
Unamuno, privilegiado descanso eterno
Rutas ·
A los pies de la cumbre situada en la muga entre Gipuzkoa y Navarra se encuentran numerosos monumentos megalíticosSecciones
Servicios
Destacamos
Rutas ·
A los pies de la cumbre situada en la muga entre Gipuzkoa y Navarra se encuentran numerosos monumentos megalíticosUnamuno comparte denominación con el gran escritor. Cumbre del cordal Adarra / Mandoegi que sirve precisamente de puente entre los cordales procedentes de la cima de Adarra (807 m) y el cordal de cimas del monte Mandoegi (1.049 m). Según algunas fuentes la cumbre poseería dos cimas muy próximas que están separadas por un pequeño descenso (874 m). La cumbre más occidental es la llamada Unamuno (886 m.), mientras que la más oriental domina el collado de Errekalko (658 m) y se llama Leuneta (887 m). Ambas cotas son cimas de una única montaña. El collado Sur, llamado Errekarte (790 m), une estas montañas con el cordal de Mandoegi a través de Abadekurutz o Baratzarreta (982 m).
Unamuno destaca por formar parte de una montaña con dos cumbres muy próximas. Se trata de Unamuno o Unamune. En la cumbre se unen los términos de Arano, Elduain y Urnieta. Unamuno ofrece unas magníficas vistas del valle y permiten contemplar la ubicación de los monumentos megalíticos que existen entre Onddi y Mandoegi. De hecho, entre Andoain y Arano hay una mítica muga entre vascones y bárdulos, una de las zonas más ricas en crómlech de Europa. Entre ellos destacan los crómlech de Arleoko zabala, uno de los conjuntos de crómlech más occidental de la península ibérica. Está entre las peñas de Arleor y Trintxaulekueta con impresionantes vistas a San Sebastián.
La ascensión habitual a Unamuno parte del modesto núcleo rural navarro de Arano, que se eleva sobre el valle del Urumea. También se puede acceder desde Olloki, en el tramo guipuzcoano del valle del Leitzaran. Sin embargo, nuestra propuesta de hoy parte del remoto barrio hernaniarra de Pagoaga. La excursión es más larga que las otras opciones pero permite recorrer un amplio tramo de la Gipuzkoako Bira (GR-121) y descubrir varios de los numerosos restos megalíticos que pueblan estas alturas.
La excursión parte desde Pagoaga, junto al molino, donde unos paneles nos informan de la ruta que en buena parte seguiremos y de la estación megalítica. Al otro lado del río hay que seguir una pista asfaltada que sube hacia un agroturismo y luego continúa hasta los caseríos Igerola Berri e Igerola. En este último acaba por fin el asfalto y un nuevo panel informa del recorrido. Sin perder la pista principal, continuamos ganando altura a la sombra de los árboles, principalmente pinos.
Siguiendo la pista principal, en apenas cinco minutos alcanzamos un amplio collado en el que desembocan varias pistas. La que debemos seguir es la primera de la izquierda, que se dirige hacia el sureste, camino de la muga con Navarra. Un nuevo poste de señales nos avisa en un desvío que hay que seguir si queremos alcanzar la muga, y más concretamente el mugarri de Garagartza, donde se unen Goizueta, Hernani y Andoain.
El agradable paseo se ve amenizado por la media docena de crómlech, dólmenes y sepulturas que jalonan el alomado cresterío, inconfundible evidencia de la importancia de estas tierras para el vasco prehistórico. La caminata también permite apreciar la diferencia entre las diáfanas tierras navarras, cubiertas de pastos salpicados de pequeños bosquetes, y las guipuzcoanas, pobladas de explotaciones forestales.
Un último panel nos avisa del final de la estación megalítica del inicio de la cuesta final, corta pero dura, que lleva hasta Unamuno y su buzón en forma de caserío. Las vistas reconfortan el esfuerzo final. No hay más que seguir el cordal para alcanzar Leuneta sin ningún signo que indique la cima más allá de un pequeño promontorio de rocas. El descenso se realiza por la ruta de subida para completar una agradable excursión de cuatro horas.
En la zona se pueden visitar más de ochenta monumentos megalíticos. En concreto, en la ruta megalítica de Aitasemegi, de 7,7 kilómetros, se encuentran más de 33 monumentos megalíticos y en la ruta de Alkasoaldea, de 8,7 km, existen más de 55. Todo un viaje en el tiempo en un espacio excepcional en el que los paneles sitúan al visitante en los parajes más hermosos de la localidad navarra y acercan a los ritos funerarios que realizaban los antiguos habitantes de los poblados de la comarca.
Para algunos expertos, Goizueta cuenta con los mejores conjuntos megalíticos de la ruta del Pirineo. Estos monumentos se encuentran en una zona muy localizada, en una franja de cinco kilómetros que recorre todo el Pirineo y que comienza en el río Leitzaran y termina en el valle de Arán. Lo que es seguro es que Goizueta cuenta con noventa monumentos de más de 5.000 años de antigüedad y alguno más que todavía estará escondido por sus hermosos montes. La zona megalítica de Goizueta destaca, además, por la agrupación de monumentos o 'mairubaratzak', lo que indica una alta densidad de población en aquella época
Las dimensiones de las piedras colocadas en los crómlech y túmulos hacen pensar en la fuerza de aquellos hombres, que eran capaces de cargar con piedras de más de una tonelada de peso. Por ejemplo, el menhir de Usobelartza, un monolito inclinado que sale más de 1 metro a la superficie y que cuenta con un peso estimado de la roca de 1.300 kilos. Al parecer algunas de esas piedras eran extraídas en canteras o peñascos más próximos, de piedras calizas en su mayoría, pero ¿de dónde traían esas rojizas tan habituales en Baztan?, o más difícil todavía, ¿cómo eran capaces de trasladarlas kilómetros y kilómetros hasta esos parajes por inclinadas pendientes? Es toda una incógnita.
También existe un gran misterio sobre la ubicación de los monumentos. Es posible, según algunas creencias, que se rigiera teniendo en cuenta las constelaciones de estrellas, la posición del sol en un hora determinada del día, o de la luna; otro de los misterios que sostienen las teorías de los expertos.
Nada está claro y todo está abierto a nuevas teorías, la que cada uno considera más idónea en el caso de los recién extrañados aficionados a los crómlech. Pero una vez situado en lugares tan excepcionales como Urgaratako gaina o Errekal-kuko mairubaratzak, cualquiera entiende por qué aquellos hombres y mujeres de Goizueta y la comarca, elegían esos enclaves para su eterno descanso. No en vano, desde allí podían disfrutar de hermosas vistas de la bahía de la Concha, de Bianditz, del Adarra o de Artikutza.
Horario El paseo circular desde Pagoaga hasta la cima ronda las 4 horas. Es una interesante caminata para realizar en grupo o familia con niños que cuentan con cierto fondo
Distancia 16,4km
Desnivel positivo 806 m
Severidad del medio 6
Dificultad orientación 3
Dificultad del terreno 5
Esfuerzo necesario 6
Cabe destacar que algunos monumentos están muy bien conservados. Por ejemplo, en el collado de Urgarata se distribuyen a 595 metros de altura seis crómlech, uno de ellos de unos nueve metros de diámetro. El único ejemplar de dolmen de la zona se encuentra en Añonea y fue construido en la Edad de Bronce. Una verdadera obra de ingeniería de la que quedan las losas de la primitiva cámara sepulcral, algo desdibujadas.
Lo que sí está claro es que están situados en un entorno único, incluso mágico, que deja huella en el visitante.
Publicidad
Beatriz Campuzano | San Sebastián y Amaia Oficialdegui
Gonzalo Ruiz y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Miguel Ángel Mata | San Sebastián y Amaia Oficialdegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.