco. Los nueve hornos de Irugurutzeta son el testigo más visible de la historia minera más reciente de la zona, ya que en ellos desde comienzos del siglo XX se calcinaba carbonato de hierro procedente de las galerías de Meazuri, Meagorri, Aitzondo y Basakaitz.

Algunos de estos hornos son de sillería y planta circular, otro de ladrillo al interior y al exterior, y el resto de mampostería. Son unas joyas del pasado minero de guipuzcoano, aunque todos ellos han perdido algunos de sus elementos emblemáticos como los conos de hierro, aún conservan los respiraderos, los sistemas de tiro y la plaza de descarga del interior con forma piramidal.

Charca en Lasain-Gogortegi de anfibios muy cerca de la cima de Arburu (1). Restos de lo que suponemos fue el buzón (2). Postes de cierre de ganado con una forma escultórica (3).
Imagen principal - Charca en Lasain-Gogortegi de anfibios muy cerca de la cima de Arburu (1). Restos de lo que suponemos fue el buzón (2). Postes de cierre de ganado con una forma escultórica (3).
Imagen secundaria 1 - Charca en Lasain-Gogortegi de anfibios muy cerca de la cima de Arburu (1). Restos de lo que suponemos fue el buzón (2). Postes de cierre de ganado con una forma escultórica (3).
Imagen secundaria 2 - Charca en Lasain-Gogortegi de anfibios muy cerca de la cima de Arburu (1). Restos de lo que suponemos fue el buzón (2). Postes de cierre de ganado con una forma escultórica (3).

En el recorrido de esta semana no nos hemos acercado a los hornos de Irugurutzeta, pero sí hemos atravesado los túneles del camino que desde Arburu nos condujo hacia las ruinas de los diferentes edificios de la zona adentrándonos por antiguos caminos en zonas boscosas o pudiendo disfrutar de una perfecta perspectiva de otra de las joyas del parque, la cascada de Irusta.

Repleta de agua, gracias de las abundantes lluvias caídas las últimas semanas, dibujaba un hilo blanco que destaca entre el verde y el negro de la roca granítica que va puliendo para abrirse camino con fuerza dada la pendiente que existe y ser el resultado de la confluencia de varios arroyos que nacen en la ladera norte de Aiako Harria. Un intenso sonido se adueña del silencio del lugar, mientras disfrutamos de la hermosa estampa.

La cascada de Irusta es el salto de agua más importante de Gipuzkoa y uno de los mayores del País Vasco. Se desarrolla en un entorno lleno de formaciones graníticas, únicas en el País Vasco, que conforman un relieve abrupto a favor del cual se desarrolla la cascada. En ella se precipita la regata formada por la confluencia de varios arroyos que nacen en la ladera norte de Aiako Harria.

Tras ella, el cauce del arroyo se va abriendo paso por el monte Egiluze, alimentándose de otros pequeños arroyos hasta llegar al coto minero de Meazuri. Desde aquí la pendiente se suaviza y el arroyo discurre por un bosque frondoso, por el que discurría el trazado del antiguo tren minero. La pureza y frescura de las aguas del arroyo posibilita la existencia de una variada y rica fauna fluvial, entre la que destacan especies como el visón europeo (Mustela Lutreola).

Desde Pagogaina

En esta ocasión nos acercamos hasta el parking de la zona de Pagogaina, donde dejamos el coche para dirigirnos hacia Sorotxiki, evitando en lo posible por carretera asfaltada. Siguiendo las balizas nos acercamos hasta el nevero de Elurretxe, siguiendo los caminos que se convierten en senderos que atraviesan el bosque pintado de un precioso verde.

En el parking de Elurretxe cruzaremos la carretera para seguir la pista que nos conducirá hasta la charca de Lasain-Gogortegi y pocos metros más adelante disfrutaremos unas preciosas vistas hacia el mar. La pista nos conducirá hasta un árbol muerto. En lo alto de una zona de pasto, desde el que veremos la cima de Arburu. El punto geodésico nos sitúa la cima, ya que el poste-buzón, permanece semioculto junto a la roca que lo sostenía.

Las vistas espectaculares. Mar, cielo y tierra se fusionan de manera única en esta parte de Bidasoa. Desandamos la zona de pasto, hasta recuperar la pista que nos conducirá hasta una puerta metálica que atravesaremos para después seguir el sendero que entre helecho y árgoma se va dibujando por el paso de ganado y senderistas. Es una zona de descenso, que nos conduce aúna nueva zona boscosa en la que se encuentran las ruinas de edificios que anuncian que nos situamos en territorio minero. Siguiendo las indicaciones blancas y amarillas seguimos la pista forestal junto a la regata de Sorgiñola.

Avanzamos de manera tranquila por la pista que nos adentra en el bosque, siguiendo el camino que utilizaron los mineros que durante siglos trabajaron en la zona, hasta llegar al mirador de la cascada de Irusta.Espectacular. Pasaremos por varios túneles hasta llegar a una zona boscosa en la que nos encontraremos una señal vertical que nos dirige hacia la derecha. Comienza el tramo de ascenso, que nos conducirá nuevamente a la carretera, muy cerca del merendero de Pagogaina. Desde allí, nos acercaremos nuevamente a la zona de aparcamiento. AiakoHarria, impresionante como siempre.

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