ACUFENOS: RUIDOS INTERIORES
El árbol de la ciencia ·
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«Consiste en oir un ruido que nadie más oye porque no está en el ambiente sino en una región cerebral»Un acúfeno consiste en oír un ruido que no existe en el ambiente y que, por lo tanto, nadie más oye. Zumbidos, pitidos, silbidos, timbrazos, gruñidos, borboteo del agua, oír el mar con una caracola o tarareo de canciones. Son descripciones que las personas afectadas ... hacen de su acúfeno. Es un problema frecuente. Habitualmente no es grave, pero altera la calidad de vida porque impide disfrutar del silencio, imprescindible para el relax y el buen descanso nocturno. Puede deberse a afecciones del oído, desde simples tapones hasta serios traumatismos, infecciones o inflamaciones. Por eso, el primer paso es acudir al otorrino para descartar patologías auditivas y, si todo es normal, la cuestión pasa al neurólogo. En los casos crónicos e idiopáticos (palabrota utilizada para ocultar la ignorancia médica pues significa «sin causa conocida»), el origen del acúfeno está en la interpretación que el cerebro hace del sonido o de la ausencia del mismo.
El proceso de la audición comienza en el oído donde las ondas sonoras se convierten en movimiento que hace vibrar el tímpano y la cadena de huesecillos hasta la cóclea. La cóclea dispone de receptores y células que transforman el movimiento en una señal eléctrica que viaja hasta la corteza auditiva del lóbulo temporal y de ahí al resto del cerebro. Así la información sonora se integra en un todo significativo para la persona (¿quién me habla?, ¿qué me quiere decir?, ¡me gusta esa canción!, ¡qué silencio más relajante!). Algo sucede en esta última fase del proceso entre la cóclea y el cerebro que provoca que el silencio se interprete como un ruido.
El tinnitus, que también así se llama, es invisible: no se oye y no se detecta por muchas pruebas que se hagan. Esto lleva a la desesperación a quien lo padece que se siente incomprendido y llega a pensar si no será un producto de su imaginación. Pero gracias a las nuevas técnicas de resonancia cerebral que permiten estudiar el cerebro en acción, se ha identificado una región cerebral cuya función está alterada en personas con acúfenos. Se trata del precuneus, una región que participa en dos grandes redes neuronales que ejercen funciones opuestas sobre la actividad cerebral. Una entra en funcionamiento cuando estamos despiertos y necesitamos fijar la atención. Y la otra se activa cuando estamos relajados y dejamos la mente vagar. Se sugiere que el origen del acufeno puede ser un desequilibrio en la función de estas redes por una alteración en el núcleo precuneus. ¿Y esto tiene alguna trascendencia para el tratamiento? Por el momento no, pero la cura de las enfermedades comienza por entender su origen. Otras investigaciones apuntan a cambios en la concentración de sustancias neurotransmisoras, como el GABA y el glutámico, lo que ha llevado a utilizar fármacos que actúan sobre ellas con resultados desiguales. En resumen, los acúfenos no son fáciles de aliviar. No hay remedios milagrosos y, en ocasiones, solo se puede tratar sus consecuencias: ansiedad y depresión.
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