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Cara y cruz para los equipos del EreintzaCara y cruz para el Ereintza en un fin de semana en el que el equipo femenino logró la primera victoria de la temporada ante el San Adrián, mientras que el masculino, mermado por las lesiones, no pudo hacer nada ante el Barakaldo.
Las ... notas positivas las dejó el equipo de Elustondo, que como destaca «hicimos un buen partido, sobre todo en el apartado defensivo». Algo que permitió que la ventaja al descanso fuese de siete tantos a favor del equipo errenteriarra. Junto a ello, hay que destacar que «el número de jugadoras que tenemos nos permitió rotar, lo que nos ayudó a llegar mejor al tramo final del encuentro».
No obstante, y a pesar de la victoria por 14-26 Elustondo afirma que «necesitamos hacer buenos los dos puntos obtenidos en nuestro siguiente encuentro en casa». Por ello, anima a la afición a que «venga al polideportivo, a animar a los equipos masculino y femenino».
Por su parte, el equipo de Itziar Aldaburu vivió «un partido muy difícil en Barakaldo». Y es que, tras conseguir igualar un encuentro en el que se arrancó con un parcial de cuatro a cero, Alex Loinaz sufrió una lesión en la rodilla.
Algo que afectó mucho al equipo ya que tan solo nueve jugadores pudieron acudir al partido. Tras la lesión de Loinaz, tan solo había un cambio en el banquillo. «Es algo que desde luego los chicos no se merecen, porque su trabajo, su entrega y sus ganas de entrenar están siendo increíbles», destaca Aldaburu.
En este sentido, destaca que «ellos mismo se preguntaban porqué teníamos tan mala suerte con las lesiones». De hecho, como recuerda «mientras daba las charlas, había jugadores llorando».
Una situación crítica que desde el punto de vista de la entrenadora «no se tiene que dar, ya que en una liga nacional no se puede permitir que un equipo dispute un partido con tan solo dos cambios». En esta línea afirma que «tuvimos que meter a un portero jugando de pivote y a zurdos jugando de extremos zurdos».
No obstante, y a pesar de la derrota, Aldaburu destaca que «el orgullo que siento por este equipo es muy grande». Un sentimiento que nace tras ver, entre otras cosas, «cómo los capitanes del equipo, al ver la situación dijeron que había que sacar esto adelante como sea».
En este sentido, destaca que «en los diez años que llevo como entrenadora no he tenido un equipo tan resiliente, y lo único que puedo es darles las gracias a los chicos».
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