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Altzo podría denominarse el pueblo de los gigantes. Este precioso pueblo de Tolosaldea es conocido por muchos motivos y personajes históricos que incluso, hace siglos, dieron a conocer su nombre en diferentes cortes de Europa. Miguel Joaquin Elicegui Arteaga, 'Euskaldunon erraldoia', como le conocían algunos o 'Handia', como le conocemos gracias al film dirigido Aitor Arregi y Jon Garaño, fue recibido por recibido, entre otros por la reina Isabel II de España, la reina María II de Portugal, el rey Luis Felipe I de Francia y la reina Victoria del Reino Unido.
Su enfermedad, la acromegalia (gigantismo), le hizo crecer indefinidamente hasta su muerte. Llegó a medir 2,42 m (7′ 11″) de altura y 2,42 m de envergadura, llegó a pesar 212 kilogramos y sus zapatos medían 42 centímetros. Sus guantes medían 31 cm del dedo pulgar al meñique y los sombreros de copa 3/4 puntos o, lo que es igual, 62 cm de circunferencia. MiguelJoaquín (1818-1861) nació el 6 de julio de 1818 en el caserío Ipintza-zar, en el seno de una familia numerosa. Elicegui disfrutó de una infancia y adolescencia con un desarrollo físico normal, pero a los 20 años de edad, desarrolló gigantismo y comenzó a destacar por su elevado tamaño. Poco a poco fue siendo conocido por sus características físicas y a tomar relevancia su gran estatura y a ser exhibido, siendo la primera localidad en la que lo hizo Bilbao. Lo hizo de la mano del navarro José Antonio Arzadun.El vecino de Lekunberri propuso al padre de Miguel Joaquín exhibirlo por diferentes lugares. Para ello llegando a un acuerdo y firmaron en 1843, incluso, un contrato, que todavía se conserva, en el que se establecía que la sociedad tenía que pagarle todo el tabaco a Miguel, además de dejarle ir a misa todos los días, en cualquier lugar que se hallara.
Pero, Altzo cuenta con otros tesoros de gran importancia. A pocos metros del caserío Ipintza, dicección Alegia, se encuentra la iglesia de San Salvador que tiene una gran importancia histórica.Según antiguos documentos, en ese lugar estaba el monasterio de San Salvador de Olazabal, que en 1025 -en el reinado de Sancho el Mayor de Navarra- fue donado al de San Juan de la Peña por el señor de Gipuzkoa García Azenariz y su esposa, Gaila. Lo más relevante es que en ese documento se cita por primera vez el término Gipuzkoa, concretamente Ipuzcoa.
Acceso: Deberemos tomar la N-1 hasta la salida de Alegia/Amezketa para después seguir las GI-2131 para acceder desde AltzoAzpi hasta Altzo.
Horario: El recorrido desde la plaza de Altzo hasta Otsabio ronda las tres horas, visitando el haya de Imaz.
Distancia: 11,53km
Desnivel positivo: 735 m
Severidad del medio: 2
Dificultad orientación: 3
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 3
En otro precioso rincón de Altzo, se encuentra otro de sus tesoros, el haya de Imaz. Un árbol, plantado hace 188 años por el bertsolari Manuel Antonio Imaz en un terreno de su propiedad el mismo año que se casó con Paula Jauregi, es decir, el 22 de septiembre de 1836 concretamente, como recuerdo de boda. Lo hizo en un paraje denominado Gaztaina-Motzeta, un sitio próximo a su manzanal y su calera, en el que antes había tenido castaños trasmochos. El jesuita Antonio Zavala en un artículo publicado en 1967 en este mismo periódico relataba que «cuando Imaz traía estiércol para los manzanos, abonaba también el haya en todo su contorno. (...) Nunca se ha oído que un haya recibiera tantos cuidados».
El bertsolari Imaz era un hombre cuidadoso que amaba tanto a su criatura vegetal que en muchas ocasiones midió el tronco. Para ello, se desceñía la larga y tradicional faja, y luego en casa, comparando con las dimensiones de una barrica, sabía cuántos centímetros iba ganando el árbol. Zavala sospechaba que «Imaz amó a este haya como a un símbolo de su vida y hogar».
La fama del haya es más que reconocida y ha logrado que la soprano tolosarra Ainhoa Arteta le ha dedicado uno de sus discos.
La enorme haya, que ha llegado a los 23 metros de alto un perímetro de tronco de 1.30 m, un diámetro de copa de 28,51 m, sufrió un accidente en 2020 provocando gran preocupación. Este precioso ejemplar fue declarado en 1997 'Árbol singular' por decreto del Gobierno Vasco, de manera que no se puede derribar. El 15 de septiembre, por la mañana, un pino cayó encima del haya de Imaz y rompió una de las ramas principales, de unos 106 cm de grosor, desde la unión en el tronco. El accidente no ha impedido que siga luciendo su enorme envergadura y su belleza natural. Sus características tan peculiares hicieron que, hace siete años, optara a ser nominado como 'Árbol europeo 2017'. Para que eso suceda debe superar antes el concurso estatal, compitiendo con otros ocho ejemplares magníficos de toda la geografía española, robles, álamos, tejos... con curiosas historias detrás. En esa conovcatoria, la joya natural de Altzo no logró el preciado nombramiento.
La ruta de esta semana nos permite repasar la historia de algunos de los personajes de Altzo, pero nuestro objetivo es visitar Otsabio (801 m.), su monte más conocido. Se trata de la cima más elevada del cordal recibe el nombre de Laparmendi en Altzo y Lapargaña en Lizartza, y la cruz se conoce como Laparmendiko gurutzea en ambos casos. En este baile de nombres, denominaciones y demás, cabe destacar que Otsabio en la actualidad es para muchos el nombre del cordal en sí que se sitúa entre Altzo y Lizartza. Este monte se sitúa entre las cuencas de los ríos Araxes y Oria, punto de enlace entre Navarra y Gipuzkoa. Cabe destacar que está recogido que Otsabio no existe como cima, ya que se denomina Muñobil, pero a su cruz se le llama Otsabioko gurutzea.
La ascensión hasta la cruz de Otsabio puede realizarse desde Lizartza y desde Altzo. Nos decidimos por la segunda opción y nos acercamos hasta Altzo muño (217 m.). Después de aparcar muy cerca de la iglesia, comenzamos la ascensión por la pista asfaltada de la derecha. Continuamos la carretera asfaltada por el collado de Arrima (330 m.), hasta llegar a la estación de gas, al este de la loma de Elordi (370 m.). Muy cerca se encuentra un cruce y nosotros continuamos por la izquierda siguiendo las pinturas amarillas y blancas que se encuentran por el camino. Tras dejar atrás la carretera asfaltada llegamos a una zona en la que predominan los pinares.
Por los caminos señalizados comenzamos la ascensión que nos permite disfrutar de unas magníficas vistas de Tolosaldea. Entre ellos Larrunarri/Txindoki y Auza Gaztelu. El camino es en cuesta todo el rato aunque se hace más que asequible y no exige demasiado esfuerzo. Poco a poco, dejamos atrás los pinos, nuestros compañeros de camino hasta entonces, y comenzamos a adentrarnos entre hermosos bosques de hayas que siempre despiertan en nosotros una energía diferente. Casi sin darnos cuenta, comienzan a destacar algunas rocas gris-blancas, señal evidente de que pronto llegamos a nuestro objetivo, Otsabio. Y sin quererlo, casi escondida entre los enormes árboles, se encuentra la cruz de Otsabio, el buzón y un vértice geodésico.
Regresamos por el mismo sendero, hasta llegar a un cruce donde se indica la dirección que debemos seguir para visitar el haya de Imaz. Un sencillo recorrido debidamente indicado que nos permite disfrutar de la belleza de caseríos y bosques. Después, siguiendo la carretera, alcanzamos la plaza de Altzo.
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Ángel López | San Sebastián e Izania Ollo | San Sebastián
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
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