Vídeo: Imágenes del ascenso. Foto: Dos cicloturistas descansan junto a la cruz de Usurbe, junto a la que se encuentra el buzón de la cumbre. Belauntzaran
Mendira

Usurbe, una prueba con recompensa

La cima secundaria de Murumendi exige un buen fondo para alcanzar sus 703 metros de altitud, antes de llegar a la reina del macizo

Viernes, 5 de noviembre 2021

Enormes caserones de diseño clásico se mezclan con otros de líneas más modernas en el barrio beasaindarra de Erauskin. Entre ellos se encuentran algunas joyas arquitectónicas rurales como el caserío Eraunskinzar, donde nació el abuelo del reconocido músico donostiarra Raimundo Sarriegi. El caserío, de grandes proporciones, cuya antigüedad data al menos de 1399, está situado en el citado barrio. Así nos lo cuenta el corresponsal beasaindarra Juantxo Unanua, que se suma esta semana a nuestra ruta y nos informa de que «esta barriada para muchos todavía es conocida como los cuatro caseríos».

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Nos acercamos hasta él abandonando el camino que nos acerca hasta nuestra cima de esta semana, Usurbe, desde la que accederemos a Murumendi, pero la visita merece la pena.

Se trata de una discreta cumbre, muy visitada por los beasaindarras, que sorprende con sus preciosas vistas y nos encanta visitar porque, hay que reconocerlo, la panorámica que ofrece de Larrunarri es única. Usurbe (703 m.) es una cumbre del macizo de Murumendi y está situada sobre Beasain y Ordizia. El macizo de Murumendi se extiende en dirección N-S formando parte de la divisoria Urola-Oria. Al norte, el Alto de Santa Ageda (698 m.) lo conecta a los Altos de Urraki (825 m.) para converger con el macizo de Hernio, que también toma la citada perpendicular. Al suroeste de Murumendi se halla la pequeña loma y fuente de Arrapaitz (790 m.). Al oeste, el cordal sigue hacia la cumbre de Txarabeltz (695 m.). En esta vertiente se halla una curiosa peña rocosa de extravagante forma denominada Atxipi o La Muela (781 m.). En dirección norte la sierra de Murumendi desciende a Domiko Mugarria (602 m.), punto de unión de Beizama, Bidania-Goiatz, Itsasondo y Beasain, al que sigue la apuntada cota de Maramendi (711 m.). Después se suceden las lomas arboladas en dirección al Alto de Santa Ageda (698 m.), por un lado, y en busca del monte Intxurre (743 m.), por el otro.

La cima se halla presidida por una gran cruz, inaugurada en 1953, y una enorme antena, por tanto, también hay pista hasta la cumbre. Dicha cruz de Usurbe fue levantada el 23 de agosto de 1953. En su construcción se hizo uso de 52 toneladas de materiales y para su levantamiento se necesitaron 50 horas de trabajos.

Una parroquia con historia

Para llegar a la blanca cruz de Usurbe, que se puede ver desde buen número de parajes que le rodean, partimos desde la parroquia de Nuestra Sra. de la Asunción (180 m.) que se encuentra en la parte alta del pueblo. El primer documento de este templo data del año 1495 y el templo beasaindarra destaca porque es la primera torre-campanario de su clase erigida en el territorio. Así lo destaca el corresponsal de DV en la villa vagonera, Juantxo Unanua, que nos acompaña esta vez en nuestro paseo a Usurbe y Murumendi. Además, gran conocedor de la historia de Beasain, Unanua recuerda la importancia de la obra por la intervención en las obras de la misma de las sagas de arquitectos de notable importancia como son los Carrera, Ibero y los Abaria. Su relato continúa remarcando que en el interior de este templo se encuentra la pila bautismal en la que tomó las aguas San Martín de Loinaz en 1566.

Iformación Mide

  • Horario: El paseo desde Beasain hasta Usurbe ronda la hora y media. Desde allí a Murumendi necesitaremos una hora más. El recorrido completo podemos hacerlo en 4,5 horas

  • Distancia: 14km

  • Desnivel positivo: 776 m

  • Severidad del medio: 3

  • Dificultad orientación: 4

  • Dificultad del terreno: 3

  • Esfuerzo necesario: 4

Continuamos la caminata siguiendo un sendero que sube hacia el norte entre huertos. En la primera bifurcación, al poco de comenzar, seguimos por la izquierda. Cruzamos una pista de cemento y continuamos la subida siguiendo nuestra senda hasta alcanzar la carretera en el barrio de Erauskin (325 m.). Seguimos la ascensión por asfalto y nos desviamos a la derecha para visitar la ermita de San Andrés. Un camino cementado nos conduce hasta ella. Pasamos primero por Erauskinzar. Regresamos a la carretera para proseguir la subida al monte Usurbe. Dejamos a nuestro paso el caserío Arteta. Llegamos a un cruce donde un poste indicativo señala Usurbe a la izquierda. Tomamos esta opción.

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La carretera finaliza en el caserío Usurbe (570 m). Subimos por el camino pedregoso que discurre al principio paralelo a una valla de espino. Nos encontramos en una zona de pastos predominantemente verdes. Dejamos nuestra senda para cruzar una valla metálica (590 m) y continuar por el sendero que sube de manera exigente. Caminamos por la cresta del monte Usurbe hasta llegar a su cima. En ella nos encontramos con una gran cruz de hormigón y una gigantesca antena de telecomunicaciones.

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Galería. Las mejores imágenes de la ascensión a Usurbe. Belauntzaran

Escenario de un suceso difícil de olvidar por los beasaindarras que se produjo hace 25 años y el corresponsal recordaba perfectamente. Hace unos días se hacía eco del mismo en su página local y relataba cómo «el 23 de octubre de 1966, un helicóptero militar caía en plena cima de Usurbe. Un helicóptero quedó sobre el césped, al borde de rodar por la empinada rampa de la ladera frontal en la popular cima».

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Al parecer, el aparato toma parte en unas maniobras que realizaba la Brigada Paracaidista del Ejército, concretamente de la Brigada de Agoncillo, en Logroño. Como recuerda el beasaindarra, «el accidente contó con doble versión, la oficial y la popular. Desde la Policía Autónoma informaron que «una corriente de aire desplazó el vehículo cuando sobrevolaba la zona entre la cruz y la antena del repetidor, lo que hizo que una de las hélices chocara contra la cruz. A causa del impacto, el helicóptero se precipitó al suelo y golpeó en su caída con el rotor trasero contra la valla, que delimita el recinto del repetidor». La versión popular, apuntaba que «la pretensión del helicóptero era cortar el palo, sujeto a la cruz, del que pendía una ikurriña. Fruto de un cálculo erróneo del piloto, una de las hélices golpeó el brazo derecho de la cruz de hormigón». Fuera como fuese, el recuerdo del suceso provocó numerosos comentarios y, entre nosotros, un tono de humor a la caminata que nos marca como próximo objetivo: Murumendi.

Tras el recuerdo del suceso nos dirigimos a esta cima siguiendo la pista cementada hasta un camino a la derecha que nos adentra en un pinar hasta la zona de Agorta. Una vez en ella, junto a unas enormes hayas tomamos la pista forestal que nos lleva hasta una verja que pasamos y nos encaminamos hasta Murumendi.

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Avanzamos por el camino señalizado que nos conduce en cuestión de minutos a la fuente de Arrapaitz. Allí un cartel nos muestra los valores naturalísticos de Murumendi. Poco a poco avanzamos, otra vez por un pinar, por la cantidad de agua y barro que hay en la pista y comenzamos el ascenso a la cima. Tras el último repecho, llegamos a la enorme mesa que nos indica el nombre y la ubicación de cada una de las cimas más importantes que se disfrutan desde Murumendi (de 868 metros de altitud). En un día soleado, las vistas son espléndidas. Hernio, Txindoki, Aizkorri, Erlo, Aiako Harria, Izazpi, Gorgomendi, Aketegi... y otros muchos.

Optamos por regresar por el mismo camino a nuestro punto de partida.

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