![El bar de Gipuzkoa que cumple 32 años: «¿Que no nos cabía una cocina? Pusimos una diseñada para barcos»](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/10/26/99224526--1200x840.jpg)
![El bar de Gipuzkoa que cumple 32 años: «¿Que no nos cabía una cocina? Pusimos una diseñada para barcos»](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/10/26/99224526--1200x840.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El Aker es uno de esos lugares especiales de Errenteria, «mítico» como dirían muchos, que a lo largo de sus más de tres décadas de historia ha ido cambiando y evolucionando para adaptarse a los tiempos, y, sobre todo, a las necesidades sus clientes, que siempre regresan por su buen trato, su cariño, y su manera de hacer las cosas. El local celebra ya su trigesimosegundo aniversario con una fiesta y sus actuales socios, Dabid Muñoz, más conocido como Mendeku, y Julen Palenzuela, nos hacen un repaso de su historia que «comenzó un jueves 22 de octubre de 1992 a las 19.00 horas».
Durante sus primeros cuatro años el bar era, en palabras de Mendeku, «un sitio típico de los años noventa, con su música rock, alternativo y un poco oscurillo». Por ello, y con el objetivo de «cambiar un poco el modelo, decidimos reabrir siendo la 'chupitería'». Una época que Mendeku recuerda como «loca». Es por esto que el Aker volvió a cambiar un poco, esta vez para adentrarse en el mundo de los cócteles «ya que la clientela cambió de gustos, se hacían mayores y nosotros tuvimos que adaptarnos». Una época en la que «había conciertos de gente de la zona como Pirata o Radio Rebelde por ejemplo».
No obstante, cualquiera que se haya acercado al actual Aker podrá observar que no se parece mucho a un bar de cócteles o a una sala de conciertos, más bien se parece a un local en el que se puede tomar algo e incluso comer. Un cambio de 'look' que vino en una de las épocas más difíciles como es la pandemia del covid.
«Yo le dije que estaba loco, y que hacer un cambio así era una locura», recuerda entre risas Julen. Y es que la idea de Mendeku era renovar por completo el negocio, añadiendo una cocina para convertirse en un pequeño bar -restaurante. «Nos dijeron que era imposible meter una cocina en un hueco tan pequeño», afirma Mendeku. No obstante, asegura que «si hay barcos con cocinas y furgonetas con cocina, por qué no va a poder hacerse aquí una».
Dicho y hecho. «Llamamos a una empresa que hace cocinas para barcos y nos montaron aquí una». Sin embargo, además de la obra había que entender el contexto en el que se encontraban, ya que los establecimientos permanecían cerrados a causa de la pandemia.
Una época en la que «nos dedicamos a hacer comida a domicilio, con Julen yendo a veces en patín eléctrico y otras veces en moto», recuerda Mendeku. Sin embargo, y a pesar de las dificultades, comprobaron que «con ganas, mimo, cariño y confianza en uno mismo y en su equipo, cualquier cosa es posible».
Y es que como destaca Julen entre risas, «lo próximo que nos queda es montar aquí un hotel o algo parecido». Algo a lo que Mendeku responde con un «visto lo visto lo podríamos hacer sin ningún problema».
Fueron, sin duda, unos meses complicados, pero que por suerte «ya han quedado atrás, y que nos han servido para seguir mejorando», asegura Julen, que comenzó en Aker como un trabajador de plantilla pero que posteriormente decidió dar el salto a ser socio junto a Mendeku. Una sociedad muy equilibrada ya que «los dos sabemos de qué pie cojea el otro».
En el caso de Mendeku, como afirma Julen, «es un tío con mucho carácter y a veces con poca paciencia». «Él es un gran compañero que a veces me frena cuando voy echado para adelante», reconoce el primero .
Sea cual sea el punto débil de cada uno, lo evidente es que el Aker es un local de moda y que funciona, en el que los fines de semana es difícil reservar una mesa para comer y cenar. Una popularidad que se debe sobre todo «al producto que usamos», destaca Mendeku. Y es que como afirma su socio Julen, «si algo teníamos claro a la hora de hacer un sitio de comidas era que tenía que ser un sitio de calidad».
Para conmemorar su trigésimo segundo aniversario el Aker ha preparado «un auténtico fiestón» destaca Mendeku. «Habrá para beber y comer y como no tendremos música en directo. De ello se encargarán el grupo Paton, Paco y Tonino». Una celebración que arrancará hacia el mediodía y que ambos socios no saben cuando va a terminar. «Nuestra idea es empezar sobre las 12.30 horas, pero acabar, no sabemos cuando vamos a acabar, hasta que la gente quiera y pueda, entonces pararemos de celebrar». Por su parte, ambos aseguran que «también nuestra bodeguita estará abierta para que quien quiera se pase por allí a tomar una copa para después volver».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Madinabeitia | San Sebastián
Mikel Madinabeitia | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro (Gráficos)
Josu Zabala Barandiaran
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.