Errenteria

«Llevamos más de un mes y creemos que todavía queda mucho, eso es lo más complicado»

En este sentido, lamentan que «no había personal suficiente antes de la huelga, con el cien por cien de la plantilla». Sin embargo, con la protesta, «se ha reducido a un setenta por ciento, lo que deja a los mayores aún más descuidados». Algo que se traduce en largas horas sin moverse de la cama, comiendo a deshoras, y en unas condiciones de higiene «que no son normales».

En este sentido, los familiares se preguntan con tristeza «si después de tantos años trabajando, aportando, y construyendo lo que hoy tenemos se merecen terminar sus últimos años así».

Una situación que se ha extendido por 58 días, y que como aseguran entristecidos, «parece que no va a acabar pronto». Algo que se hace muy complicado, ya que «no vemos la luz al final del túnel».

Algo que, como lamentan algunos familiares, «deja a nuestros padres y madres sin tener la atención que realmente necesitan». Por este motivo, «hemos intentado ponernos en contacto con la Diputación y el Gobierno Vasco». En el caso del Gobierno Foral, «los familiares denuncian que «actuaron rápido enviando inspectores, tomando notas e incluso contestando a nuestras denuncias, no obstante, tras informar de esto al Gobierno Vasco continuamos igual o peor».

En este sentido, y con el objetivo de poner fin a esta situación, las familias afirman que «estamos por la labor de encontrar a unos mediadores independientes que pongan fin a este conflicto». Una opción que como destaca «está ahí, pero que no ha sido tomada en cuenta de momento por ninguna de las partes.

El periodo de huelga es algo que «nos está afectando mucho en nuestro día a día», aseguran los familiares. Largas noches pensando en cómo estará «mi aita o mi ama», que no permiten desconectar. Algo que se ha acentuado en las fechas navideñas, «en las que hemos intentado disfrutar, pero ha sido imposible».

Por este motivo, los familiares exigen «una solución». En esta línea, siempre se han mostrado «independientes, ya que no estamos ni en el bando de la empresa ni en el de los trabajadores, estamos con nuestros familiares». Y es que como destacan emocionados, «nuestros mayores se merecen vivir con dignidad».