Fallecido en un incendio en Errenteria
«El hermano intentó subir a la buhardilla pero había ya mucho humo y no pudo»
Fallecido en un incendio en Errenteria
«El hermano intentó subir a la buhardilla pero había ya mucho humo y no pudo»Eran casi las ocho de la tarde y Tomás estaba a punto de cerrar su panadería, pared con pared con el portal número 12 de Herriko Enparantza, junto al ayuntamiento de Errenteria, cuando «una chica» irrumpió en su comercio, Txusti II, y le dijo que « ... salía humo de la casa. Salí, y avisé a unos municipales» que estaban en la zona. Todo sucedió muy rápido, tanto que «quitaron la luz y empezó un olor como a quemado. No pude hacer ni el TicketBai», cuenta el comerciante. Preocupado por el humo que procedía de la buhardilla donde residía un errenteriarra «de toda la vida», avisó al hermano, que vive con su hermana y su madre en el primero de los tres pisos del edificio de madera donde sucedió la tragedia. «Intentó subir, pero había ya mucho humo y no pudo», remata el panadero, muy afectado porque conocía a la familia. «El hermano salió tosiendo del portal, casi se ahogaba», remata una mujer.
Publicidad
«Mikel, gogoan zaitugu», se podía leer en un folio pegado en la fachada junto al portal. La víctima, de 52 años, había residido en Oiartzun, donde trabajaba peluquero, como lo había sido su padre en un local cercano a la vivienda. «Son una familia muy conocida. Maja y humilde», afirmaban vecinos como Toli, quien, «muy afectada, acudió al lugar «a dar el pésame» a los allegados.
María | Vecina «Un bombero me dijo que el problema estaba en un punto concreto; fue como un cortocircuito y no llegó a desatarse ningún fuego»
Arantxa | Compañera de clase de la víctima «En el grupo de WhatsApp de la ikastola enseguida pusieron la foto de Mikel; era buen chico y la noticia es un golpe muy duro»
La víspera, un jueves de buen tiempo, el centro de Errenteria estaba muy concurrido cuando sucedieron los hechos, que corrieron como la pólvora por la Alameda y por el casco antiguo, por lo que numerosos amigos y curiosos se personaron en las inmediaciones. Varios portales de la zona fueron desalojados y la calle estuvo cortada «unas tres horas», aunque algunos vecinos pudieron regresar poco antes a sus hogares. Efectivos de Bomberos rescataron de la vivienda a la víctima, a la que no se logró reanimar pese a los esfuerzos de los sanitarios. Los bomberos no llegaron ni a emplear las mangueras, porque, según varias personas que hablaron con recursos de emergencias, «el problema estaba en un punto concreto, dijeron que parecía un cortocircuito y que no llegó a desatarse ningún fuego». «Menos mal, porque la casa es de madera y habría ardido todo», afirmaba un vecino. «El agua habría dañado toda la estructura», agradecía Tomás.
Este viernes, el cordón policial alrededor del portal, por donde el trasiego de agentes de la Ertzaintza y la Policía Científica fue constante para tratar de recabar datos sobre el problema eléctrico que activó el drama, era prácticamente el único detalle que hacía patente el suceso ocurrido la víspera. El fallecido vivía en el ático, que tiene dos pequeñas ventanas que dan a la calle Kapitanenea, frente de la fachada norte del ayuntamiento. Había algún rastro negro compatible con el humo, pero otras ventanas inferiores también tenían algún punto ennegrecido.
Publicidad
Arantxa (nombre ficticio), que había estudiado con la víctima en la ikastola Orereta, explicaba este viernes que «en el grupo de whatsapp» de la generación de 1971, «enseguida pusieron la foto de Mikel. Era buen chico. Y una noticia así es un golpe muy duro».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.