El Pasaia no pudo hacerse con el triunfo en su lance con los vizcaínos del Deusto

Último partido del año en el Jesús Mari Zamora que enfrentaba a los locales del Pasaia y a los vizcaínos del Deusto. Encuentro complicado y difícil para los rojiblancos, ya que venían de ganar en Sodupe y un triunfo este pasado fin de semana les podría haber dejado en la zona tranquila de la tabla. Lamentablemente, no fue así.

Como no podía ser de otra manera, los tomateros del Deusto, sin otro recurso que destruir, coartaron cualquier intención del Pasaia de jugar al fútbol. Los hombres de Carlos García, fieles a su juego, dominaron toda la primera parte, acorralando a los vizcaínos en su área, que bastante tenían con desbaratar las ocasiones rojiblancas y conseguían esporádicamente salir de su área.

En la segunda parte, más de lo mismo. Con un Deusto al borde del reglamento y consentido por los trencillas, mientras el Pasaia estaba volcado atacando la portería defendida por Azpillaga, quien sacó con nota su cometido.

El club lamenta lo sucedido en el campo durante esta contienda. «En el haber de los colegiados guipuzcoanos un derribo claro al jugador del filial Unai en el área que no quisieron sancionar», manifiestan.

Al final, reparto de puntos que satisfizo más a los visitantes que a los locales. Ahora el conjunto pasaitarra disfrutará de un descanso merecido y a partir del año que viene, con las pilas cargadas, a disputar el resto de la temporada para terminar en un final feliz.

Desde el Pasaia recuerdan que el balón para este partido fue donado por Sebas Harategia. El número premiado en el sorteo del campo fue el 547.