La accidentalidad infantil en carretera sigue ofreciendo datos preocupantes pese a las campañas de concienciación y el endurecimiento de la legislación que se ha realizado en muchos países. En Europa cada año fallecen al menos 1.000 niños y otros 80.000 resultan heridos, ... mientras que en España en 2023 aumentó la mortalidad infantil con un total de 22 fallecidos entre 0 y 14 años, 12 más que en 2022 lo que significa la segunda cifra más alta de los últimos 10 años solamente por detrás del año 2014.
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Hablamos de cifras que se podrían haber reducido sensiblemente si los más pequeños hubieran viajado correctamente en el coche, en asientos especiales y con las medidas adecuadas. Por eso resulta importante escoger el sistema de retención infantil adecuado (SRI) a su altura y su peso, no a la edad, ya que la mayoría de sistemas de seguridad con los que vienen equipados los vehículos no están pensados ni diseñados para los más pequeños.
Existen en el mercado cuatro tipos de sistemas de retención infantil que habrá que seleccionar en función del peso del menor pero también de nuestras preferencias. Son los siguientes: Grupo 0 (de 0 a 10 Kgs.), Grupo 0+ (de 0 a 13 kgs.), Grupo I (de 9 a 18 kgs.), Grupo II y III (de 15 a 36 kilos).
Hay de dos tipos en función de sus características:
Se trata de una silla que debe ser colocada en sentido contrario a la marcha:
-Son más cómodas para los niños y se evitan posibles mareos aunque, en caso de colisión, el impacto no se reparte de forma uniforme por toda la espalda.
Asientos y cojines elevadores
A partir de 135 cm, y excepcionalmente, los menores de 12 años de estatura igual o superior a 135 cms. pueden utilizar directamente los cinturones de seguridad del propio vehículo. Dentro de esta posibilidad, hasta los 150 cm., es recomendable que los menores sigan utilizando SRI homologados a su talla y peso.
En todos los casos, la banda diagonal del cinturón ha de pasar por la clavícula, sobre el hombro y bien pegada al pecho, mientras que la banda ventral ha de quedar lo más baja posible sobre la cadera.
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Si la banda del hombro toca el cuello o pasa bajo el mentón, el niño debe seguir utilizando un asiento elevador.
En principio, los sistemas de retención para niños deberán colocarse en los asientos traseros del vehículo pero, en función de una serie de características, existen unas plazas más seguras que otras.
Por ejemplo, nunca habrá que poner el SRI en un asiento en el que exista airbag, salvo que la bolsa de aire sea desconectable
Las sillas deben colocarse preferentemente en sentido inverso a la marcha, ya que de esta forma la fuerza del impacto queda repartida de manera más uniforme por todo el cuerpo del bebé y en el caso del impacto frontal (el más común y más grave) el cuello del niño, que es más débil, estará más protegido. La mayoría de expertos aconsejan esta posición invertida hasta que el niño cumpla dos años. Otros la recomiendan hasta incluso los cuatro años de edad.
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Según las estadísticas, es el asiento delantero del copiloto el más afectado estadísticamente en las colisiones.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, parece que la combinación más segura pasaría por colocar la silla en sentido contrario al de la marcha y en el asiento trasero, preferentemente en la plaza central, para proteger al niño del golpe lateral, siempre que el vehículo disponga en ella de un cinturón de seguridad de los denominados mixtos o de tres puntos.
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