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Eguzki nos acompañó en nuestra visita a Puttarri (1.299 m.). Este verano no resulta muy fácil disfrutar de su presencia, pero en nuestro paseo por la sierra de Aralar demostró su fortaleza y el canto de los pájaros muestra su alegría al poder sentir su fuerza. Mientras avanzamos entre enormes hayedos, escuchamos sus melodías, aunque a duras penas los vemos. A cada paso, comprobamos que nuestra presencia trae consigo el silencio, como mucho, un baile sigiloso de una rama a otra, que dura unos pocos segundos y el abundante follaje disimula el movimiento, haciéndonos creer incluso que no se ha producido.
La ruta de esta semana nos lleva hasta el parketxe de Lizarrusti, desde el que podemos disfrutar de numerosos hermosos rincones de la sierra de Aralar. Sierra que fue declarado como parque natural en 1994. Ese año, la Diputación Foral de Gipuzkoa eligió el antiguo edificio de la casa de mikeletes, como parketxe. Desde entonces acoge un albergue, un bar, un restaurante y el centro de interpretación del parque natural de Aralar.
Aunque la sierra de Aralar pertenece a las provincias de Gipuzkoa y Navarra. La parte guipuzcoana con una superficie de 10.971 hectáreas en las que se encuentran multitud de simas, cuevas y ríos subterráneos. Una cuarta parte de la superficie del Parque está cubierta por hayas. La mayor parte de ellas se encuentran en la zona situada entre el puerto de Lizarrusti y Balankaleku, formando el hayedo más extenso de Gipuzkoa, una joya de nuestro patrimonio natural.
La riqueza natural del parque de Aralar es más que destacable. Cuenta con numerosas áreas de notable singularidad y valor natural, con especies de flora y fauna muy singulares, zonas de interés geológico excepcional, Además, muestra a sus habitantes y es habitual ver sobrevolar la zona al buitre leonado, al alimoche, y de manera más ocasional al águila real y al quebrantahuesos. En los cursos de agua que descienden de la sierra es posible encontrar ejemplares de visón europeo y desmán del Pirineo.
Acceso: Para llegar a Lizarrusti deberemos seguir la N-1 hasta Beasain para después dirigirnos hacia Ataun por la GI-2120 hasta el puerto.
Horario: El recorrido circular exige cierto fondo físico y hábito ya que se necesitan unas 4,5-5 horas para completarlo.
Distancia: 12,8km
Desnivel positivo: 875 m
Severidad del medio: 3
Dificultad orientación: 4
Dificultad del terreno: 4
Esfuerzo necesario: 4
Aralar también destaca por sus mitos y leyendas. De hecho, Ataun cuenta con un extenso trabajo en torno a las historias que generación tras generación se han mantenido vivas y que demuestran la creencia de los ataundarras en la mitología. On Joxemiel Barandiaran hizo un esfuerzo ímprobo para recoger esas leyendas.Entre ellas destaca la historia de las siete vírgenes negras existentes en Gipuzkoa, que según cuentan salieron de la ermita de San Sebastián ubicada antiguamente en la zona de Umarki de Ataun y se dispersaron por todo el territorio.
Los gentiles son otros de los personajes mitológicos muy conocidos en la localidad goierritarra. De hecho, frecuentemente se denomina 'gentiles' a los habitantes de Ataun y Aia.Recogen los ataundarras entre sus leyendas que «en la época en que los gentiles vivían en una cueva de Leizadi apareció entre las nubes una estrella tremendamente bella. Al ver una estrella así los gentiles estaban absolutamente aterrorizados porque eran incapaces de comprender qué iba a suceder en el mundo».
Al parecer, «entonces, sacaron delante de la entrada a un viejo gentil medio ciego que vivía dentro de la cueva y con la ayuda de una pala o paleta le abrieron los ojos con la esperanza de que él comprendiera lo que veía. Y en cuanto la vio gritó: «Ah, hijos míos: ha nacido Kixki, ¡desde ahora estamos perdidos! ¡Echadme barranco abajo!». Y así murió el anciano gentil». Posteriormente, cuando la cristiandad comenzó a expandirse por el mundo, los gentiles se dispersaron y se perdieron enseguida. Cada año, los gentiles 'bajan' a las calles ataundarras y rememoran historias de los antiguos habitantes de la sierra de Aralar.
Comenzamos la subida al monte Puttarri en el alto de Lizarrusti, junto al centro de interpretación del Parque Natural de Aralar y límite provincial entre Gipuzkoa y Navarra. Salimos por detrás del edificio, siguiendo el GR-12 hacia el Este. Esta ruta transcurre por numerosos bosques que atravesamos siguiendo senderos o pistas forestales que casi de manera continua trascurre de manera ascendente hasta la cima. Las estampas que nos encontramos a lo largo del camino son preciosas, destacando el verde de hayas y demás árboles y las rocas cubiertas de musgo.
Deberemos andar por la carretera (dirección Navarra) unos 150 m, siguiendo las pinturas rojas y blancas. Las marcas continúan a la izquierda, abandonamos el asfalto y las seguimos subiendo por un camino. Continuamos un rato, paralelos a la valla de espino (E). Enseguida llegamos a una zona rocosa, en la que el desnivel se acentúa, aunque de manera tranquila afrontamos este tramo siguiendo el sendero en zigzag.
Tras este tramo la pendiente se suaviza y entramos en un espectacular hayedo, en el que el camino serpentea para abrirse paso por el bosque entre las rocas. Llama nuestra atención una sima al lado de la senda y un peculiar agujero bajo un árbol.
Continuamos con nuestro recorrido caminando en paralelo a una valla de espino, límite entre Gipuzkoa y Navarra. La alambrada alcanza hasta al monte Putxerri. Bordeamos el monte Alleko por su cara SE. Siempre junto al vallado siguiendo las marcas rojas y bancas. Después el camino gira a la derecha y caminamos un gran tramo hacia el Este.
Unos metros antes de llegar a zona despejada abandonamos las marcas rojas y blancas y giramos a la derecha. Descendemos al collado para afrontar la subida al monte Puttarri.
A lo largo de nuestro ascenso nos encontramos varios hitos de piedra y en algunos puntos observamos el rastro de algunas marcas de pintura amarilla desdibujadas. Es interesante descargar un track para realizar este recorrido. Antes de iniciar el ascenso final, nos encontramos en una pieza de piedra la inscripción 'Putterri' y en un árbol pintado en rojo 'Igaratza- Putterri'. Seguimos la pista forestal para llegar a los pies de cima que alcanzamos siguiendo el rastro de otros senderistas. No es un terreno fácil, por lo que exige precaución por la presencia de piedras sueltas o el pasadizo en la roca que hace la función de puerta para cruzar al otro lado. Una vez en la cima del monte Puttarri (1.299 m.) solo toca disfrutar. Hacia el Sur disfrutando de unas magníficas vistas de las sierras de Andia y Urbasa, mientras que hacia el Norte se abren las zonas de pasto de Aralar con su txabolas y el embalse de Lareo a sus pies. Espectacular.
El regreso los realizamos descendiendo un tramo por el mismo camino de subida. Aunque optamos por acercarnos hasta la cueva de Mari siguiendo un fino sendero.Descendemos por el hayedo, hasta alcanzar una pista, pedregosa y con bastante barro. La pista termina en la carretera junto a un antiguo edificio, desde el que debemos remontar un kilómetro hasta Lizarrusti.
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